Unos 27.000 médicos que atienden 226 hospitales públicos en Venezuela entraron hoy en una huelga nacional y total, mientras que el gobierno estudiaba medidas como la militarización para responder a la emergencia.
Los médicos acataron mayoritariamente el paro y no atienden siquiera áreas de emergencia o de terapia intensiva, en demanda de que sus salarios se sitúen en torno a los mil dólares, mientras que desde 1994 están fijados entre 144 y 244 dólares.
La medida afecta a los sectores más desposeídos de los 22 millones de habitantes de este país, donde la pobreza afecta a 80 por ciento de la población, según datos aceptados oficialmente, y que depende de la asistencia pública para su salud.
En la actualidad una epidemia de cólera ha provocado ya la muerte de ocho personas en el petrolero estado de Zulia, en el occidente del país, lo que no impidió que en la tarde de este viernes se activara la "hora cero" para la huelga.
El presidente de los colegios profesionales de médicos, Douglas Natera, desestimó que la militarización de los hospitales pueda neutralizar la huelga, porque son muy pocos los facultativos asimilados a las Fuerzas Armadas.
El presidente de la Federación Médica Venezolana, Fernando Bianco, confirmó que los hospitales fueron entregados a sus directivos, mientras los facultativos se retiraron en todo el país a las sedes de los 23 colegios profesionales existentes.
Las enfermeras y personal auxiliar no participan en el paro, producido después que el Ministerio de Sanidad ofreció 302 dólares como salario, junto con otros aportes en bonos.
Los médicos también demandan la dotación de los hospitales, que padecen en buena parte una situación de colapso, con carencia hasta de algodón.
"La gente se está muriendo con el médico al lado, pero sin medicamentos. Ahora se va a morir sin nosotros", dijo con crudeza Bianco.
La organización Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) denunció en su informe anual, en noviembre, que el gasto del sector público en salud bajó de 50 dólares per capita, en 1995, a 33 este año, en una dato que admitió como cierto el ministro de Hacienda, Luis Matos.
Eso sucede cuando la inflación fue este año de 103 por ciento, según cifras preliminares del Banco Central, y las reservas monetarias en manos del gobierno superan los 15.000 millones de dólares, gracias a la bonanza de los precios del petróleo.
Provea precisó que entre octubre de 1995 y septiembre pasado cerraron total o parcialmente 55 hospitales en el país y que 37 pacientes perdieron la vida por falta de atención, insumos o por atención en condiciones inadecuadas.
En tanto, repuntaron enfermedades erradicadas como la tuberculosis, el dengue o el cólera.
Bianco indicó que los pacientes, sea cual sea su condición, tendrán que ir a sus casas o si no pueden dejar el hospital, quedarán a cargo de enfermeras, porque han hecho "todo lo posible para evitar esta acción, demorada dos veces".
En diferentes clínicas privadas de la capital, funcionarios indicaron que en la época festiva su falta de personal hace díficil que puedan absorber a los usuarios del área pública.
El sector privado tiene una participación habitual en la atención total de la salud de 57 por ciento, pero la drástica caída del ingreso del venezolano en esta década ha obligado a pacientes privados al sistema asistencial gratuito.
El caos era la situación dominante en los hospitales de Caracas, cuyas instalaciones padecen ya normalmente un deterioro crítico en 70 por ciento de ellas, junto con graves fallas de productividad humana, de acuerdo a un informe independiente sobre el sector salud. (FIN/IPS/eg/dg/pr-he-lb/96
