ZIMBABWE: Nigeria y Sudáfrica apoyan polémica reforma agraria

Los presidentes de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y de Sudáfrica, Thabo Mbeki, pidieron a la comunidad internacional que apoye el programa de reforma agraria de Zimbabwe y advirtieron que el país no será independiente hasta que el problema se resuelva.

«No debemos perder de vista que hasta que la reforma agraria se realice de manera que satisfaga a la mayoría del pueblo de Zimbabwe, entonces la guerra de independencia no habrá acabado», declaró Obasanjo en nombre de los dos presidentes africanos.

En 1980 Zimbabwe se independizó de Gran Bretaña después de una larga guerra, provocada principalmente porque la minoría blanca se negaba a compartir o entregar a la mayoría blanca la tierra que había ocupado ilegalmente hace más de 100 años.

Obasanjo y Mbeki se reunieron con su par de Zimbabwe, Robert Mugabe, en Harare este jueves en una reunión convocada por el jefe de Estado nigeriano para discutir asuntos de interés regional, como la guerra en República Democrática de Congo y la inestabilidad en Africa occidental.

La comunidad internacional de donantes se distanció de Zimbabwe debido a su controvertido plan de reforma agraria.

El gobierno pretende reubicar a millones de sus habitantes negros en tierras fértiles, la mayor parte perteneciente a descendientes de colonos blancos que colonizaron Zimbabwe hace más de un siglo.

En este sentido, el gobierno permitió que cientos de veteranos de la guerra de independencia ocuparan a partir de febrero más de mil granjas pertenecientes a blancos. En el proceso fueron asesinados varios granjeros y atacados sus trabajadores.

Aunque la mayoría de la población opina que la reforma se debe hacer, partidos opositores, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales discrepan en la forma en que se hace.

«La reforma agraria en Zimbabwe es un tema que no es sólo actual sino que afecta a casi todos en este país y también afecta a aquellos fuera de este país», dijo Obasanjo a la prensa en Harare.

«Existe una ley que estipula lo que debe hacerse y cómo se debe hacer», agregó.

La ley en cuestión exige al gobierno británico que pague una compensación a los granjeros blancos por las tierras que les sean confiscadas.

«Pedimos a la comunidad internacional que apoye la resolución de este problema y brinde apoyo material para que la indemnización, que también es parte de la ley, se pague», dijo Obasanjo.

Pero la mayoría de los donantes sólo entregarán fondos si estos se dirigen al alivio de la pobreza, lo que no ha sido el caso cuando el gobierno ha adquirido tierras, algunas de las cuales fueron a parar a manos de altos funcionarios.

Más de mil millones de dólares hacen falta para reubicar a millones de familias negras que sobreviven en tierras comunales. Por otra parte, 11 millones de hectáreas fértiles, la mitad del total, pertenecen tan solo a 4.500 granjeros blancos.

Hace dos semanas, Dinamarca canceló la ayuda a Zimbabwe en protesta por violar el imperio de la ley con respecto de las granjas. El gobierno danés manifestó su decepción «porque el gobierno de Harare no acató la decisión de la Corte Suprema de poner fin a la ocupación ilegal de granjas y tierras».

Los granjeros blancos sostienen que sólo abandonarán sus granjas si el gobierno los indemniza. Pero los negros, entre ellos Mugabe, argumentan que ellos no deben pagar por la tierra que les fuera robada a sus ancestros cuando colonos blancos conquistaron el territorio.

Lo que más irrita a los zimbabwenses es que parte de esas tierras fértiles fueron dadas a los blancos por haber peleado en las dos guerras mundiales, que en realidad no tuvieron nada que ver con Zimbabwe, según la mayoría negra.

Pero cuando se obtuvo la independencia en 1980, un acuerdo firmado en Lancaster, Gran Bretaña, impidió al gobierno zimbabwense confiscar durante 10 años las tierras agrícolas. A cambio, Londres acordó que aportaría un dólar por cada dólar que Zimbabwe pagara en indemnización para comprar las granjas.

El gobierno acusa a Gran Bretaña de incumplir su promesa.

«La lucha por la independencia en Zimbabwe en realidad es la lucha por la reforma agraria», declaró Obasanjo.

El presidente nigeriano se ofreció como intermediario para allanar las diferencias entre Zimbabwe y Gran Bretaña por el tema de la tierra.

Mugabe dijo que el gobierno británico y laborista de Tony Blair es «peor que el de los conservadores» porque Londres se niega a asumir su obligación jurídica para ayudar en el programa de reforma agraria porque considera que no tiene lazos que lo aten al colonialismo.

Desde que activistas homosexuales atacaran a Mugabe en Londres, en octubre, las relaciones entre los dos países se han deteriorado aun más.

Los activistas intentaron realizar un arresto ciudadano contra Mugabe mientras el presidente de Zimbabwe estaba de visita privada en Londres.

Mugabe, conocido por su postura contra los homosexuales, culpó del ataque al gobierno británico, al cual acusó de recurrir a «matones gays» para presionar al gobierno zimbabwense a no confiscar la tierra. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/ip/00

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