BRASIL: Presencia de 3.000 "garimpeiros" amenaza a yanomamis

Un nuevo brote de mortalidad entre los yanomamis del extremo norte de Brasil puede ocurrir si no se retira rápidamente a los cerca de 3.000 "garimpeiros" (mineros informales) que volvieron a invadir el territorio indígena, advirtió hoy una organización no gubernamental (ONG).

La situación está fuera de control porque falta vigilancia para evitar esas invasiones, dijo a IPS Claudia Andujar, coordinadora de la Comision Pro-Yanomami, que tiene sede en Sao Paulo y una oficina en Boa Vista, cercana al área indígena.

La oficial Fundación Nacional del Indígena (Funai) reconoció haber suspendido desde marzo las operaciones de vigilancia por helicóptero, por falta de recursos financieros, y que los yanomamis se están armando, lo que puede provocar una nueva tragedia.

El administrador de la Funai en Boa Vista, Manoel Reginaldo Tavares, teme que ocurran matanzas a partir de conflictos entre los propios indígenas.

Andujar señaló como el mayor riesgo a un recrudecimiento de la epidemia de malaria, llevada por los garimpeiros, con una alta mortalidad y recordó que desde 1988, cuando empezaron las invasiones masivas, la enfermedad mató a más de mil yanomamis.

Hay más de 9.000 indígenas de ese grupo distribuidos en 188 comunidades en territorio brasileño, según la Funai, y un número similar vive en el lado venezolano. Como tuvieron un contacto muy reciente con los blancos, son muy vulnerables a otras enfermedades llevadas por los invasores, incluso simples gripes.

Hay 35 aeropuertos clandestinos en el área yanomami, como factor clave de la invasión, y Andujar sostuvo que una vigilancia que impida la operación de esas pistas de aterrizaje podría mantener el control sobre las invasiones.

Ahora, ante la repetición de la masiva presencia de los mineros, será necesario una gran operación de retirada, para luego ejecutar un plan de vigilancia permanente, opinó. Un control del tráfico aéreo sería decisivo, pero "falta voluntad política", lamentó.

En 1991 el gobierno brasileño realizó una gran operación de retirada de los garimpeiros, destruyendo pistas de aterrizaje con bombardeos aéreos. Eso se hizo para mejorar la imagen de Brasil antes de la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, en junio de 1992.

Luego se hicieron irregulares e insuficientes nuevas operaciones de control y retirada, pero la situación se agravó este año, con la interrupción de la vigilancia.

A fines del año pasado, una comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) visitó el área y comprobó la gravedad de las invasiones, recomendando una operación conjunta con Venezuela, cuyo territorio fronterizo es también invadido por los garimpeiros brasileños.

Las invasiones se agravan ahora, época de sequía en la región, advirtió Andujar. (FIN/IPS/mo/ag/pr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe