ECUADOR: El monopolio estatal en seguridad social sobrevive

La Asamblea Nacional de Ecuador, que se instaló en diciembre para reformar la Constitución de este país andino, archivó hoy una serie de propuestas sobre la seguridad social, con lo que mantuvo el monopolio estatal en ese sector.

"Temo que la decisión de la Asamblea no pondrá fin a este debate y que muchos asambleístas optaron por mantener las cosas como están antes de comprometerse por el futuro", dijo este viernes Osvaldo Hurtado, presidente del órgano y ex presidente de Ecuador (1981-1984).

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) mantendrá su actual organización y, con ella, la administración del fondo de pensiones, los servicios médicos y el seguro social campesino, según las reformas aprobadas este jueves.

El sistema de seguridad social concentró en los últimos meses la atención nacional, por las múltiples propuestas y posiciones sobre reformas a estudio. La polémica alcanzó mayor intensidad la última semana, cuando la Asamblea se dispuso a analizar las propuestas sobre el asunto.

La semana comenzó con la movilización de unos 900.000 afiliados al seguro social campesino, que cerraron las principales carreteras del país para manifestar a los asambleístas su deseo de que se mantenga el actual sistema de seguridad.

Los dirigentes consideraban que la Asamblea pretendía "eliminar al seguro social campesino y privatizar al IESS", según el dirigente Jorge Loor. Pero lo decidido por la Asamblea "es una victoria histórica", dijo al dar por concluido el paro.

"Lo que se hizo es una barbaridad", consideró, por su parte, Fabián Corral, decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad San Francisco de Quito y especialista en seguridad social.

"El IESS, que representa al monopolio del Estado, está totalmente desfinanciado porque no existen mecanismos que controlen su administración", apuntó Corral.

De esta manera, "los fondos de pensiones han servido para financiar los servicios de medicina y lo que pierden en estas transacciones son los jubilados, que a veces reciben su pequeña paga y a veces no", según el experto.

Además, el seguro social campesino, "que debería financiarse de un porcentaje de todos los fondos, vive exclusivamente del subsidio estatal y eso representa un enorme gasto para el país".

"Todos los ecuatorianos coincidimos en que los servicios que brida el IESS son deficientes y queríamos un cambio", agregó.

Boris Cornejo, director de desarrollo de la Fundación Esquel, comentó a IPS que detrás de la decisión de la Asamblea se esconden intereses políticos.

"Estamos en una campaña electoral y todos los partidos políticos intentan acaparar la mayor cantidad de votos, sin importar si sus actitudes son contrarias al desarrollo del país", argumentó Cornejo.

Las elecciones generales de las que surgirá el gobierno del Ecuador hasta el 2002 se celebrarán el 31 de mayo.

La Fundación Esquel fue una de las instituciones que presentaron sus propuestas de reforma del sistema de seguridad social.

De las 57 propuestas presentadas ante la Asamblea sobre este asunto, la de la Fundación Esquel fue la que mayor consenso logró entre los asambleístas y estuvo muy cerca de ser aprobada.

"Fue un trabajo que se realizó en varios meses y en el cual intervinieron representantes de los trabajadores, empresarios y el gobierno", apuntó Cornejo.

Entre los aspectos más importantes de la propuesta figuraba la posibilidad de que la empresa privada brinde servicios de seguridad social y el mantenimiento del IESS, con tres sectores independientes administrativamente (salud, pensiones y seguro campesino).

Además, la iniciativa planteaba la creación de una superintendencias que regule las actividades económicas y financieras de la entidades.

Varias aseguradoras y fondos de pensiones privados operan hoy en Ecuador como seguros complementarios, ya que la afiliación al IESS es obligatoria. Pero no existe ningún instrumento que vigile el funcionamiento de estas instituciones privadas.

Tras la presión política, "muchos de los sectores que participaron en la construcción de esta propuesta, como el Frente Unitario de Trabajadores (la organización laboral más grande del país), retiraron su apoyo", recordó Cornejo.

"Ahora se pretende que el IESS mejore sus servicios, y que dé un saneamiento total a sus finanzas, pero eso es el cuento de nunca acabar", dijo Corral.

El gobierno de Sixto Durán Ballén (1992-1996) realizó en 1995 un referéndum sobre varios asuntos, entre ellos el seguro social.

"Los directivos del IESS gastaron millones de dólares en una campaña para defender los supuestos intereses del instituto. El asunto también se politizó, y la mayoría de los ecuatorianos optaron por mantener las cosas tal y como estaba", recordó Corral.

Entonces el IESS se comprometió a realizar una reestructuración interna para mejorar sus servicios, "pero hasta ahora eso no ha sucedido", concluyó el experto. (FIN/IPS/mg/mj/dv/98

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