COMERCIO: Países en desarrollo rechazan nuevos temas en la OMC

Líderes políticos, funcionarios comerciales y grupos independientes en Asia y otras regiones en desarrollo son cada vez más contrarios a que los países industrializados impongan nuevos temas en la agenda de la OMC.

Numerosos funcionarios asiáticos rechazan las propuestas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos de introducir cuestiones no comerciales -la más resistida se refiere a condiciones laborales- en la primera conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), prevista para diciembre en Singapur.

En Jakarta, donde altos funcionarios de la ASEAN se reunieron durante el fin de semana, Ahmad Kamil Jaafar, representante de la cancillería malaya, dijo que las naciones del Sudeste Asiático adoptarán una posición común para oponerse a los nuevos temas.

"Malasia se opone a nuevos tópicos como derechos de inversores extranjeros porque no podemos dar a los capitales foráneos igual tratamiento que a los nacionales", dijo. "Tampoco estamos en favor de la propuesta sobre normas de competencia".

En Manila, el subsecretario de Comercio e Industria, César Bautista, tambien dejó en claro que los 18 miembros de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (CEAP) rehusan tratar nuevos temas en la OMC, especialmente en la reunión de Singapur.

Agregó que ese fue el consenso que emergió de la reunión de ministros de Comercio de la CEAP que tuvo lugar en Christchurch, Nueva Zelandia.

Presidida por el secretario filipino de Comercio e Industria, Rizalino Navarro, la reunión acordó que la OMC debería concentrarse en las cuestiones inconclusas, de acuerdo con la resolución de la Ronda Uruguay, y en la preparación de una agenda de trabajo, antes de distraerse con nuevos tópicos.

Las diferentes percepciones sobre el futuro programa de la OMC, y especialmente respecto a la agenda de la conferencia de Singapur, está amenazando con una división Norte-Sur en la organización.

Los principales países industrializados están tratando que las naciones en desarrollo acepten incluir nuevos temas como condiciones de trabajo, inversiones extranjeras y políticas de competencia, así como tambien la cuestión de la corrupción en acuerdos de la OMC.

Los países en desarrollo, por su parte, temen que si se introducen tópicos adicionales, que no tienen conexión directa con el comercio, estos puedan afectar luego sus soberanías y limitar su capacidad para formular políticas nacionales y elaborar programas de desarrollo de su propia elección.

Intensos debates y megociaciones tienen lugar actualmente en la preparación de la agenda de la reunión de Singapur. La mayoría de esas discusiones se realizan a puertas cerradas en Ginebra, donde la OMC tiene su cuartel general.

Diversos gobiernos del Norte tambien han mantenido consultas en Suecia, Canadá, Australia y Suiza en los últimos meses para discutir la agenda de la Conferencia de Singapur.

A comienzos de julio, por primera vez, muchos países en desarrollo se encontraron en Kuala Lumpur para hacer sus propios preparativos.

Organizada por el Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales (IEEI), la Conferencia sobre "La OMC: Perspectivas desde el Sur" congregó a 70 dirigentes políticos, diplomáticos de la OMC, académicos y hombres de negocios de numerosos países en desarrollo, incluídos Brasil, Bangladesh, India, Singapur, Thailandia, China, Corea, Egipto, Zimbabwe, Sudáfrica y Ghana.

La principal conclusión de las deliberaciones fue que el intento de los países industrializados de imponer nuevos temas en la OMC representa un peligro para los intereses económicos y la soberanía del Sur, y esto debe ser resistido en forma mancomunada.

El tema de la conferencia fue fijado por la ministra malaya de Comercio Internacional e Industria, Rafidah Aziz, quien describió como "inquietante" la iniciativa de algunos países desarrollados de ampliar el programa de trabajo de la OMC, incluyendo normas de inversión multilateral, condiciones laborales, políticas de competencia y corrupción.

"Esos son temas altamente conflictivos y constituyen el mayor y único desafío a la soberanía y prosperidad económica de las naciones en desarrollo en el futuro", expresó Rafidah.

Señaló que los países desarrollados han propuesto que la OMC inicie discusiones, y posteriormente negociaciones, sobre liberación y protección de inversiones transfronterizas y reglas que armonicen las políticas nacionales de competencia.

"Esas medidas son motivo de gran preocupación en las naciones en desarrollo porque podrían eventualmente restringir a los gobiernos nacionales la formulación de sus propias políticas nacionales", apuntó la ministra.

"En particular, la demanda que debería haber libre circulación de inversiones a través de límites nacionales y que éstas tengan tratamiento nacional implica que cualquier inversor ostentará el derecho de tener una presencia de mercado en cualquier sector y país, y gozar de tratamiento nacional", observó.

"Esto quitará el derecho a los gobiernos nacionales de implementar políticas de inversiones a nivel nacional que, incluso, podrían restringir una presencia foránea en ciertos sectores o podría brindar tratamiento preferencial a empresas nacionales para permitirles competir con firmas foráneas firmemente establecidas".

Rafidah agregó que algunos países en desarrollo tambien están deseando que la OMC establezca vínculos directos entre derechos comerciales y laborales, afirmando que las importaciones de países en desarrollo eran baratas pero no debido a una ventaja comparativa en costos de producción sino por condiciones de trabajo inaceptablemente bajas.

"Esto no solo es políticamente inaceptable para los países en desarrollo sino tambien carece de sentido económico", dijo. "Esos temas tendrán gran repercusión en nuestros esfuerzos y objetivos de desarrollo. Los países en desarrollo deben estar unidos… para enfrentar las propuestas. Si estamos divididos seguiremos siendo dominados por las naciones industrializadas".

El embajador de Zimbabwe ante la OMC, Tichaona Jokonya, y el secretario de Comercio de Bangladesh, Mofazzal Karim, formularon afirmaciones similares y dijeron que el mero hecho de implementar los compromisos de la Ronda Uruguay hacía que las pequeñas economías ya enfrentaran numerosos problemas.

La reunión de Singapur debe concentrarse en "cuánto hemos avanzado" desde la Ronda Uruguay, expresó Jokonya. "No hemos efectuado realmente una puesta en marcha… ¿Cómo podemos hablar de nuevos temas?". (FIN/IPS/tra-en/mk/cpg/ego/if).

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