México y Uruguay firmaron esta semana un acuerdo de complementación económica que profundiza preferencias arancelarias, establece normas de acceso a mercados, reglas de origen y cláusulas de salvaguardia, entre otros mecanismos que amplían un convenio de 1986.
El nuevo acuerdo entrará en vigor 30 días después de que ambos países acrediten haber concluido los trámites jurídicos internos y regirá hasta que sea sustituido por el que se sucriba entre México y el Mercado Común del Sur (Mercosur), bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La perspectiva de un acuerdo entre el Mercosur y México fue destacada por el ministro de Economía de Uruguay, Luis Mosca, durante la ceremonia de firma del acuerdo que se cumplió en la sede de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), en Montevideo.
La presencia de Mosca, así como la del canciller uruguayo Didier Opertti y del presidente electo Jorge Batlle le dieron un marco de trascendencia al acto realizado el miércoles, que habitualmente es protocolar en circunstancias similares.
Batlle ha señalado en forma reiterada su propósito de afianzar las relaciones de Uruguay con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que integran Canadá, Estados Unidos y México.
"A través del acuerdo, México da un paso hacia el sur y Uruguay simultáneamente da un paso hacia el norte", dijo el embajador mexicano Rogelio Granghillhome.
Cuando comience a regir el nuevo convenio, México pasará a otorgarle a Uruguay la desgravación arancelaria total para 96 por ciento de sus productos industriales.
Para el caso de los tejidos de lana uruguayos, México ampliará 50 por ciento la cuota mediante la cual estos productos pueden ingresar al país del norte con preferencia arancelaria total.
Esto beneficia a exportaciones de tejidos de lana por hasta 8,4 millones de dólares, monto que podrá incrementarse cinco por ciento anual entre el 2001 y el 2003, siempre que se cubra la totalidad de la cuota del año anterior.
En el sector agropecuario se destaca la reducción de 13 a 10 por ciento al arancel que la carne bovina uruguaya pagará en México, que se producirá en cuatro etapas a partir de la entrada en vigor del acuerdo.
Por su parte, Uruguay a otorgará a México 100 por ciento de preferencia arancelaria en 87 por ciento del universo arancelario. A esto se añade un cuatro por ciento adicional del universo, que gozará de una preferencia de 70 por ciento.
En 77 por ciento del universo textil de confección, México gozará ahora de preferencias arancelarias de 70 por ciento y en otro 15 por ciento de este universo contará con 50 por ciento de prerferencia.
En el sector agropecuario, Uruguay otorgó a México la liberalización inmediata a productos tales como café, aguacate, cítricos, frijol, espárragos procesados, tequila, ron, mezcal y tabaco.
En forma adicional, Uruguay reconoce la denominación de origen al tequila y mezcal, para uso exclusivo de productos elaborados y certificados en México, una vez que se cumplan los requisitos establecidosa en Uruguay para ese propósito.
En materia comercial el acuerdo incorpora disposiciones y conceptos destinados a mejorar y facilitar la aplicación del régimen de origen y se perfecciona la determinación de requisitos específicos de origen para ciertos productos.
Al mismo tiempo se desarrolla un mecanismo más idóneo de salvaguardias globales, bilaterales y provisionales, con sus correspondientes procedimientos de aplicación, informaron los negociadores.
El acuerdo agregó un capítulo específico sobre prácticas deseleales de comercio y un mecanismo rápido de solución de controversias.
En procedimientos aduaneros se estableció un mecanismo de certificación realizado por las autoridades competentes, que homologa el procedimiento de llenado de certificados.
Por otra parte, incorpora un mecanismo de verificación y control de origen de las mercancías para asegurar que sólo los productos originarios se benefien de esas preferencias.
Las negociaciones entre México y Uruguay se extendieron durante cinco meses y fueron impulsadas por el presidente mexicano Ernesto Zedillo durante una visita oficial que cumplió a Uruguay en julio.
Las exportaciones uruguayas al país norteamericano alcanzaron un máximo de 46,6 millones de dólares en 1994, antes de la crisis que estalló en diciembre de ese año en México.
A partir de esta las ventas cayeron a 14,9 millones de dólares en 1995 y entonces comenzó una lenta recuperación.
Entre enero y agosto de 1999 Uruguay exportó a México 19,7 millones de dólares, 13 por ciento más que en el mismo periodo de 1998. (FIN/IPS/rr/mj/if/00
