ZIMBABWE: Atentado destruye radioemisora independiente

Las oficinas en la capital zimbabwense de la organización no gubernamental (ONG) Voz del Pueblo, que produce programas de radio que luego son transmitidos al país desde Holanda, fueron destruidas con bombas por desconocidos, poco después de la medianoche del miércoles.

Tres hombres, uno de ellos armado, irrumpieron en las oficinas y dominaron a los guardias de seguridad nocturnos, antes de que las bombas redujeran a cenizas todo lo que había en las oficinas y destruyeran su techo, aseguró la directora de la ONG, Faith Ndebele.

La policía no ha realizado comentarios sobre el atentado, que no tuvo víctimas y de la cual nadie se ha hecho responsable.

”Estamos conmovidos y furiosos. Me enteré de lo que había pasado mediante un empleado que se presentó a trabajar en la mañana de este jueves”, indicó.

Voz del Pueblo empezó a funcionar en junio de 2000, con el propósito declarado de que ”los zimbabwenses hablen de los desafíos que afrontan y de la forma en que los superan”.

Sus transmisiones se realizan desde Holanda mediante onda corta, dos veces por día, porque la ley zimbabwense prohíbe la propiedad privada de emisoras de radio. La única emisora autorizada es la estatal Zimbabwe Broadcasting Corporation.

”No emitimos desde el país, porque la ley no lo permite, pero operamos en forma legal”, explicó la encargada de tesorería de Voz del Pueblo, Sarah Chiumbu.

El atentado siguió al arresto en los últimos cuatro meses de 14 periodistas, acusados de violar leyes que limitan la libertad de prensa.

Zimbabwe es uno de los 10 peores países para el trabajo periodístico según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), con sede en Washington.

El presidente zimbabwense Robert Mugabe promulgó poco después de su reelección en marzo la Ley de Acceso a la Información y Protección de la Privacidad, que reforzó el control estatal sobre los medios de comunicación.

”Esa norma, cuyo nombre es una ironía, penaliza la publicación de 'falsedades', otorga al gobierno la potestad de decidir quién puede trabajar como periodista en Zimbabwe, y es la más represiva de las leyes contra los medios de comunicación de ese país”, sostuvo el CPJ en una declaración.

”Sin embargo, el gobierno zimbabwense ha utilizado muchas otras normas de su arsenal en la actual escalada represiva contra el periodismo independiente, entre ellas la Ley de Orden Público y Seguridad, y una arcaica ley contra la pornografía promulgada en el siglo pasado por administradores coloniales”, señaló.

El control sobre los medios de comunicación permite limitar la difusión de informaciones no deseadas por la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés) de Mugabe, quien fue uno de los líderes de la lucha contra la dominación colonial británica y gobierna el país desde 1980.

El 29 de enero de 2001, atentados con bombas destruyeron la imprenta en Harare del opositor diario privado Daily News.

Horas antes de ese atentado, veteranos de la guerra de independencia y otros simpatizantes de la ZANU-PF se manifestaron en las calles de la capital contra el Daily News, y advirtieron que golpearían a quien vieran leer ese periódico.

Poco antes, el ministro de Información, Jonathan Moyo, había asegurado que tarde o temprano los zimbabwenses pondrían fin a la ”locura” del Daily News.

Un año y medio después del ataque contra ese diario, la policía no ha arrestado a ningún sospechoso de cometerlo y se niega a informar si hay avances en la investigación, con el argumento de que la difusión prematura de datos sería contraproducente. (FIN/IPS/tra-eng/lm/mn/mp/ic ip/02

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