TRANSPORTE: ONU contra el miedo a volar

La Organización de Naciones Unidas (ONU) procura una estrategia para fortalecer la seguridad en la aviación comercial internacional, gravemente afectada por los atentados del 11 de septiembre con aviones civiles en Nueva York y Washington.

La Organización Internacional de Aviación Civil de la ONU (ICAO), discutirá este martes y miércoles en la sudoriental ciudad de Montreal, Canadá, formas de profundizar la responsabilidad de los estados miembros en «prevenir, combatir y erradicar actos de terrorismo que involucren a la aviación civil».

Asistirán al encuentro delegados de 169 estados integrantes de la ICAO y de 32 organizaciones internacionales de aviación civil.

Los ataques terroristas del 11 de septiembre, perpetrados con aviones repletos de pasajeros contra el World Trade Center, en Nueva York, y la sede del Departamento de Defensa, en Washington, provocaron una marcada reducción de viajes en avión, que agravó la crisis de la navegación aérea comercial.

Desde septiembre se han perdido 400.000 empleos en la industria aeronáutica por el efecto combinado del temor a los viajes y el enlentecimiento cíclico del sector, sostuvo la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Aerolíneas, aeropuertos, servicios de navegación, fabricantes de equipamiento, empresas de alimentación y de alquiler de automóviles son las áreas que más acusan el impacto.

«Algunas aerolíneas se verán forzadas a cerrar, otras (que fueron privatizadas) pueden ser nacionalizadas nuevamente o recibir subsidios (del Estado). El resultado final será un proceso de consolidación de la industria, con desafíos para los gobiernos, los usuarios y las propias líneas aéreas», advirtió un informe de la OIT publicado en enero.

Las consecuencias de los despidos masivos pueden propagarse a otras áreas del mercado laboral, según el informe.

Por cada empleo que se reduce en un vuelo, desaparecen otros cuatro en tierra, en áreas como la distribución de alimentos, equipaje, mantenimiento y seguridad de aeropuertos, y aproximadamente tres en las zonas cercanas a las terminales aéreas, como hoteles, transporte y servicios relacionados, afirmó la OIT.

Sólo en Estados Unidos se retiraron de actividad 800 aeronaves desde septiembre, que deben sumarse a otras 1.200 ya inactivas antes de los atentados.

«Los trágicos hechos en los que se destruyeron miles de vidas inocentes profundizaron la decisión de la comunidad de la aviación civil, de hacer todo lo necesario para que la navegación aérea siga siendo el sistema de transporte masivo más seguro y eficiente que se ha creado», afirmó Asska Kotaite, presidente de ICAO.

«Queremos asegurarnos que nunca más un avión civil será utilizado como arma de destrucción, y restaurar la confianza del público en un sistema que es esencialmente firme», agregó.

La conferencia de esta semana fue resuelta por la organización en octubre, con el fin de afrontar la amenaza del terrorismo en los cielos.

La compañía de aviación estadounidense United Airlines, dos de cuyos aviones fueron destruidos en los atentados, perdió el año pasado 2.100 millones de dólares, la pérdida más grande de una aerolínea en la historia.

La caída de ingresos de United se debió a la reducción de pasajeros. Si la firma no logra revertir rápidamente la tendencia, deberá declararse en quiebra, según analistas del sector.

Pero las dificultades alcanzan a líneas aéreas de Europa y de Asia. Sabena, la aerolínea nacional de Bélgica, dejó de operar el año pasado, al igual que la suiza Swissair, más tarde absorbida por otra compañía de ese país, Crossair.

Singapore Airlines, considerada una de las más eficientes del mundo, también sufrió pérdidas en 2001, por primera vez en su historia.

Varias compañías están al borde de la ruina, admitió el director ejecutivo de Singapore Airlines, Cheong Choong Kong. «El sufrimiento recién comienza y nadie se atreve a predecir cuándo terminará», afirmó.

Tras registrar una caída de 88 por ciento en sus beneficios netos en los seis meses anteriores a septiembre, la compañía —con una flota de 98 aeronaves que debía ampliarse a 106 el més próximo— suspendió el alquiler de aviones y redujo entre cinco y 15 por ciento los salarios de sus ejecutivos.

Malaysian Airline System, la línea aérea nacional de Malasia, despidió a 3.000 empleados, retiró 10 aviones de actividad y eliminó 12 rutas que arrojaban pérdidas, entre ellas el vuelo Nueva York-Dubai.

En este panorama recesivo, la única excepción parece ser la compañía de Emiratos Arabes Unidos, Emirates Airlines, que adquirirá 22 nuevos Airbus, con un costo superior a 15.000 millones de dólares.

A pesar de las dificultades «el negocio ha regresado», afirmó el director ejecutivo de la empresa, Maurice Flanagan, cuyos planes de expansión incluyen vuelos diarios de Nueva York a Dubai para el año próximo.

«Hasta cierto punto, nos mantuvimos fuera del problema», aseguró Flanagan, si bien admitió que aún no ha decidido cómo convencerá a los pasajeros estadounidenses de viajar en una aerolínea árabe.

Autoridades estadounidenses identificaron a los 19 terroristas suicidas que secuestraron aviones el 11 de septiembre, como ciudadanos árabes y musulmanes.

La crisis se extiende al turismo. La Organización Mundial del Turismo, con sede en España, afirmó la semana pasada que los viajes internacionales cayeron en forma abrupta.

Desplazado por España, Estados Unidos perdió en 2001 el segundo lugar como destino turístico mundial, después de Francia.

Unos 76 millones de turistas visitaron Francia el año pasado, seguida por España, con 49 millones. Estados Unidos recibió 44 millones de visitantes, una caída de 12,6 por ciento respecto del año anterior. (FIN/IPS/tra-eng/td/aa/dc/if tr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe