ESLOVAQUIA: Nueva coalición para el mismo primer ministro

Las elecciones del fin de semana en Eslovaquia determinaron una importante fragmentación parlamentaria y cuatro partidos preparan una alianza de gobierno encabezada por el actual primer ministro, el derechista Mikulas Dzurinda, quien logró poco más de 15 por ciento de los votos.

Esos partidos son la Unión Democrática y Cristiana Eslovaca, liderada por Dzurinda, el Partido de la Coalición Húngara, la Democracia Cristiana y Nueva Alianza de los Ciudadanos, que sumarán 78 legisladores en el parlamento, de 150 integrantes.

Altos funcionarios de la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comentaron con satisfacción las negociaciones de esos cuatro partidos tras los comicios.

Una alianza como la que se prepara ”puede conducir a Eslovaquia a la UE, luego de que la población emitió un claro mensaje a favor del ingreso” a ese bloque, opinó este lunes el presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox.

La UE anunciará en diciembre su plan para incorporar a 10 nuevos Estados, entre ellos Eslovaquia, y la OTAN se propone invitar a Bratislava a integrarla en su próxima cumbre, que se llevará a cabo en noviembre en Praga.

En encuestas de opinión previas a las elecciones, cerca de 70 por ciento de los consultados apoyaron el ingreso a la UE, y casi 60 por ciento respaldaron la entrada a la OTAN, y los principales partidos centraron su campaña en promesas sobre los beneficios que traerá pertenecer a ambos bloques.

Muchos esperan que el acercamiento a Occidente permita resolver problemas como el desempleo, que afecta a casi 20 por ciento de la población económicamente activa, el estancamiento de la industria, la corrupción y graves deficiencias de los sistemas de salud y educación.

La Unión Democrática y Cristiana acertó al ”elegir como eje de la campaña la conveniencia de continuar sus políticas de integración a Occidente y reforma económica”, opinó el analista político Jozef Majchrak, del independiente Instituto de Asuntos Públicos.

El gran derrotado es el ex primer ministro Vladimir Meciar, artífice de la separación de la actual República Checa en 1991 y líder del Movimiento por una Eslovaquia Democrática, que fue el más votado con 19,5 por ciento, pero no cuenta con aliados para formar una mayoría gobernante.

Meciar es percibido como responsable del aislamiento internacional del país durante sus tres periodos de gobierno, de 1994 a 1998, pese a que abandonó sus anteriores posiciones aislacionistas y aseguró en su campaña ser el más indicado para conducir el ingreso a la UE y la OTAN.

Además, altos funcionarios de ambas organizaciones atribuyeron al ex primer ministro tendencias autoritarias y expresaron temor de que triunfara.

”Fue un excelente resultado, que eliminó las últimas dudas sobre Eslovaquia y probó que el señor Meciar pertenece al pasado”, dijo a periodistas Bruce Jackson, copresidente de la Comisión Estadounidense para la OTAN.

El partido del actual primer ministro tuvo 15,1 por ciento de los votos, el Partido de la Coalición Húngara 11,2 por ciento, la Democracia Cristiana 8,6 por ciento, y la Nueva Alianza de los Ciudadanos logró ocho por ciento.

”Los resultados fueron una sorpresa muy agradable. Haré cuanto pueda para designar pronto un nuevo gabinete ministerial”, dijo Dzurinda el domingo.

”Necesitamos un nuevo gabinete antes de la cumbre de la OTAN”, señaló el presidente Rudolf Schuster.

La próxima coalición de gobierno ”será más estable” que la saliente, integrada por nueve partidos, aunque cuente con poco más de la mitad de los legisladores, pronosticó este lunes el líder de la Coalición Húngara, Bela Bugar.

Los resultados sorprendieron a muchos porque en encuestas de opinión realizadas pocos días antes de las elecciones, sólo de ocho a 10 por ciento de los consultados anunciaron su intención de votar a la gobernante Unión Democrática y Cristiana.

En cambio, alrededor de 20 por ciento de los entrevistados dijeron que votarían al partido Smer (Dirección), liderado por el carismático Robert Fico, quien sólo obtuvo 13,5 por ciento de los votos y anunció que actuará como opositor.

Otra sorpresa fue que el Partido Comunista Eslovaco lograra 6,3 por ciento de los sufragios, muy por encima de los pronósticos previos. Eso expresa ”la decepción popular ante la división de los demás partidos de izquierda”, según la analista política Sona Szomolanyi, de la Universidad Comenius de Bratislava.

En cambio, el Partido De la Izquierda Democrática, formado por ex comunistas, obtuvo el fin de semana sólo 1,2 por ciento de los votos, tras lograr 15 por ciento en las anteriores elecciones, realizadas en 1998. (FIN/IPS/tra-eng/eh/ss/mp/ip/02

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