INDIA: Prohibido cambiar de religión sin permiso

Una nueva ordenanza del meridional estado indio de Tamil Nadu exige permiso de las autoridades para cambiar de religión.

La intención declarada del gobierno estatal fue evitar ”uso de la fuerza, incentivos materiales o medios fraudulentos” para inducir las conversiones, y quienes desean cambiar de religión deben convencer al magistrado de su distrito de que se trata de una libre decisión personal.

Pero eso permite a las autoridades cortar una vía de escape con que contaban los llamados dalits, quienes integran castas inferiores según la religión hindú, y por ese motivo padecen exclusión social, discriminación y opresión.

”La conversión es la única solución para los dalits que desean vivir en forma respetable, digna y libre de opresión”, aseveró Udit Raj, dirigente social y político de esa casta.

La Ordenanza 2002 de Tamil Nadu para Prohibir el Cambio Forzado de Religión impone tres años de prisión y 1.000 dólares de multa a quienes induzcan conversiones en forma ilegal.

La pena aumenta a cuatro años de prisión y 2.000 dólares de multa si los conversos son mujeres, niños, integrantes de tribus u otras personas en situación de subordinación social.

La nueva norma fue implantada a comienzos de este mes por el primer ministro de Tamil Nadu, Jayalalithaa Jayaraman, del partido Anna Dravida Munnetra Kazhagam de Toda India (AIADMK, por sus siglas en inglés), y respaldada por el gobierno federal que encabeza el Partido Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas en inglés).

El derechista BJP, identificado con el hinduismo, afirmó que todos los demás estados deberían adoptar medidas similares, porque considera que misioneros cristianos ofrecen dinero y otros incentivos a integrantes de las castas consideradas inferiores, para inducirlos a cambiar de religión.

Los acusados de esa práctica aseguran que no hay tales incentivos.

El BJP llegó al gobierno federal en 1998, mediante una campaña que apeló a los sentimientos religiosos de la mayoría hindú, y mantiene actitudes hostiles hacia otras religiones.

Las autoridades del occidental estado de Gujarat, gobernado por el BJP, fueron acusadas este año de tolerar una oleada de violencia contra la minoritaria comunidad musulmana que causó la muerte de unas 2.000 personas.

La Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos pidió este año al Departamento de Estado (Ministerio de Relaciones Exteriores) de ese país que incluyera a India en la lista de países cuya situación es ”en especial preocupante” de acuerdo con la Ley de Libertad Religiosa estadounidense de 1998.

En esa lista están Corea del Norte, Irán, Iraq, Pakistán y Sudán.

”Nos oponemos a las conversiones forzadas, pero nos ampara el derecho de cualquier ciudadano a profesar, practicar y propagar su propia religión, reconocido por la Constitución”, comentó el sacerdote católico Dominic Emmanuel, portavoz de la Igklesia Católica.

Integrantes de las castas consideradas superiores desean perpetuar su opresión los dalits, muchos de los cuales han abandonado el hinduismo para escapar del estigma que les impone el sistema de castas, aseguró.

El abogado y político Babasaheb Ambedkar, redactor de gran parte de la Constitución vigente, podría ser considerado un delincuente en Tamil Nadu, porque ”tentó a miles de personas para cambiaran el hinduismo por el budismo”, comentó el activista social Lal Mohan.

Ambedkar es hijo de dalits, y sería considerado parte de esa casta si no hubiera cambiado de religión.

El alcance de la nueva ordenanza de Tamil Nadi no es claro, y eso preocupa a mimorías religiosas de ese estado y del resto del país.

Misioneros cristianos temen que sus acciones de asistencia a personas necesitadas se consideren incentivos ilegítimos a la conversión.

Se ignora qué harán las autoridades en habituales casos de conversión asociados con el matrimonio o con presuntas curaciones milagrosas.

El 15 de este mes, cinco dalits murieron linchados en el septentrional estado de Haryana, tras ser arrestados y luego entregados por la policía a una turba de hindúes convencidos de que habían matado a una vaca para usar su cuero.

Posteriores exámenes veterinarios probaron que el animal murió por causas naturales.

La vaca es sagrada para los hindúes.

La policía de Haryana no ha arrestado a nadie por el linchamiento.

El líder del Foro Mundial Hindú, Acharya Giriraj Kishore, dijo a periodistas que no lamentaba el incidente, porque considera que la vida de una vaca vale más que la de cinco dalits.

Fue poco sorprendente que el domingo se formalizaran 80 conversiones al budismo en Gurgaon, la capital de Haryana, ni que entre los conversos estuvieran las familias de cuatro de los cinco dalits linchados.

Otros dalits se convirtieron en cristianos o musulmanes tras los linchamientos. (FIN/IPS/tra-eng/spu/rdr/aag/js/mp/hd cr/02

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