CHILE: El inimaginable aniversario de Pinochet como senador

El 11 de marzo de 1998, cuando el ex dictador Augusto Pinochet juró como senador vitalicio, nadie imaginaba en Chile que hoy conmemoraría bajo arresto en Londres el primer año de su polémica llegada al Parlamento.

Los cambios en el escenario político chileno en estos 12 meses quedaron de manifiesto en esta fecha, que coincide además con el inicio del último año del gobierno del presidente Eduardo Frei y el noveno aniversario de la restauración de la democracia.

En la sede del Congreso en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, se reprodujeron este jueves, aunque con signo inverso, manifestaciones que trajeron a la memoria los actos de repudio que motivó la investidura parlamentaria del ex dictador.

Parlamentarios de la gobernante coalición de centroizquierda repudiaron hace un año la llegada de Pinochet al Senado con fotos del derrocado presidente Salvador Allende y de detenidos- desaparecidos, en un gesto de desagravio a las víctimas del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Los diputados de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), que en 1998 protegieron al ex dictador (1973-90), fueron ahora los protagonistas de una protesta por la elección como presidente de su cámara del socialista Carlos Montes.

"No a los socialistas desleales", rezaban pancartas exhibidas por parlamentarios de la UDI, para quienes el arresto del ex dictador en Londres el 16 de octubre fue el fruto de una "conjura del socialismo internacional" dirigida desde Chile.

Montes asumió la presidencia de la Cámara de Diputados en remplazo de Gutenberg Martínez, de la Democracia Cristiana, en virtud de los pactos de alternabilidad en esa función de los partidos de la oficialista Concertación por la Democracia.

El parlamentario socialista, ex preso político de la dictadura, fue abucheado en los primeros pasajes de su discurso de asunción del cargo por la bancada de la UDI, partido surgido en el entorno civil del régimen de Pinochet en 1986.

En Santiago, en tanto, Frei conmemoró el quinto año de su gestión, que culminará el 11 de marzo del 2000, con una ceremonia que congregó a 3.000 personas en el tradicional Patio de los Naranjos del palacio presidencial de La Moneda.

En el inicio de su último año, el mandatario democristiano anunció un énfasis en la política social para contrarrestar el impacto de la crisis recesiva en los sectores más pobres, con planes de combate al desempleo, sobre todo entre los jóvenes.

En su discurso de aniversario, Frei aseguró que su gobierno seguirá trabajando hasta su último día por la vigencia de los derechos humanos y en especial por esclarecer la suerte de los 1.190 desaparecidos que dejó la dictadura.

El presidente admitió que los derechos humanos constituyen una tarea pendiente de la transición democrática, aludiendo así indirectamente a la situación que el 16 de octubre originó la detención de Pinochet en una clínica de Londres.

El senador vitalicio de 83 años fue arrestado a solicitud del juez español Baltasar Garzón, quien instruye en Madrid un proceso por crímenes contra la humanidad contra las antiguas dictaduras de Chile y Argentina (1976-83).

La suerte del ex dictador continúa en la incertidumbre, ya que está pendiente un fallo del Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores sobre la aplicabilidad en este caso de la inmunidad soberana que Gran Bretaña otorga a ex jefes de Estado.

Si el dictamen de los lores le fuera adverso, Pinochet deberá permanecer largo tiempo en Londres, enfrentando un juicio de extradición a España, un escenario que en marzo de 1998 no imaginaba ni el más tenaz de sus detractores.

Para bien o para mal, el ex dictador sigue gravitando en la política chilena, aun a la distancia, con el mismo protagonismo que mantuvo como comandante en jefe del Ejército, cargo que entregó recién un día antes de jurar como senador.

Su sucesor en el mando castrense, general Ricardo Izurieta, dijo este miércoles, a propósito de su primer año en el cargo, que el Ejército se siente frustrado por la detención en Londres de Pinochet.

En medios políticos se evaluó positivamente la gestión de Izurieta como un general que en medio de las imprevistas turbulencias desatadas desde octubre ha logrado mejorar la imagen de su arma y las relaciones cívico-militares.

El nuevo comandante en jefe realizó en este año una silenciosa y a la vez efectiva labor de desplazamiento de posiciones de mando y bloqueó ascensos de oficiales comprometidos en crímenes represivos que eran protegidos de Pinochet.

No obstante estos progresos, Frei ingresa a su último año con emplazamientos críticos en el frente de los derechos humanos, en especial por su posición de defensa de Pinochet, invocando principios de soberanía y de territorialidad de la justicia.

El mandatario iniciará este viernes una gira a Praga y París, y en esta última ciudad unos 4.000 exiliados chilenos preparan manifestaciones pacíficas para hacer ver su apoyo al juzgamiento internacional del ex dictador.

A pesar de que en Chile se presentaron 19 querellas criminales contra Pinochet desde enero de 1998, en los círculos de derechos humanos se sostiene que no existen condiciones reales para juzgarlo, por la ley de amnistía de 1978 y el poder implícito de las Fuerzas Armadas. (FIN/IPS/ggr/dg/hd-ip/99

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