ZIMBABWE: El hambre como arma política

El gobierno y la oposición de Zimbabwe se acusan recíprocamente de agravar la crisis alimentaria al usar la comida como arma política, mientras el presidente Robert Mugabe atribuye a países donantes y a organizaciones humanitarias extranjeras la intención de perjudicarlo.

En la sesión inaugural de un nuevo periodo parlamentario, a la que no asistieron los legisladores opositores, Mugabe dijo el martes que agradecía la ayuda alimentaria, pero advirtió que algunos países y organizaciones tratan de emplear esa asistencia para interferir en los asuntos internos.

La oposición afirma que la reforma agraria implementada por Mugabe y rechazada por la comunidad internacional empeoró los efectos de la sequía, mientras el ministro de Agricultura, Joseph Made, acusó a molineros de acumular cereal en sus graneros con fines especulativos.

Mientras, la policía atribuyó al opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) haber intervenido en el mercado agrícola para causar la escasez, con el objetivo de fomentar la inquietud política. El MDC calificó la acusación de ”sin sentido”.

Por su parte, Mugabe negó que su gobierno haya utilizado la asistencia alimentaria para obtener apoyo en áreas rurales, y advirtió, en referencia a los donantes extranjeros, que no sacrificaría la independencia nacional a cambio de ayuda humanitaria.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculó que se requieren 285 millones de dólares para ayudar a Zimbabwe a sortear la crisis humanitaria y peor escasez de alimentos en medio siglo. Más de seis millones de personas, más de la mitad de la población, necesitan comida en este país.

La actual crisis alimentaria en Africa austral afecta a Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe, el país más afectado, que, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, recibirá a fines de noviembre 75.000 toneladas de ayuda, apenas suficiente para cubrir la cuarta parte de sus necesidades.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) prohibieron el lunes el ingreso a los 15 países del bloque de Mugabe, su esposa, los ministros, viceministros y de dirigentes de la oficialista Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Popular, y bloquearon sus cuentas bancarias.

Un día después, Mugabe dijo, en un discurso de 40 minutos: ”Aceptamos ayuda de la comunidad internacional, pero vigilaremos a países y organizaciones que traten de sacar provecho en esta hora de necesidad para atenuar nuestra soberanía o anular políticas vitales que hemos adoptado como pueblo soberano”.

”Sí, necesitamos asistencia alimentaria de organizaciones y naciones con buena voluntad. Pero, por cierto, aborrecemos de intereses siniestros que procuran subrepticiamente aprovecharse con la excusa de la ayuda”, agregó.

El MDC, al igual que la UE, niegan legitimidad a Mugabe, pues considera que triunfó en las elecciones presidenciales de marzo mediante fraude. El mandatario, quien gobierna este país desde que se independizó de Gran Bretaña en 1980, rechaza las acusaciones.

Los 55 legisladores del MDC abandonaron el recinto parlamentario minutos antes del ingreso de Mugabe a la sala y retornaron después de que se retiró, la segunda vez que lo hacen desde 2000.

Fuera del parlamento, la policía mantenía una fuerte presencia para impedir una manifestación convocada por la organización cívica opositora Asamblea Constitucional Nacional.

Sin prestar atención a las actitudes de la oposición, Mugabe afirmó en su discurso que estaba haciendo todo lo posible para alimentar a los seis millones de personas que están en riesgo de sufrir hambre como consecuencia de la sequía combinada con el programa de reforma agraria del gobierno.

”Rechazamos todo intento de utilizar la ayuda para imponer las fracasadas e inapropiadas políticas del Fondo Monetario Internacional, las cuales, como ya sabemos, exacerbaron nuestra vulnerabilidad a las inclemencias de la naturaleza y a la manipulación neocolonial disfrazada de globalización”, dijo Mugabe.

El mandatario, quien se considera socialista, dijo que su gobierno continuará con su proceso de reforma agraria, con la cual 5.153 haciendas con un total de 9,8 millones de hectáreas, la mayoría propiedad de colonos blancos, serán asignadas a integrantes de la mayoría negra.

En 6,2 millones de hectáreas se ubicaron 210.520 familias de acuerdo con las normas dictadas por el gobierno, afirmó Mugabe.

Pero los ministros de la UE afirmaron el lunes que la ”acelerada política de reforma agraria” aplicada por Mugabe es causante de la actual crisis humanitaria en Africa austral, pues determinó una fuerte caída de la producción de granos en buena parte del resto de la región. (FIN/IPS/lm/mn/mj/ip dv/02

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