Organizaciones feministas de España y de América Latina repudiaron hoy por machista e incitador de la violencia contra las mujeres a Francisco Umbral, a la misma hora en que el periodista y escritor recibía el Premio Cervantes, el más importante de las letras hispanoamericanas.
Un centenar de mujeres forzaron la entrada y ocuparon pacíficamente la sede de la Real Academia de la Lengua Española en Madrid, cuyo director, Víctor García de la Concha, integró el jurado que otorgó el premio a Umbral.
Las ocupantes consideraron que para decidir un premio no debe considerarse sólo la calidad literaria de un escritor sino también su personalidad y su posición ante cuestiones fundamentales, como la dignidad de las mujeres.
Umbral incitó en muchos de sus escritos a la violencia contra las mujeres, afirmaron las manifestantes, que desplegaron una pancarta en la sala central de la Real Academia y leyeron un comunicado firmado por numerosas organizaciones de mujeres de España y América Latina.
En el comunicado difundido por las manifestantes, se reproducen algunas de las frases que dan pie a sus afirmaciones. Una de ellas dice: «El odio violento es la manera más pacífica que tiene de expresar su amor un marido, un amante, un enamorado».
«A uno la violación le parece el estado natural/sexual del hombre (…). El violador del Ensanche (…) llevaba navaja para persuadir a sus víctimas, si es que puede llamarse así a la beneficiaria de un polvo inesperado, azaroso, forajido y juvenil» es otra de las frases mencionadas.
«La hembra violada parece que tiene otro sabor, como la liebre de monte. Nosotros ya sólo gozamos mujeres de Piscifactoría», escribió Umbral, en otro pasaje reproducido.
Esas palabras se refieren a la serie de violaciones cometidas con saña a comienzos de los años 80 por Francisco López Maíllo, condenado en 1985, en una avenida de los alrededores de Madrid conocida como el Ensanche. López Maíllo está hoy en libertad, a pesar de haber sido condenado a 592 años de cárcel.
La manifestación pacífica duró una hora y las ocupantes se retiraron poco antes de la llegada de la policía. Durante el acto, además de leer varios textos aludiendo a la misoginia que atribuyen al flamante Premio Cervantes, las feministas criticaron a los responsables del galardón.
La crítica más dura se dirigió al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes de España, encabezado por Pilar del Castillo Vera.
El Ministerio debería ser «símbolo de la cultura y las letras españolas», pero, por el contrario, distinguió «a alguien que se ha destacado por realizar sin ningún tipo de pudor apología a la violencia de género».
«El premio a la obra de Francisco Umbral representa el premio a una cultura y a un sistema que discrimina a las mujeres, que las considera inferiores a los hombres, que las humilla, las insulta y las agrede, y, peor aún, que se enorgullece de hacerlo», sostuvieron las mujeres.
Por ello, sostuvieron que «la Academia de la Lengua y el Ministerio de Educación y Cultura, al otorgarle el Cervantes a Umbral, premian por extensión a una cultura abiertamente cómplice de la violencia que los hombres ejercen contra las mujeres.
También «recompensan a un sistema patriarcal que es la raíz de esta realidad y que no parece tener intención de cambiar», agregaron.
Umbral escribió, en otra cita recordada por las manifestantes: «Nos lo dejó dicho el árabe español con alma de nardo: 'Azota a tu mujer todos los días, que ella sabrá por qué'. Un poco machista, el dicho, pero a los árabes tenemos que disculpárselo todo, porque son nuestros espónsores de Platón, de la arquitectura y de tantas cosas».
En sus escritos periodísticos, Umbral también se refirió a «la Tani», como se conoció a una mujer que mató a su marido después de soportar durante años la violencia a la cual éste sometía sobre ella y sobre sus hijos.
«La Tani ha sido condenada a 14 años de cárcel por matar a su marido, que la sometía a malos tratos (…) El movimiento popular a favor de la Tani está muy bien, y los hombres debiéramos hacer algo semejante cuando un marido, tras dejarse los cuernos contra una puerta, se mantea a la santa en plan jarrapellejos», escribió Umbral.
Después de ese párrafo, en que se emplea el término «la santa» como sinónimo de «la cónyuge», añadió: «Ella sabrá por qué. De todos modos, uno cree que lo más civilizado y pacífico es tener otra (mujer) de repuesto».
Los simpatizantes de Umbral afirmaron que estos escritos apelan a licencias literarias, que su autor utiliza la provocación como estilo literario y que sus palabras no deben ser entendidas al pie de la letra. Además, sostuvieron, las citas fueron sacadas de contexto.
Pero las feministas insistieron en que «los premios no se limitan a condecorar la prolija tarea de las personas galardonadas», pues suponen «también la aprobación implícita de la calidad humana y ética de quien lo recibe por parte de quien lo otorga».
Hoy, añaden, «es día de vergüenza y desprestigio para nuestra sociedad y nuestra cultura, un día en el que ni mujeres ni hombres tenemos nada que celebrar. Los asesinos utilizan el hacha para matar a las mujeres y Francisco Umbral utiliza las letras para defender a esos asesinos».
Además de una treintena de organizaciones feministas españolas, firmaron la protesta el Centro de Estudios e Investigación de la Mujer y la Fundacion Mujeres en Igualdad, ambas de Argentina, el Center for Women's Global Leadership, de Estados Unidos, y Feministas en Marcha/CLADEM, de Puerto Rico.
La diputada mexicana Alma Gómez Caballero envió un mensaje en que calificó de vergüenza para la humanidad el otorgamiento del premio a Umbral.
La Asociación de Teólogas Españolas se sumó a la protesta contra el premio Cervantes a Umbral «porque lesiona a las mujeres como seres humanos, porque no entendemos que sus palabras, en muchos momentos, sean cultura al denigrar a las mujeres y sus derechos fundamentales».
Pero la escritora Rosa Regás, que asistió a la entrega del Premio Cervantes en Alcalá de Henares, sostuvo que «el mayor atractivo de la escritura de Umbral es un poder de seducción de tal magnitud que no deja indiferente a nadie».
El jurado que adjudicó el premio votó dividido y su presidente usó su voto calificado para desempatar.
Ese hecho hizo que a su vez se dividieran en dos los medios de comunicación, unos encabezados por El País, criticando el otorgamiento del premio a Umbral, y otros, liderados por El Mundo — donde el escritor es columnista—, apoyándola. (FIN/IPS/af/mj/hd cr/01
