Centenares de miles de personas manifestaron este jueves en la capital de Venezuela en demanda de la renuncia del presidente Hugo Chávez, tres meses después de que una marcha similar derivara en graves enfrentamientos y en un frustrado golpe de Estado.
La manifestación convocada por partidos de oposición y organizaciones civiles recorrió las calles del centro de Caracas sin que ocurrieran incidentes.
Un acuerdo alcanzado entre líderes de la oposición y delegados del gobierno evitó que la marcha finalizara frente al Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, como se había dispuesto originalmente.
Tampoco se concretó esta vez ninguna convocatoria masiva de simpatizantes de Chávez, como sucedió en otras jornadas de protesta. Sólo se congregaron pequeños grupos afines al gobierno en calles céntricas, pero sin que se produjeran enfrentamientos con la oposición.
Chávez hizo un llamado a la calma a través de una cadena nacional de radio y televisión el miércoles por la noche y este jueves se trasladó a una base militar en Maracay, a 110 kilómetros al oeste de Caracas, donde asistió a la ceremonia de promoción de suboficiales.
En las horas previas a la manifestación existía un clima de tensión y circularon rumores de todo tipo, ante la conmemoración de la sangrienta protesta del 11 de abril que desembocó en el fugaz gobierno de facto del empresario Pedro Carmona.
Analistas políticos destacaron el simbolismo que le dio Chávez a esta jornada, al acudir a la base que le fue más leal ante el golpe cívico-militar y que presionó para lograr el retorno al gobierno el 14 de abril, tras 48 horas de permanecer detenido por el alto mando castrense de entonces.
Aceptamos esta manifestación sin ningún tipo de problema, porque justamente de eso se trata el sistema democrático. El civismo se ha impuesto, señaló el ministro del Interior, Diosdado Cabello.
En tanto, el vicepresidente José Vicente Rangel informó que el gobierno trabajó como todos los días y el consejo de ministros discutió asuntos importantes para el país, aunque negó que el asunto central tratado haya sido la manifestación opositora.
Cabello recalcó que el presidente no va a renunciar porque le hagan una marcha en contra, tras precisar que la sustitución del jefe de Estado o de cualquier cargo de elección popular debe realizarse en el marco de nuestra Constitución vigente, aprobada en 1999.
Esa ley fundamental fue una de las banderas políticas de Chávez, quien al llegar al gobierno en febrero de 1999 anunció que impulsaría su revolución social bolivariana.
Chávez, quien se sometió a varias consultas populares para refrendar la Constitución y para legitimar su mandato, afirmó días atrás que sólo dejará el poder si el pueblo lo expresa así.
Apuntó que está dispuesto a someterse a un referendo revocatorio de su mandato en agosto de 2003, según los plazos establecidos en la normativa legal en vigor. La nueva Constitución prevé ese mecanismo de ratificación ciudadana para todos los cargos electivos por primera vez en Venezuela.
Llamo a la oposición a que se prepare, a que trabaje con el pueblo, para que el pueblo vote por mi salida, pero eso sólo lo haremos cuando lo dicen las leyes, en agosto del año que viene, expresó Chávez.
Mientras, observadores señalaron que la marcha de oposición de este jueves, si bien reunió a centenares de miles, tuvo una convocatoria menor a la del 11 de abril.
En aquella ocasión existía un clima político explosivo, incrementado por la huelga general de tres días convocada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la principal central sindical del país, y por la influyente asociación empresarial Fedecámaras.
A ello se le sumó entonces el conflicto entre el gobierno y los principales ejecutivos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, la principal industria del país, que había llevado a la paralización de sus actividades desde varios días antes.
En este escenario, la marcha del 11 de abril intentó llegar hasta el Palacio de Miraflores, donde se habían concentrado simpatizantes de Chávez, desatándose un enfrentamiento que dejó un saldo de 17 muertos y decenas de heridos. (FIN/IPS/ac/dm/ip/02
