TIMOR ORIENTAL: Grandes desafíos para el nuevo presidente

El resultado de las primeras elecciones presidenciales en Timor Oriental muestra una abrumadora mayoría a favor de José Alexandre ”Xanana” Gusmao, líder de una lucha independentista que en 24 años aún no ha alcanzado todas sus metas.

Este martes, el escrutinio en 11 de los 12 distritos electorales indicó que Gusmao fue el preferido por 80 por ciento de los votantes, quienes fueron a su vez 86 por ciento de los habilitados. Se esperan resultados definitivos este miércoles.

La elevada participación en los comicios, que se llevaron a cabo el domingo, indican la impaciencia de los 800.000 habitantes del país por alcanzar plena independencia tras 33 meses de un gobierno de transición supervisado por la Organización de las Naciones Unidas, que siguió a 24 años de dominación indonesia.

No será fácil colmar las expectativas de los timorenses, quienes forman una de las naciones más pobres del mundo, con 340 dólares de ingreso anual por habitante y una expectativa de vida al nacer de sólo 48 años.

Milicias con apoyo indonesio fueron responsables de matanzas y destrucción de tres cuartas partes de la infraestructura, que causaron desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas, tras el referendo de autodeterminación organizado por el foro mundial en 1999, en el cual se resolvió la independencia total de Yakarta.

Los resultados de esa oleada de violencia se sumaron a los de unas 200.000 muertes durante la ocupación indonesia, que comenzó en 1975 tras el fin de la dominación colonial portuguesa.

Gusmao, de 54 años de edad, asumirá el gobierno este sábado y es a la vez símbolo del pasado y la esperanza, pero sus críticos dudan de que un grupo de ex combatientes en las selvas sea capaz de afrontar los grandes problemas del país.

”Debemos aprender a dejar de ser un pueblo colonizado, dejar de fijarnos en lo que los demás quieren de nosotros”, dijo durante la campaña electoral Mario Carrascalao, ex dirigente de la resistencia contra Indonesia.

El nuevo presidente deberá mantener un delicado equilibrio de poder con la Asamblea Nacional, de 88 integrantes, elegida en agosto de 2001 y dominada por el Frente de Liberación de Timor Oriental Independiente (Fretilin).

Gusmao fue el principal dirigente de ese grupo, creado en 1974, pero se presentó a las elecciones como candidato independiente.

La Constitución, cuyo modelo es la de Portugal, asigna la conducción cotidiana del gobierno al primer ministro, pero la popularidad local e internacional de Gusmao hacen prever que no será una figura decorativa, y la distancia que tomó del Fretilin presagia eventuales conflictos.

Esos conflictos se esbozaron cuando Gusmao se inclinó por una amnistía para los responsables de violaciones de los derechos humanos durante la ocupación indonesia, y criticó sin nombrarlos a integrantes del gobierno que mantienen ”lujosos estilos de vida”, mientras el pueblo sufre privaciones.

El actual primer ministro es Mari Alkatiri, y entre los integrantes clave de su gabinete está José Ramos Horta, premio Nobel de la Paz en 1996 y actual ministro de Relaciones Exteriores.

”Según la Constitución, el presidente es a la vez símbolo y garante de la integridad nacional, que nunca existirá si no involucramos a todos los componentes de la sociedad”, sostuvo Gusmao en su campaña electoral.

De todos modos, la urgencia de reconstruir la economía exige superar diferencias políticas.

La industria del café es la principal del país, pero sólo aporta ingresos de 14 millones de dólares anuales, y los sistemas de salud y educación debe ser reconstruidos desde los cimientos.

El gobierno necesitará de 154 a 184 millones de dólares de asistencia al desarrollo en los próximos tres años, según la organización no gubernamental Red de Acción por Timor Oriental, que aboga contra el endeudamiento externo del país.

Hay mejores perspectivas para el largo plazo, si yacimientos petroleros marítimos aportan los previstos 500 millones de barriles de 159 litros por año, cuyo valor sería 15.000 millones de dólares a los actuales precios.

El proyecto de explotación de esos yacimientos se implementa junto con Australia, y se espera que en dos años aporte ingresos anuales de 300 millones de dólares al gobierno, una cifra muy importante si se tiene en cuenta que el presupuesto anual es sólo 60 millones de dólares.

Uno de los problemas políticos inmediatos más delicados es la reconstrucción de vínculos con Indonesia, necesaria para afrontar cuestiones como la de repatriar a 80.000 timorenses orientales que siguen en campos de refugiados en Timor Occidental, controlado por Yakarta.

Gusmao instó a la población a ”ser capaz de perdonar y mirar hacia el futuro”.

”Con el tiempo, la gente aceptará que es importante olvidar todo”, aseguró.

La presidenta indonesia, Megawati Sukarnoputri, fue invitada a la asunción del nuevo presidente. (FIN/IPS/tra-eng/pd/js/mp/ip/02

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