CUBA: Grupo canadiense Sherrit seguirá como primer inversionista

La firma canadiense Sherrit International confirmó hoy que no cederá ante las presiones de Estados Unidos y se mantendrá como la mayor empresa extranjera radicada en Cuba.

"Son unos valientes", comentó el presidente Fidel Castro, en declaraciones a la emisora Radio Reloj luego de un encuentro con directivos de la firma canadiense, que celebran este viernes en La Habana la reunión de su junta directiva.

La reunión fue catalogada como algo normal por los representantes de la Sherrit en el país caribeño y vista en círculos oficiales cubanos como una respuesta a las sanciones anunciadas por Washington tras la sanción de la ley Helms-Burton.

La presentación oficial de la Sherrit Internacional, en enero pasado, coincidió con la orden del gobierno canadiense a sus empresas de ignorar las prohibiciones de comerciar con Cuba e informar cualquier intento de Estados Unidos de influir en sus negocios.

Con activos que ascienden a 600 millones de dólares, de ellos 240 en efectivo, esta compañía se creó dentro del grupo Sherrit con el fin de continuar ampliando sus inversiones en Cuba.

"La producción de níquel más cobalto fue nuestro primer negocio y ha probado ser constructivo y exitoso", dijo Patrice Merrin Best, vicepresidenta de la Sherrit Incorporated, la otra compañía que integra el grupo canadiense.

Según Best, la Sherrit International pretende incrementar su base inversionista en Cuba en 40 millones de dólares este año en áreas en crecimiento, como las comunicaciones, las finanzas, el transporte, los bienes raíces y el azúcar.

El presidente de la compañía canadiense, Ian Delaney, especificó que hasta el momento se mantienen negocios en varias provincias en sectores fundamentales de la economía cubana, como petroleo, minería, turismo y agricultura.

El grupo Sherrit comenzó los negocios con Cuba en diciembre de 1994 con la firma de un acuerdo en la esfera del níquel que es considerado como el negocio más importante logrado por el gobierno cubano con una firma extranjera.

La empresa surgida del acuerdo de asociación al 50 por ciento entre la Sherrit Inc y la Compañía General de Níquel de Cuba, se convirtió en una de las mayores corporaciones de este metal del mundo con la propiedad de firmas en Cuba, Canadá y Bahamas.

El acuerdo involucra un capital de 500 millones de dólares a invertir a plazos, una concesión minera por 25 años y otra concesión minera por 25 años más que debe aprobarse en breve.

La empresa cuenta con la planta Pedro Soto Alba de Moa, a 800 kilómetros de La Habana, como productora de sulfuro de níquel más cobalto, la Cobalt Refinery Inc, en la península canadiense de Alberta, para la refinación de ambos metales, y la comercializadora International Cobalt Company Inc, en Bahamas.

Datos revelados por la vicepresidenta de la Sherrit Inc arrojan que la planta de Moa, considerada la más eficiente de la industria de niquel cubana, elevó su producción de 12.000 toneladas a 22.000 el pasado año y planifica para este año alcanzar las 27.000 toneladas.

Paralizada en 1990 por los primeros efectos de la crisis económica que afectó a la isla, la industria del níquel presenta los indicadores más dinámicos de recuperación en la esfera productiva, con crecimientos de 31 por ciento en el primer semestre de este año.

Según el Centro de Estudios de la Economía Cubana y el Buró de Minas de Estados Unidos, Cuba posee 37,7 por ciento de las reservas mundiales de níquel que, a un ritmo anual de extracción de 100.000 toneladas, podrá explotarse durante 200 años.

Hirám Marquetti, experto de la institución cubana, aseguró que este porcentaje se cuantifica en 800 millones de toneladas de contenidos lateríticos y 19 millones de toneladas de níquel.

Con una tradición que se extiende a principios de este siglo, la industria niquelífera presenció un descenso sostenido de su producción de 46.591 toneladas en 1989 hasta 26.712 en 1994, para retomar su ritmo en 1995, con 43.990 toneladas.

"Quizás el principal motivo económico de la recalcitrante actitud del gobierno estadounidense en contra de que los ciudadanos canadienses inviertan hoy en Cuba tiene su origen en el níquel", dijo el experto Ramón Martínez.

La planta Pedro Soto Alba, ahora propiedad cubano-canadiense, la empezó a construir en 1957 la firma Freeport Suphur Company con financiamiento del gobierno de Estados Unidos, país que controló toda la producción de níquel en Cuba hasta 1960.

Además de la producción de níquel, la Sherrit International aportó el año pasado el 35 por ciento de las 1,45 millones de toneladas de petróleo producidas en el país caribeño. (FIN/IPS/da/ag/if/96

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