ARGENTINA: Caída de precio de granos no preocupa a productores

Los precios de varios granos cayeron ante la noticia de que Estados Unidos ampliará este año el área sembrada de maíz y soja, pero el descenso de valores no causó preocupación en Argentina, que espera una producción agrícola récord.

El analista agropecuario argentino Alejandro Ramirez calificó de "terriblemente tendencioso y oportunista" el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, difundido hace una semana, porque fue lanzado cuando Argentina obtiene una gran cosecha de maíz.

El área sembrada de maíz en Argentina se redujo 12 por ciento respecto de 1997, pero la cosecha aumentó 32 por ciento, debido a los buenos rendimientos por hectárea. El volumen aguardado es de 20 millones de toneladas, el mayor en la historia del país.

"Argentina participa hoy con 15 por ciento en el mercado maicero y, al igual que en soja, se está convirtiendo en un fuerte competidor de Estados Unidos", dijo Ramírez a IPS, al referirse al informe del Departamento de Agricultura, que ha debilitado los precios.

Estados Unidos incrementará este año 1,2 por ciento el área reservada a la soja y dos por ciento la de maíz, un hecho que, unido a la cosecha récord prevista en Argentina, tuvo efecto negativo en los precios internacionales.

Hace apenas tres meses, los agricultores argentinos observaban con aprensión la crisis del sudeste asiático, una región que absorbe 60 por ciento de la producción mundial de maíz.

Los analistas advertían que si Estados Unidos no ayudaba al sudeste de Asia a financiar la compra del grano, aunque se tratara de adquisiciones a los agricultores estadounidenses, los precios se podrian derrumbar.

Finalmente, Estados Unidos facilitó las compras de Asia sudoriental mediante créditos baratos a plazo largo.

En marzo, la tensión se trasladó a la competencia entre Estados Unidos y los países de mayor producción agrícola de Sudamérica: Brasil y Argentina. Los buenos rendimientos logrados por Argentina estarían causando preocupación en Estados Unidos, según creen los agricultores locales.

La Secretaria de Agricultura de Argentina calculó que la cosecha de este año será la mejor en lo que va del siglo, con 61 millones de toneladas entre trigo, maíz, soja, girasol, sorgo, arroz, avena y cebada, entre otros productos.

Pero fue una estimación fue conservadora. Hoy, la cosecha supera las 63 millones de toneladas, un incremento de 61 por ciento respecto de 1990.

La producción sería 15 por ciento mayor a la de 1996 que, a su vez, había duplicado la de 1995. Ramirez destacó que hasta hace pocos años, Argentina tenía una participación de siete por ciento en el mercado mundial de maíz, pero ahora tiene una porción de mercado dos veces mayor.

En cuanto a la producción de trigo —un cereal que sufrió la caída de precios por arrastre—, será superior a los 13 millones de toneladas. Siete millones de toneladas ya fueron vendidas a unos 30 países y la exportación total de trigo será de nueve millones.

Así mismo, Argentina es el tercer productor mundial de soja, con 17 millones de toneladas, detrás de Estados Unidos, que produce anualmente unas 60 millones de toneladas, destinadas a su propio mercado, y de Brasil, que obtiene 40 millones.

Argentina y Brasil son productores y exportadores observados con recelo desde Estados Unidos. En los prximos años, Argentina puede aumentar su producción hasta 80 millones de toneladas, si se mantiene el nivel de inversiones, dijo Ramírez.

"Esto preocupa mucho a Estados Unidos, que por eso lanzó un informe muy positivo respecto de lo que espera de sus próximas cosechas de maíz y soja, provocando una baja de precios de hasta cinco por ciento en menos de una semana", explicó.

El analista considera que el Departamento de Agricultura puede luego corregir a la baja las estimaciones, pero los precios ya habrán tocado el piso para entonces, un fenómeno que a los productores argentinos les preocupa menos que la evolución de la economía en Japón.

"En este momento, hay más preocupación por la marcha de Japón y por los nuevos problemas de la abundancia de cosecha: la escasez de transporte, la acumulación de cargas sin enviar y la falta de infraestructura para albergar tantos granos", señaló Ramírez. (FIN/IPS/mv/ff/if/98

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