El líder independentista de Timor Oriental Xanana Gusmao reiteró durante una gira por el sudeste de Asia que su nación, la más joven del mundo, necesita en forma desesperada desarrollo económico, para aliviar la vida de un pueblo cansado de conflictos.
Gusmao y José Ramos Horta, Premio Nobel de la Paz, emprendieron una gira de tres semanas por China, Corea del Sur, Singapur, Tailandia, Filipinas y Malasia, para pedir ayuda a esos países, pese a que no todos ellos apoyaron a Timor Oriental durante sus décadas de lucha contra la dominación de Indonesia.
Timor Oriental, tras lograr su autodeterminación y devastado por la guerra civil, afronta la dura tarea de transformarse en una economía próspera.
En Timor Oriental no queda mucho más que su población hambrienta, con 90 por ciento de la infraestructura destruida y tras sufrir ataques de milicias proindonesias desde el plebiscito de autodeterminación realizado el 30 de agosto, en el cual la amplia mayoría eligió la independencia total de Yakarta.
Gusmao dijo que el territorio, con 400.000 habitantes, "no debe ser reconstruido, sino construido desde los cimientos", durantre una conferencia de prensa en la cual un inversor coreano preguntó sobre las perspectivas de la inversión asiática en la isla.
"La independencia debe significar que se garantice a la gente de Timor Oriental una mejor calidad de vida, para compensarla por todos sus sacrificios", añadió.
Gusmao y Ramos Horta llevaron su mensaje a Filipinas y se reunieron el sábado con el presidente de ese país, Joseph Estrada.
Estrada expresó que Filipinas no puede proporcionar grandes cantidades de dinero en ayuda, pero vería complacido que estudiantes timorenses concurran a sus centros de enseñanza, informó Rodolfo Reyes, secretario de Prensa del gobierno filipino.
Los visitantes "reconocieron que Filipinas tiene un buen sistema de educación y esperan poder enviar estudiantes timorenses a escuelas filipinas", añadió Reyes.
Gusmao y Ramos Horta agradecieron a Manila su participación en las fuerzas multinacionales enviadas a Timor Oriental para restablecer la paz. Filipinas aportó 600 soldados a esas fuerzas y un general filipino comanda la Autoridad de Transición de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNTAET).
Filipinas tiene lazos especiales con Timor Oriental, ya en ambas naciones la mayoría de la población es católica, una característica poco usual en la región. Diversos grupos eclesiásticos y misioneros filipinos han participado en tareas humanitarias en territorio timorense.
Estrada dijo que los empresarios filipinos, al igual que los tailandeses, examinan las perspectivas de inversión en pesca y agricultura en Timor Oriental.
Gusmao y Ramos Horta se reunieron en Bangkok con el primer ministro Chuan Leekpai, con el canciller Surin Pitsuwan y con un grupo de hombres de negocios encabezados por CH Karnchang, responsable de una de las principales firmas de construcción de Tailandia.
Los hombres de negocios tailandeses expresaron su interés en invertir en distintas áreas de Timor Oriental, incluyendo desarrollo de infraestructura, obras públicas, pesca y turismo.
Ambos líderes timorenses señalaron que la necesidad de inversiones extranjeras es una prioridad, pero tambien insistieron en que prefieren inversiones que se acompañen de transferencia de tecnología y desarrollo de recursos humanos.
"Como todos saben, carecemos de capacidad técnica y de grandes capitales. Estamos abiertos a la inversión extranjera e invitamos a empresarios que quieran transferir a la isla tecnología o capitales, para ayudarnos a caminar con nuestros propias piernas", dijo Gusmao.
"Tenemos el mejor café en el mundo, pero debemos comenzar de cero", señaló Ramos Horta, quien afirmó que Singapur es un modelo de desarrollo para Timor Oriental, y elogió la eficiencia y responsabilidad del sector privado de ese país.
"Necesitamos recursos humanos calificados y apoyo a la agricultura, y debemos comenzar a trabajar en educación e instalar un sistema de salud', agregó.
Chuan sugirió durante su reunión con los visitantes que los timorenses, en su mayoría campesinos, traten de desarrollar la actividad agrícola, para aumentar su producción granjera y lograr la autosuficiencia alimentaria en el futuro.
El gobierno de Tailandia ofreció a Timor Oriental formación especializada en agricultura con los criterios de economía sustentable aplicados en ese país. Unas 20 toneladas de arroz, cuyo valor es casi 19.000 dólares, fueron donadas a los timorenses como parte de la ayuda tailandesa.
El ex primer ministro tailandés Anand Panyarachun declaró tras reunirse con Gusmao y Ramos Horta que ambos confirmaron su intención de que Timor Oriental logre desarrollar una economía de autosuficiencia.
Otra cuestión principal de la estrategia diplomática timorense es, además de la búsqueda de asistencia económica e inversiones, lograr el ingreso de Timor Oriental a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el principal bloque de la región.
Ramos Horta dijo que Timor Oriental desea participar en forma activa en los debates de la ASEAN y en el proceso de resolución de sus problemas, añadiendo que no desea ser un problema para la región sino involucrarse en su desarrollo.
El canciller tailandés declaró que realizará consultas con otros miembros de la ASEAN acerca de la participación timorense en la reunión ministerial de la organización prevista para julio.
"Si las autoridades tailandesas nos invitan, cualesquiera sean las condiciones, será muy grato para nosotros asistir", dijo Ramos Horta.
La calida recepción de Filipinas y Tailandia a los visitantes timorenses concuerda con el apoyo que esos países brindaron a Timor Oriental, en especial cuando era asolado por las milicias proindonesias, en contraste con otros miembros de la ASEAN.
La cuestión de la violación de derechos humanos en Timor Oriental por parte de Indonesia fue un problema delicado durante décadas para la ASEAN, y los lazos de sus miembros con Yakarta causaron a menudo que no prestaran atención a las atrocidades perpetradas en la isla desde la ocupación indonesia en 1975. (FIN/IPS/tra-en/pd-js/js/ego/ip if/00)
