AMBIENTE: Escolares de Uruguay reciclan papel y cartón

Unos 30.000 alumnos de escuelas primarias de Uruguay participan en un programa de reciclaje de papel y cartón, como forma de cuidar el ambiente y de iniciación al consumo sustentable.

El programa denominado Repapel, que se desarrolla en Montevideo y en centros educativos del departamento de Cerro Largo, en el norte del país, recibió este año una financiación del Fondo de las Américas, pero su objetivo es ser autosuficiente.

Repapel también es patrocinado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Intendencia (alcaldía) Municipal de Montevideo.

"El objetivo es que los habitantes de Montevideo aprendan desde muy chicos a respetar el ambiente, a volver a utilizar los materiales que puedan serlo, a evitar la tala de árboles y, en definitiva, a ahorrar recursos", dijo a IPS el psicólogo Eduardo Gighi, coordinador del programa.

Gighi, integrante del Centro de Estudios, Análisis y Documentación del Uruguay (CEADU) que lleva a cabo este proyecto, sostuvo que los montevideanos tienen una muy mala relación con su propio ambiente.

"Echan a la calle la basura sin respetar los horarios de paso del recolector o simplemente la arrojan al pavimento, cosa que jamás harían en sus propios domicilios, y no se se hacen cargo de esa 'negligencia', exigiendo a los servicios municipales que lo hagan", señaló.

El Programa de Educación Ambiental del CEADU, en el cual se enmarca esta iniciativa, entre otras cosas apunta a que se vaya corrigiendo esa actitud, ya que también incluye actividades de "concientización" de alumnos de 100 escuelas montevideanas en "temas globales relacionados con el entorno ecológico".

Para el proyecto de reciclaje de papel y cartón los niños deben reunir los materiales en sus domicilios, entre sus vecinos o en los comercios del barrio, y luego llevarlos a sus respectivos centros educativos.

"La idea es que la escuela sea sólo un lugar de paso de estos materiales y no de almacenamiento, con el fin de que no entorpezca el curso habitual de las clases", precisa Gighi.

Los materiales son trasladados de los centros de enseñanza a una fábrica, que los procesará para luego devolverlos a los alumnos transformados en útiles escolares, como blocs y cuadernos, y otros productos, en especial papel higiénico, por un valor equivalente al papel y el cartón recibidos.

Unas 10 empresas ya han manifestado interés en colaborar de una manera u otra con el proyecto.

"Los niños deben aprender a clasificar el papel según sus posibilidades de reutilización y su valor de mercado, para lo cual reciben instrucción, al igual que sus maestros, en el marco de talleres prácticos", señalaron integrantes del CEADU.

Alumnos de escuelas que ya están participando en el proyecto declararon que "con lo que se ha logrado hacer hasta ahora" ya adquirieron "un mayor respeto por el ambiente" del que tenían anteriormente.

"Habíamos sentido hablar del reciclaje de papel, pero no teníamos idea de qué significaba concretamente y para qué servía. Ahora lo sabemos y estamos en condiciones de identificar los materiales que pueden ser transformados para generar otros productos útiles", dijo uno de ellos.

A fines del año lectivo, en diciembre, cada niño que intervenga en el proyecto Repapel recibirá un bloc fabricado con el papel que recolectó.

"Pretendemos que esta iniciativa continúe en el 2000, que se sistematice en todo el medio escolar de Montevideo y en lo posible del interior del país, y que en ella tomen parte no solo los poderes públicos sino también un número creciente de empresas privadas", subrayó Gighi. (FIN/IPS/dm/ed en/99

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