ALCA-CANADA: Empresas pagan por acceder a Cumbre de las Américas

Partidos opositores y organizaciones civiles advirtieron que el gobierno de Canadá ofrece a las compañías privadas contactos preferenciales con los líderes políticos que asistirán a la Tercera Cumbre de las Américas.

El encuentro, que se realizará entre el 20 y el 22 de abril en la ciudad de Québec, contará con auspicios y donaciones de grandes empresas —muchas de ellas subsidiarias de compañías estadounidenses— a pedido del gobierno canadiense.

Durante la cumbre se discutirá la propuesta del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Una firma organizadora de campañas de presión vinculada al Partido Liberal, en el gobierno, obtuvo más de un millón de dólares de las empresas, ofreciéndoles a cambio acceso directo a los principales líderes durante los encuentros sociales de la cumbre.

Algunas empresas aportaron hasta 500 mil dólares para auspiciar reuniones como rondas de café, almuerzos o incluso la recepción oficial, con espectáculo cultural incluido, que ofrecerá el primer ministro Jean Chrétien.

Como contrapartida, las firmas obtendrán «ubicaciones preferenciales» en las cenas con los líderes mundiales, así como invitaciones a las reuniones sociales.

En respuesta a estos hechos, la organización no gubernamental de Ottawa Democracy Watch (Control Democrático) solicitó al Comisionado en Asuntos Eticos del gobierno federal que investigue tales auspicios.

Duff Conacher, coordinador del grupo, afirmó que la decisión del gobierno de obtener auspicios corporativos «equivale a corromper la democracia».

A comienzos de esta semana, Chrétien defendió públicamente los auspicios, sosteniendo que son un aspecto habitual del sistema de las cumbres.

«Cada vez que hemos celebrado cumbres en Canadá hemos invitado a las empresas privadas a colaborar con el gobierno para ofrecer la mejor recepción posible», declaró Chrétien ante el Parlamento. «Todo el mundo lo hace en forma voluntaria», agregó.

«La mayor parte de esta gente tiene intereses en América Latina. Como todos vienen a la ciudad, quieren mostrar que son tan buenos ciudadanos canadienses como lo son de esos países. Ninguna empresa tendrá acceso privilegiado a los líderes durante las reuniones», sostuvo el mandatario.

Chrétien agregó que los representantes de las empresas «estarán presentes entre cientos y cientos de personas durante las recepciones».

Como ejemplo, el primer ministro dijo que las compañías que auspiciaron en 1997 la reunión, en Vancouver, de los líderes de la Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC por sus siglas en inglés) obtuvieron beneficios similares.

Al ayudar a realizar la cumbre, las empresas son sólo «buenas ciudadanas», concluyó el gobernante.

Sin embargo, muchas organizaciones contrarias a la globalización afirman que tales «donaciones», sumadas a las medidas de seguridad para mantener a los manifestantes lejos de la cumbre, muestran que el gobierno está sumamente comprometido con las grandes empresas.

«Los funcionarios de comercio dicen que este es un negocio más. Por apenas medio millón de dólares las corporaciones pueden saltar la valla de tres metros de altura y pasar al otro lado», dijo este martes en el Parlamento la dirigente del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático, Alexa McDunnough.

En efecto, la policía está levantando un cerco de tres metros de altura para mantener a decenas de miles de manifestantes que planifican protestas durante la cumbre, a varios kilómetros de distancia de las áreas de reunión.

«¿El primer ministro no tiene idea por qué a los ciudadanos comunes esto les parece inaceptable? Para él es correcto que las grandes empresas compren acceso político a la Cumbre de Québec», dijo McDunnough.

«Esto no tiene nada que ver con gastar menos dinero. Tiene que ver con dar acceso preferencial a las empresas privadas», sostuvo.

Maude Barlow, directora del Consejo de los Canadienses —el grupo antiglobalización más crítico del país— sostiene que los auspicios son una clara prueba de que el ALCA es manejado por las empresas y que el gobierno anfitrión no quiere exponer a los delegados a ningún punto de vista diferente.

«Es injusto. Cuanto más pagas, más acceso tienes. Es un privilegio que el resto de los ciudadanos no tendremos», sostuvo.

Mientras, más de cinco mil efectivos de las policías federal, provincial y local se están desplegando en torno a la histórica zona fortificada de Québec. Además, las autoridades negaron el ingreso al país a más de 20 activistas en la frontera entre Canadá y Estados Unidos.

En las últimas semanas el ALCA se ha vuelto tema de crecientes discusiones debido en gran medida a que el gobierno no divulgó aún los borradores de la propuesta de acuerdo.

El pasado fin de semana, varios grupos realizaron talleres preparatorios en las principales ciudades canadienses para entrenar a los activistas en las tácticas de desobediencia civil.

«Esta es una oportunidad para reflexionar y aprender sobre el ALCA, de tal modo que sepamos de qué hablamos y por qué estaremos en las calles de la ciudad de Québec», dijo Steven Staples, coordinador de campañas del Consejo de los Canadienses.

Los activistas sociales dicen que el acuerdo comercial despojará a los gobiernos nacionales de sus facultades para aprobar leyes y reglamentaciones para proteger al público, el ambiente y los servicios sociales.

«Se trata de colocar a la democracia bajo control empresarial», afirmó Staples, agregando que este será el acuerdo comercial de mayor trascendencia hasta la fecha. Staples espera una concurrencia de 50 mil manifestantes a la Cumbre de las Américas. (FIN/IPS/tra-en/mb/da/dc/aq/ip/01

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