PANAMA: Grandes bancos comienzan a acaparar el negocio

Las fusiones y compra de bancos pequeños por entidades más grandes en procura de un mejor posicionamiento en el mercado, se puso a la orden del día en el centro financiero de Panamá, en el marco del proceso de globalización de la economía.

Los cuatro principales bancos privados de capitales locales comenzaron un proceso de fusiones y compra de otras instituciones más pequeñas de este país y América Central, con el propósito de ser más fuertes, eficientes y competitivos en el mercado nacional y regional.

En Panamá operan 120 bancos, de los cuales 60 son de capitales netamente nacionales y concentran 40 por ciento de los activos totales del centro financiero, estimados en 36.578 millones de dólares.

La última operación para formar los futuros grandes bancos que, según los expertos se apoderarán del sistema, ocurrió a fines de agosto con la fusión del Banco General y el Banco Comercial (Bancomer), que suman activos por 2.300 millones de dólares y patrimonio de 241 millones de dólares.

En el correr del 2000 ambos bancos pasarán a ser una sola institución, con una cartera de créditos cercana a los 1.500 millones de dólares y posicionada como la más importante entre los bancos de capitales locales, comentó a IPS un alto ejecutivo de Bancomer.

Abel Mercado, gerente del Banco Ganadero, afirmó que el segmento de banca local establecida en el centro financiero "podría operar con 16 bancos en lugar de los 60" actuales.

Ocho bancos privados controlan 55 por ciento de los activos de ese grupo de capitales nacionales, 62 por ciento del patrimonio y 61 por ciento de los depósitos internos, según Mercado.

En tanto, el economista Marcos Fernández dijo que el proceso de concentración de la banca local se produce en momentos en que "los sectores financieros en el mundo están en un proceso de consolidación, porque las normas internacionales exigen capitales en los bancos".

El experto subrayó que en el futuro los bancos que lograrán crecer de manera rentable "serán aquellos que tengan costos de dineros bajos. Esto significa que podrán acceder a fondos internacionales a tasas de interés competitivas".

"De esta manera, esos bancos tendrán mayores recursos para financiar proyectos, podrán prestar dinero más barato y captar clientes menos riesgosos en sus carteras de crédito", indicó.

La fusión entre el Banco General y Bancomer les permitió entrar en el privilegiado círculo de bancos de América Latina con calificación internacional de inversión (investment grade), que le va a permitir obtener recursos desde el exterior para mejorar la competitividad.

Pero Banco General y Bancomer no fueron los únicos en saltar al ruedo de las fusiones y compra de bancos pequeños.

El Global Bank, tercero en importancia entre la banca de capitales nacionales, compró en junio el 100 por ciento del paquete accionado del banco cooperativo Colabanco, cuyos activos superaban los 100 millones de dólares.

Mientras, el Banco del Itsmo, el segundo más importante, viene desde fines de la década anterior en constante crecimiento, que lo llevó a adquirir sucursales del estadounidense Citibank, la sucursal panameña del Banco de Colombia, hasta llegar este año a la compra de la Corporación Banex, de Costa Rica.

Con esa operación, por la cual pagó 105 millones de dólares, el Banco del Istmo se convirtió en uno de los primeros bancos de este país en exportar capitales hacia el exterior y cuenta hoy con activos que superan los 1.686 millones de dólares.

"Las compras y adquisiciones han sido parte de nuestra cultura y es parte de lo que somos hoy", indicó el gerente del Banco del Istmo, Montague Belaguer, al comentar la expansión de la institución hacia América Central.

Luego de esa operación del Banco del Istmo, el Banco Aliado, Panabank y el Hamilton Bank se unieron para comprar 51 por ciento del total de acciones del Banco de Nicaragua, por una suma nunca revelada.

Sin embargo, algunas irregularidades cometidas por funcionarios en el proceso de venta, ambientaron una investigación del gobierno y una suspensión del acuerdo.

Rafael Endara, gerente general del Banco Disa, ubicado entre los ocho más grandes, estimó que con las fusiones y compras ya realizadas por algunas instituciones locales se puede decir que "el proceso ya comenzó y no parará hasta que se haya logrado consolidar la banca panameña".

"La idea es hacerse más fuertes porque hay que enfrentar un milenio con muchos retos", adujo Endara.

Otras sucursales de bancos extranjeros que operan en Panamá también entraron en el nuevo proceso de concentración de la banca mundial señalado por Fernández.

Tal es el caso de la sucursal del Banco Ganadero de Colombia vendida al español Banco Bilvao Vizcaya, la del Banco Santacruz de la Sierra, de Bolivia, comprada por Banco Central Hispano, de España, y la del brasileño Banco Real en proceso de fusión con el Amro-Bank, de Holanda. (FIN/IPS/sh/dm/if/99)

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