INDONESIA: La ley islámica tiene quien la promueva

El rápido crecimiento en Indonesia de un partido político islámico dirigido por jóvenes de alto nivel cultural, que pretenden imponer la ley musulmana, es observado con atención en este país asiático de tradición política laica.

El Partido de la Justicia es uno de varios grupos y partidos islámicos que propugnan la reforma de la Constitución de 1945 para aplicar la ”shariah” o ley islámica en el país musulmán más poblado del mundo, pese a la oposición de los otros partidos.

Esas ideas nunca se plantearon en las tres décadas de gobierno del general Alí Suharto, por ejemplo.

”Nuestro objetivo se relaciona con las enseñanzas islámicas y es establecer una nación de justicia y bienestar, bendecida por Dios”, declaró Hidayat Nur Wahid, vicepresidente del Partai Keadilan o Partido de la Justicia.

”Nuestra vocación de servicio se basa en la adoración de Dios. Se puede decir que tenemos relaciones verticales con Dios y horizontales con la población”, explicó el director del partido, Zulkieflimansyah, graduado en economía en Gran Bretaña.

Luego de ingresar en la política en 1998, el Partido de la Justicia ganó escaños en la Cámara de Representantes en un corto período de tiempo, pese a la competencia de los partidos laicos, con mayor base y más antiguos.

El partido obtuvo siete asientos en la cámara la primera vez que se presentó a elecciones, y pronto se transformó en el quinto partido de Yakarta, un ”gran éxito” para una agrupación nueva, celebró Hidayat.

Mientras, líderes de los principales grupos políticos, entre ellos el Partido del Despertar Nacional del ex presidente Abdurrahman Wahid, cuya base es la organización musulmana Nahdatul Ulama con 35 millones de miembros, resienten el ascenso del Partido de la Justicia.

Wahid recordó que el artículo 29 de la Constitución, que garantiza la libertad religiosa, fue fruto de un acuerdo de los padres fundadores de Indonesia.

También están en contra de la enmienda propuesta el Partido- Lucha Indonesio por la Democracia, de la presidenta Megawati Sukarnoputri, el partido Golkar y aun el Partido del Mandato Nacional, liderado por Amien Rais y basado en la segunda organización musulmana del país, Muhammadiyah.

Desde su fundación en 1945, este país del sudeste asiático se posicionó como un estado secular adecuado al sistema jurídico moderno y a la vez con espacio social para el Islam, la religión de 86 por ciento de sus 220 millones de habitantes.

El nacionalismo del fundador de Indonesia, Ahmed Sukarno, ignoró al Islam como fuerza política. Luego, el régimen militar de Suharto puso énfasis en la unidad nacional controlada por el Estado y consideró a los grupos islámicos una amenaza a su existencia.

Como resultado, las organizaciones musulmanas, incluso las más grandes como Nahdlatul Ulama, nunca tuvieron un papel significativo en la política parlamentaria, y muchos líderes islámicos defienden el Estado laico.

Aun después de la caída de Suharto, en mayo de 1998, la mayoría de los votantes musulmanes siguieron prefiriendo partidos seculares sobre los religiosos.

El actual vicepresidente de Indonesia, Hamzah Haz, pertenece al Partido Unido del Desarrollo, de base musulmana y promotor de la reforma constitucional, pero admitió que la enmienda propuesta no obtendrá apoyo suficiente en la Asamblea Consultiva del Pueblo.

Después de 1998, Indonesia fue testigo del surgimiento de grupos fundamentalistas como Laskar Jihad y Laskar Mujahiddin, pero el público los vio como señales preocupantes de división y extremismo, aunque insignificantes en el panorama político a largo plazo.

Sin embargo, los tiempos de separación entre el Islam y la política podrían terminar, a juzgar por el avance del Partido de la Justicia en el parlamento y por el respaldo que obtiene entre los jóvenes.

Según Hidayat, el número de miembros de su partido aumentó 500 por ciento desde las últimas elecciones.

Autoridades del partido afirmaron que cuentan en la actualidad con 300.000 miembros, en su mayoría jóvenes de alto nivel educativo y de clase media.

”Hay profesionales universitarios y líderes de escuelas islámicas de Java, Sumatra y el este de Indonesia, pero ahora estamos reclutando nuevos miembros de otros ámbitos a través de cursos de capacitación y seminarios”, explicó Hidayat.

El Partido de la Justicia surgió de varios grupos islámicos que actuaban en las universidades antes de la caída de Suharto.

El interés de la generación más joven en el Islam no es un fenómeno nuevo, observó Ulil Abshar-Abdalla, un académico islámico de la organización no gubernamental Instituto de la Libertad.

”Durante el Nuevo Orden (la dictadura de Suharto), muchos estudiantes universitarios se volcaron a las actividades religiosas como alternativa a las actividades políticas prohibidas”, explicó.

Ulil consideró que lo más importante para cualquier partido islámico es el espacio de libertad religiosa que otorgue a la gente.

”No creo que un partido político con la idea de imponer el Islam a toda la población sea una buena idea, y quizá el Partido de la Justicia deba enfrentarse a esto a medida que crezca”, vaticinó. (FIN/IPS/tra-en/pd/js/mlm/ip cr/02

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