ESLOVAQUIA: Ingreso a la OTAN depende de las urnas

El posible triunfo en las elecciones de septiembre del opositor Movimiento por una Eslovaquia Democrática (HZDS) del ex primer ministro Vladimir Meciar podría costarle a este país el ingreso a la OTAN.

Las puertas de la alianza militar se habían cerrado para Eslovaquia en 1999, por acusaciones de corrupción, nepotismo y violaciones de derechos humanos atribuidos a funcionarios del Estado durante el gobierno de Meciar (1993-1998).

Hoy, el centroderechista HZDS, que apoya el ingreso del país a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y a la Unión Europea (UE) pero es rechazado por ambas alianzas, cuenta con el respaldo de 30 por ciento de los electores consultados por las encuestadoras.

El embajador de Estados Unidos en la OTAN, Richard Burns, dijo a fines de este mes al diario austríaco Die Presse que la reelección del ex primer ministro ”sería una barrera definitiva al ingreso” a la alianza militar.

Dirigentes del HZDS entendieron que las declaraciones de Burns constituyen una interferencia en la política interna de un Estado soberano.

”Esas palabras sólo solidifican la posición del HZDS ante las elecciones. El votante sabrá qué quiere según sus propias creencias y no bajo presión de nadie. De todos modos, nadie toma en serio las declaraciones de Burns”, replicó el legislador del HZDS Ivan Gasparovic.

Meciar, el político eslovaco más popular desde que dejó su cargo de jefe de gobierno en septiembre de 1998, fue mencionado como la razón principal de la exclusión de Eslovaquia de la ronda de expansión de la OTAN de 1999, en la que ingresaron Hungría, Polonia y República Checa.

Ese año, Eslovaquia también fue excluida de las negociaciones para integrarse a la UE, por los mismos motivos, y quedó aislada en Europa central hasta la elección del gobierno de Mikulás Dzurinda, también centroderechista, en 1998.

Dzurinda inició negociaciones para el ingreso a la UE y volvió a ubicar al país entre los principales candidatos para la próxima expansión de la OTAN, que será anunciada en la cumbre a realizarse en noviembre en Praga.

Pero la popularidad de Meciar permanece alta. Encuestas de opinión otorgan al HZDS 30 por ciento de respaldo, muy por encima de cualquier otro partido.

Meciar, quien se afilió a los 20 años, en 1962, al Partido Comunista, entonces gobernante en la unida Checoslovaquia, fue expulsado en 1970 por su participación en la corriente prodemocrática surgida dos años antes y conocida como ”Primavera de Praga”, reprimida por tropas de la Unión Soviéticas.

El dirigente volvió a la actividad pública al frente del Foro Público contra la Violencia en 1989, cuando la caída del régimen comunista era inminente, e ingresó en el gobierno local eslovaco en 1990 como ministro de Interior y Ambiente. Ese mismo año fue elegido primer ministro por el parlamento eslovaco.

En 1993, la República Checa y Eslovaquia se convirtieron en repúblicas independientes, con Meciar como jefe de gobierno de la segunda. Hasta su renuncia en 1998, analistas observaron una tendencia al autoritarismo en su acción de gobierno.

El HZDS, considerado de centroderecha, se define como defensor de ”los valores de la libertad, la democracia, la ley, la sociedad civil, el mercado libre, la tolerancia y la observancia de los derechos humanos y de las minorías”, e impulsa el ingreso de Eslovaquia a la OTAN y a la UE.

Pero Estados Unidos, la OTAN y la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, han advertido que la elección de Meciar podría impedir que Eslovaquia se convierta en miembro de las dos organizaciones occidentales.

”En 1997 Estados Unidos no apoyó la entrada de Eslovaquia a la OTAN por la naturaleza no democrática del gobierno de ese momento. Creemos que la dirigencia del partido que lideró ese gobierno no ha cambiado”, dijo en marzo la funcionaria del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense Elizabeth Jones.

Estas advertencias, reforzadas por el embajador de Estados Unidos en Eslovaquia Ronald Weizer y el comisario de la UE a cargo de la ampliación del bloque, Gunter Verheugen, también han sido rechazadas por muchos eslovacos.

Radio Eslovaquia realizó a comienzos de este mes una encuesta en que preguntó si ”las declaraciones de diplomáticos extranjeros representan una violación de la libre competencia entre los partidos políticos eslovacos”.

Cincuenta y uno por ciento de los interrogadas estuvieron de acuerdo, 38 por ciento lo rechazó y 11 por ciento no opinó.

Analistas políticos independientes han dicho que las advertencias sólo lograrán que más votantes respalden a Meciar y su HZDS.

”No creo que la gente necesite consejo sobre su voto. El camino siempre es el diálogo, no las demandas. Estas cosas no deben hablarse en el tono en que han sido dichas. Eso podría ser contraproducente”, dijo el director del independiente Centro de Estudios Europeos de Seguridad con sede en Holanda, Peter Volten.

No obstante estas críticas a las declaraciones de diplomáticos occidentales, el HZDS insiste en que respalda el ingreso a la OTAN y la UE. En agosto del año pasado, el partido realizó varias conferencias declarando su apoyo a la integración, marcando un cambio en su política hasta el momento.

Pero funcionarios de la OTAN no están convencidos de que Meciar y su partido respalden los valores democráticos exigidos a sus estados miembros. ”Simplemente no creemos que Meciar haya cambiado”, dijo Burns. (FIN/IPS/tra-en/eh/sm/lp/mj/ip/02

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