BOTSWANA: Nuevo gobierno hereda desempleo, pobreza y VIH/sida

El nuevo presidente de Botswana, Festus Mogae, dirigirá a un país relativamente rico en Africa pero, de todas maneras, tendrá que luchar contra el desempleo, la pobreza y la epidemia de VIH/sida, entre otros problemas.

Mogae asumió el cargo el día 1 y heredó problemas como la epidemia del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que provoca el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y afecta a 14 por ciento de la población.

Una disputa fronteriza con la vecina Namibia, que afectó las relaciones entre los dos países de Africa austral, es otro de los problemas que el ex presidente Ketumile Masire dejó sin resolver cuando renunció al cargo el 31 de marzo, después de 18 años en el poder.

Mogae, de 58 años, quien fuera vicepresidente desde 1992, dijo en su discurso de asunción del mando que su mayor prioridad será la vigorosa aplicación del octavo Plan de Desarrollo Nacional que, sostuvo, "creará empleos y mejorará la distribución del ingreso".

El gobierno destinó casi 900 millones de dólares del presupuesto aprobado en febrero para combatir el desempleo. Este se mantiene a pesar del gran crecimiento económico de Botswana debido a la riqueza diamantífera, que representa más de dos tercios de los ingresos en moneda extranjera del país.

"El desempleo representa una seria amenaza para el gobierno del Partido Democrático de Botswana (BDP) en las próximas elecciones, porque afecta a los jóvenes aptos para trabajar", dijo Mogae en una entrevista.

El sector formal del empleo en el país de 1,4 millones de habitantes creció sólo 1,5 por ciento de 234.100 a 237.500 trabajadores entre marzo de 1996 y marzo de 1997.

Además, la situación de la mano de obra se vio agudizada por el descenso del número de obreros de Botswana que trabajan en las minas de Sudáfrica de 13.134 a 12.815 entre 1996 y 1997, ya que las autoridades sudafricanas limitaron la contratación de extranjeros.

"Entre otras cosas, tendremos que refinar algunas de nuestras políticas de privatización en lo microeconómico. Y también tendremos que encargarnos de la pobreza y los salarios de los funcionarios", anunció Mogae.

El nuevo presidente dijo que su gobierno designó una comisión que analizará la situación salarial de los funcionarios y tomará una decisión al respecto durante la próxima sesión parlamentaria, que comienza en julio.

Mogae prometió seguir con el fomento del desarrollo del sector privado y dialogar en forma constructiva con los representantes sindicales para aliviar la pobreza mediante la creación de empleos.

El producto interno bruto de Botswana equivale a 2.800 dólares por habitante, pero la desigualdad en el ingreso es grande y, según algunos estudios, de las más marcadas del mundo.

La realización del séptimo plan de desarrollo nacional, que terminó el 31 de marzo, sufrió obstáculos que causaron que 10 por ciento de sus casi 3.000 millones de dólares no fuera utilizado.

La expansión del VIH/sida también podría enlentecer la implementación de los planes del gobierno.

Cerca de 14 por ciento de la población es portadora del virus y, de acuerdo con cifras oficiales, 60 por ciento de las camas de hospital en el país son ocupadas por pacientes de VIH. "La situación es grave porque afectará nuestra esperanza de vida y de mortalidad materna", dijo Mogae.

Otra cuestión que le resultará problemática al presidente es la reubicación de la minoría san, cuyas tierras se destinarán a fines turísticos.

Mogae criticó a organizaciones internacionales en el pasado por su interés en los indígenas, que serán desplazados de sus tierras ancestrales en la Reserva de Fauna de Kgalagadi Central.

"Existen 58.000 bosquimanos en el país y sólo 700 en la reserva. No entiendo por qué la comunidad internacional y las organizaciones no gubernamentales nacionales están preocupadas por 700 personas", se preguntó Mogae.

Mogae aseguró, como lo hizo el gobierno frente a las críticas de los últimos meses, que es hora de que los san que permanecen en la reserva de fauna "salgan de ella, ya que sólo podrán participar en actividades de desarrollo si están fuera".

Pero los san que ya fueron reubicados se quejaron de que la asistencia que les fue prometida, como la construcción de escuelas y clínicas, no se materializó.

Mogae también tiene que lidiar con la disputa fronteriza que mantiene con Namibia por Sedudu, una isla de tres kilómetros cuadrados conocida como Kisikili en Namibia, y la zona pantanosa de Situngu. Ambas se encuentran en la frontera septentrional de Botswana con el país vecino.

La disputa por Sedudu fue presentada ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya y se espera que las partes fundamenten sus casos en noviembre, mientras un comité técnico integrado por representantes de los dos países analizará la disputa por Situngu.

"Parte de mi programa de acción está destinado a hallar una solución a este problema", aseguró Mogae. Botswana "es miembro de la Organización de Unidad Africana y respeta las fronteras coloniales a menos que sean alteradas por acuerdo mutuo". (FIN/IPS/tra-en/pm/kb/aq-ml/ip-he-pr/98

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