Movimientos y partidos de centroizquierda de Ecuador se enfrentan entre ellos por falta de rivales en la campaña previa a las elecciones generales de mayo, que comenzó hoy de forma oficial.
La decisión del derechista Partido Social Cristiano (PSC) de no presentar candidato a la presidencia allanó el camino a la centroizquierda, cuyo último triunfo fue en 1988 con Rodrigo Borja, líder y fundador de la socialdemócrata Izquierda Democrática, quien vuelve a postularse.
Alrededor de 6,6 millones de ecuatorianos deberán asistir a las urnas el 31 de mayo en este país de voto obligatorio. En caso de que ningún candidato logre la mayoría de los sufragios, se celebrará una segunda ronda en julio.
El nuevo gobierno asumirá el 10 de agosto y se mantendrá hasta el 2001.
El PSC, con 27 de los 82 escaños en el Congreso unicameral, es el partido de mayor presencia parlamentaria. A él pertenecen los políticos y empresarios más influyentes de Ecuador, en particular los de la ciudad portuaria de Guayaquil, considerada la capital económica de este país andino.
León Febres Cordero, líder máximo del PSC y ex presidente de Ecuador (1984-1988), fue el encargado de anunciar la resolución de su partido, basada en las difíciles condiciones que existen para gobernar el país.
El partido resolvió "gobernar desde el Congreso", dijo Febres Cordero. Por eso, hombres como Jaime Nebot, candidato a la presidencia en tres ocasiones y finalista en las últimas dos elecciones, y Heinz Moeller, actual presidente del parlamento, fueron postulados como legisladores.
La decisión del PSC se fundamentó en el análisis exhaustivo de encuestas y estudios de opinión, que le restaban posibilidades de triunfo a la derecha en estos comicios, según analistas.
"Nebot contaba con 35 por ciento de votos duros (fijos) y en 1992 y 1996 logró pasar a la segunda ronda electoral con ese porcentaje. Pero nunca ganó la presidencia porque no pudo rebasar ese 35 por ciento de las preferencias", dijo Blasco Peñaherrera, de la firma encuestadora Market.
En las elecciones de 1996, Nebot llegó a la segunda vuelta con una ventaja de diez puntos sobre Abdalá Bucaram, del populista Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Pero Bucaram venció de forma sorpresiva con 53 por ciento de los votos.
Seis meses después de asumir la presidencia, Bucaram fue destituido por el parlamento ante una serie de denuncias de corrupción, nepotismo y abuso de autoridad. Fabián Alarcón fue designado presidente provisional en su lugar hasta 1998.
Borja, Freddy Eherls y Jamil Mahuad, los tres de centroizquierda y procedentes de la región serrana ecuatoriana, son los candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones.
Mahuad, actual alcalde de Quito, y candidato de la Democracia Popular (democracia cristiana), está al frente de los sondeos con 43 por ciento de las preferencias, según Jaime Durán, de la firma encuestadora Informe Confidencial.
"Ningún candidato había alcanzado antes ese porcentaje", dijo Durán. El buen desempeño de Mahuad como alcalde de la capital y el retiro del PSC de la lucha por la presidencia "son factores que lo han beneficiado", agregó.
Ehlers, ex conductor de televisión y candidato del Movimiento Nuevo País, que agrupa a distintos gremios, organizaciones indígenas y de empresarios, se ubica en segundo lugar, según las encuestas, con 14 por ciento de las preferencias.
La candidatura de Ehlers comenzó la campaña con 20 por ciento de respaldo, pero "el crecimiento de la campaña de Mahuad y el retiro del PSC afectó directamente a esta opción", según Durán.
La candidatura de Ehlers "se justificaba por la presencia del PSC y de Nebot, el hombre fuerte de ese partido", pues el discurso del ex conductor de televisión "se basaba en la oposición al PSC", dijo el experto.
Cerca de Ehlers, y con tendencia al crecimiento, se ubica Borja, con nueve por ciento de las intenciones de voto, "que tiene la gran ventaja de ser conocido por el electorado como hombre honesto", apuntó Peñaherrera.
En 1996, el partido de Borja apoyó la candidatura de Ehlers, que obtuvo el tercer puesto detrás de Nebot y Bucaram.
El mayor obstáculo de estos candidatos es vencer la resistencia de los votantes de la región costera de Ecuador, bastión del PSC y el PRE.
Por eso, las estrategias electorales se han dirigido hacia la costa y principalmente hacia Guayaquil, que es la ciudad más grande y poblada del país, donde se concentra del 25 por ciento de los votos.
En esa región, el PRE mantiene aún una fuerte aceptación, y a nivel nacional se encuentra en cuarto lugar con su candidato, Alvaro Noboa, ex funcionario del gobierno de Bucaram.
Noboa ha sido considerado por revistas especializadas de los Estados Unidos uno de los 33 hombres más ricos de América Latina. Su fortuna procede del Grupo Noboa, dedicado a la producción y exportación de banano, aunque tiene otros negocios en los sectores del café y el camarón.
"A pesar de que Noboa no cuenta con la popularidad de Bucaram, ni con sus dotes histriónicas, tiene los recursos suficientes para emprender una campaña electoral avasalladora, y no podemos descartar que el PRE nos de otra sorpresa como en las elecciones anteriores", consideró Durán. (FIN/IPS/mg/mj/ip/98
