SALUD-AMERICA LATINA: La spirulina invade Cuba

Unas cien toneladas anuales de spirulina, una minúscula alga verde azulada, sirven en Cuba como materia prima para cientos de productos, desde lociones contra la pérdida del cabello y cremas adelgazantes, hasta vitaminas que aminoran los estragos del cáncer y el sida.

La microalga, que comenzó a usarse como suplemento nutricional desde fines de los años 80, contiene unas 60 sustancias beneficiosas para el ser humano, entre ellas todos los aminoácidos conocidos y una amplia variedad de minerales y vitaminas, incluida la B12, cuya fuente habitual es tejido animal.

Los productos cubanos elaborados a partir del alga, compuesta en casi dos terceras partes por proteínas, ya se venden en una decena de países de América Latina y el Caribe.

”Tiene bastante demanda, si se piensa en los altos precios”, comentó una empleada de un supermercado de La Habana donde, junto a las confituras, se exhiben frascos de Espirel Real y Espirel+C, combinaciones de spirulina con jalea real y vitamina C.

El precio en esta presentación, cinco dólares por un frasco de 30 tabletas, llevó a Mercedes Rodríguez, una habanera enferma hace 15 años de lupus eritematoso sistémico, a dejar de consumir las nueve pastillas diarias indicadas por su médico.

”Yo vivía con la hemoglobina baja y desde que tomé spirulina, más nunca me ha vuelto a pasar”, aseguró Rodríguez a Tierramérica.

La spirulina o espirulina (por su forma de espiral), cuyo nombre científico es Cianophyceae fotosintética pluricelular, habita el planeta hace tres mil millones de años, en las aguas saladas de algunos lagos.

Desempeñaba un importante papel en la alimentación de los aztecas, que la llamaban tecnitlatl, antes de que España conquistara el actual México.

Algunos expertos la consideran una posible salida a los problemas nutricionales de la humanidad, y varios países impulsan su explotación como ”el alimento del futuro”.

La spirulina es comercializada internacionalmente como suplemento dietético, y no como medicamento, pero numerosos estudios señalan su valor terapéutico, destacado por la ausencia de efectos secundarios y porque su consumo no crea dependencia.

Investigaciones realizadas desde los años 80 indican que produce buenos resultados cuando se usa como suplemento dietético en pacientes con afecciones intestinales o renales, diabetes mellitus, acné, enfermedades cardiovasculares, cáncer y sida.

También puede fortalecer el sistema inmunitario, según un estudio divulgado en marzo por el investigador japonés Tsukasa Seyaa, inmunólogo del Centro Médico para el Cáncer y Enfermedades Cardiovasculares de Osaka.

Se ha probado que el consumo de spirulina reduce en 83 por ciento la radioactividad de la orina en personas expuestas a radiaciones.

La ficocianina, uno de los pigmentos que componen el alga, disminuye la predisposición al desarrollo de células cancerosas.

”Es muy buena para reducir el riesgo de afecciones circulatorias, prevenir el cáncer o disminuir los efectos del síndrome premenstrual, un mal que afecta a muchas mujeres”, dijo a Tierramerica la médica cubana Idalina Suárez.

”La mayoría de la gente la conoce como algo que puede ayudar a bajar de peso y nada más. La spirulina no hace bajar de peso, lo que pasa es que es tan buen alimento que da una sensación de hartazgo a quien la consume”, explicó.

Las autoridades cubanas garantizan el suministro del alga a los deportistas de alto rendimiento.

*Publicada originalmente el 14 de diciembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (FIN/Tierramérica/da/mp/he/en/02

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