El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, decidió dejar de lado toda diplomacia para atacar a Estados Unidos, luego de que el principal funcionario de Washington para asuntos de Africa negara legitimidad a su gobierno.
No vemos al presidente Mugabe como el líder democráticamente elegido del país. Las elecciones fueron fraudulentas, dijo el martes el secretario de Estado Asistente para Asuntos Africanos, Walter Kansteiner.
En su réplica a Kansteiner, Mugabe, que gobierna Zimbabwe desde que este país se independizó de Gran Bretaña en 1980, aludió al presidente estadounidense George W. Bush y al primer ministro de Gran Bretaña, la antigua metrópoli, Tony Blair.
Nuestro gobierno no está hecho por Washington. Que el señor Bush lo sepa. Nuestro gobierno está hecho por nuestro pueblo. Que el tonto de Blair lo sepa, y que el pueblo de Australia y el de Nueva Zelanda lo sepan, dijo Mugabe el jueves por televisión.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda impusieron sanciones a Mugabe y a altos funcionarios de su gobierno en protesta por la falta de transparencia electoral y por la reforma agraria con que se pretende entregar a campesinos negros tierras de hacendados blancos.
Kansteiner sacó el gato de la valija con sus ampliamente difundidas y escandalosas declaraciones, dijo el ministro de Información Jonathan Moyo, en declaraciones publicadas este viernes por el diario The Herald, perteneciente al gobierno.
En su carácter de dirigente de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico que lidera Mugabe, Moyo pidió al gobierno que exija una explicación completa y llegue al fondo de la cuestión, dada la seriedad de las afirmaciones de Kansteiner y sus graves implicaciones.
Kansteiner había dicho que Washington trabaja con otros países de Africa austral y de todo el mundo para alentar a los políticos de Zimbabwe a corregir esta situación y a forjar un ambiente que conduzca a elecciones libres y justas.
Pero Sudáfrica, Botswana y Mozambique negaron estar involucrados en acciones tendientes a derrocar a Mugabe, de 78 años.
Mugabe relacionó las declaraciones de Kansteiner con su reforma agraria: los países occidentales no quieren que seamos económicamente independientes, dijo. Quieren que seamos mendigos, que acudamos a ellos todos los días con una escudilla en la mano, pidiéndoles ayuda.
Pero no. Nosotros tenemos nuestros recursos, y los estamos tomando y entregándoselos a nuestra gente, afirmó el jueves, un día antes de disolver su gabinete con miras a nombrar uno nuevo que mantendrá el actual rumbo de la reforma agraria.
Los medios de comunicación oficialistas vincularon la mala imagen internacional del gobierno de Mugabe a las campañas del gobierno de Bush contra la Autoridad Nacional Palestina que preside Yasser Arafat y contra el presidente de Iraq, Saddam Hussein.
En cambio, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), principal partido de la oposición, aplaudió las declaraciones de Kansteiner.
Nos alinearemos con cualquier país o gobierno que apoye nuestra posición de no reconocer al presidente Mugabe. Saludamos la posición de Estados Unidos, pues demuestra que estamos en el mismo campo que otros gobiernos democráticos del mundo, dijo el secretario general del MDC, Welshman Ncube.
El MDC afirma que el gobierno de Mugabe es ilegítimo.
El secretario permanente del Ministerio de Información, George Charamba, replicó que las declaraciones de Kansteiner demuestran que Occidente patrocina al MDC. El titiritero se está poniendo impaciente con su marioneta y ahora sale a escena, ironizó el portavoz.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores del gabinete fantasma del MDC, Tendai Biti, advirtió que el gobierno de Mugabe está trabajando vigorosa e incansablemente para aislarse a sí mismo a través de un mal gobierno. (FIN/IPS/tra- eng/ip/lm/mn/mj/ip/02
