BANGLADESH: Agua contaminada con arsénico alarma a la población

La creciente evidencia de contaminación de las aguas subterráneas con arsénico causa alarma en todo Bangladesh, donde hasta la mitad de los 120 millones de habitantes corre riesgo de envenenamiento.

La contaminación afecta fuentes de agua para consumo en 41 de los 64 distritos del país asiático, que tiene la mayor densidad de población del mundo.

Un estudio conjunto del Hospital Comunitario de Dhaka y la Facultad de Estudios Ambientales de la Universidad de Jadavpur, de Calcuta, descubrió que el nivel de arsénico de las aguas es superior a cinco miligramos por litro, el nivel máximo considerado aceptable por la Organización Mundial de la Salud.

El estudio identificó más de 2.000 personas afectadas, pero informes no oficiales sostienen que cientos ya murieron y habría varios miles de damnificados.

El problema fue agravado por la profundización de pozos en un esfuerzo por ampliar el suministro de agua potable. Los pozos tienen gran profundidad y casi todos ellos están contaminados en 41 distritos de Bangladesh.

El arsénico es un veneno acumulativo que se fija a las proteínas y enzimas azufradas de las uñas, la piel y los cabellos, lo que permite averiguar fácilmente su presencia en un envenenamiento.

La intoxicación aguda se manifiesta por trastornos digestivos (diarrea hemorrágica), cardíacos, respiratorios y renales, mientras el envenenamiento crónico o arsenicismo se manifiesta por trastornos cutáneos y nerviosos.

Diluido en agua, el arsénico afecta más lentamente el metabolismo humano, causando sarna, inflamación y hasta gangrena, además de acortar la vida de los afectados. Finalmente, provoca intensos dolores y náuseas, seguidos de convulsiones y coma.

Profesionales de la salud afirmaron que la única solución posible consiste en que la gente deje de beber agua de pozo, pero ello incrementaría los casos de diarrea y disentería, debido a que la mayoría de las fuentes superficiales de agua de Bangladesh están contaminadas con diversos gérmenes patógenos.

Bangladesh recibió elogios de todo el mundo por lograr el suministro de agua potable a más de 80 por ciento de su población mediante la colocación de pozos a una distancia máxima de 100 metros de cada familia.

Los elogios cesaron cuando se conoció la gravedad de la contaminación del agua por arsénico, que también afecta al estado indio de Bengala Occidental y el interior de Mongolia.

Un alto funcionario de la Dirección de Planeamiento de la Salud Pública atribuyó el problema a la sobreexplotación del agua subterránea para irrigación y otros propósitos.

Sin embargo, un científico de la Comisión de Energía Atómica de Bangladesh culpó al programa de electrificación rural, que habría contaminado la tierra con millones de polos eléctricos revestidos con arsénico.

Otros científicos sugirieron que el uso excesivo de diversos pesticidas podría ser la causa de la contaminación.

Aunque el origen de la contaminación no está claro, sí lo está su efecto sobre la gente. El repentino aumento del número de afectados causó pánico en gran parte de la población, que confunde la intoxicación con una enfermedad contagiosa.

Muchas personas envenenadas fueron marginadas por sus vecinos, amigos y familiares.

La histeria colectiva obligó a los expertos a intervenir. Dipankar Chakravarty, director de la Facultad de Estudios Ambientales de Calcuta, aclaró que el envenenamiento por arsénico no es una enfermedad transmisible.

Chakravarty estuvo en Dhaka a comienzos de este mes para publicar los hallazgos del estudio conjunto.

Mientras, el gobierno de la Liga Awami estableció un grupo de trabajo integrado por expertos de varias instituciones de salud para idear formas de contrarrestar los desastrosos efectos del arsénico en el agua de consumo, y también solicitó ayuda de la comundidad internacional.

Así mismo, las autoridades programaron una conferencia internacional de cinco días para el próximo febrero, que se titulará "Contaminación con arsénico del agua subterránea de Bangladesh: Causas, efectos y remedios". Expertos de 37 países ya confirmaron su participación.

El gobierno lanzó también un programa de emergencia para hacer llegar agua no contaminada a las 200 aldeas más afectadas.

El programa cubre 22 distritos suroccidentales y algunas partes de la región oriental, donde se identificaron síntomas de envenenamiento crónico con arsénico. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/ml/he-dv/97

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