Las fiestas de fin de año dejaron vacíos los bolsillos de miles de mexicanos, incluso de ingresos medios y altos, que ahora recurren al llamado banco de los pobres para obtener créditos pignoraticios que les permita sortear la difícil cuesta de enero.
Las oficinas del Nacional Monte de Piedad (NMP), la casa de empeño más antigua de México, y otras 250 entidades privadas de su tipo comenzaron a recibir apenas comenzó el año a trabajadores y hasta comerciantes, profesionales y empresarios, cuya urgencia de dinero en efectivo los hace soportar varias horas de espera.
Esas casas representan una mano amiga de valor inestimable para acceder a préstamos sin demasiado trámite cuando se ha gastado el sueldo complementario anual y hay que comprar regalos del Día de Reyes o para invertir en el negocio o pagar sueldos a los empleados, dijo a IPS el portavoz de NMP, Arturo Ramírez.
La afluencia a las 80 sucursales del NMP, también llamado Montepío, se calcula que llegaran en enero a más de 500.000 personas, 14 por ciento más que la cantidad registrada en el mismo mes de 2002, señaló.
El NMP prestó sólo en enero del año pasado 28,3 millones de dólares y se estima que en 2003 la actividad crecerá en similar porcentaje que en la comparación entre el primer mes de los dos años, debido a los apremios económicos que afrontan gran parte de los casi 100 millones de mexicanos.
La cantidad de hogares pobres creció 80 por ciento en México desde 1984, según datos del Banco Mundial, mientras que el producto interno bruto aumentó apenas uno por ciento en 2002 y los expertos calculan que la expansión económica será de 2,4 por ciento este año.
El Nacional Monte de Piedad, fundado en 1775, presta dinero a cambio de dejar prendados relojes, joyas, artefactos del hogar, obras de arte e, incluso, vehículos, a un interés anual de 36 por ciento en la actualidad, semejante al que cobran los bancos por el uso de tarjetas de crédito.
La diferencia es que las casas de empeño no investigan al solicitante, no realizan trámites ni exigen avales y entregan el dinero en efectivo y en el momento, todo lo cual es muy importante cuando falta liquidez, declaró Ramírez.
El acceso a préstamos desde un mínimo de tres dólares y sin límite máximo, sólo presentando bienes que no sean teléfonos celulares, alimentos, animales o ropa interior, es atractivo para una ama de casa que no percibe ingresos así como para un empresario, destacó.
Por eso ya no se aplica el mote de banco de los pobres para el NMP, bautizado así a comienzos del siglo XX por el líder revolucionario Pancho Villa, agregó.
En la actualidad no sólo modestos jefes de familia sino también profesionales y hasta industriales se alinean frente a las puertas del Montepío en busca de préstamos rápidos, para recuperarse de los gastos de fin de año.
Por esos desembolsos extras y porque los bancos no prestan un peso es preferible venir a hacer fila aquí a 'buscarle la cara' a los parientes, explicó a IPS una ama de casa de clase media ubicada en la fila para ingresar a la oficina central del NMP y que sólo se identificó con el nombre de Raquel.
La mujer, de unos 50 años, asidua del NMP desde hace 15 años, comentó que las largas filas para cumplir el trámite de préstamo prendario o hipotecario convierten la espera en una especie de catarsis para los solicitantes. Nos damos consuelo unos a otros en nuestras penurias económicas, comentó.
También admitió que el costo de las cenas de Navidad y de fin de año y algunos regalos ofrecidos a sus seres queridos contribuyeron a mermar la economía familiar.
Oculta tras grandes gafas oscuras, reconoció que en cada visita al lugar sufre por el temor a pasar la vergüenza de encontrarse con algún conocido.
Pero la mayor angustia es por el riesgo de perder la joya que voy a empeñar – – una gargantilla de oro que no muestra por seguridad – – ya que posee gran valor sentimental, pues la recibí como herencia de mi madre.
Atento a la conversación, un hombre que sólo dijo llamarse Raúl y tener 32 años confesó el dolor que le causaba haber tenido que ir a empeñar el anillo de oro que recibió de sus padres al graduarse como ingeniero mecánico.
Raquel apuntó que, tras largas horas en que un valuador fija el precio del objeto y es entregado el dinero del préstamo, enfrentamos el miedo a ser asaltados en las calles de la violenta capital mexicana.
Sin embargo, como cada año, la mujer saldrá del majestuoso edificio colonial ubicado frente a la Plaza de la Constitución, en el centro histórico de México, rumbo a la catedral. Allí le doy gracias al señor de la misericordia por permitirme resolver mi problema, como hacen muchos clientes de Montepío, aseguró.
Aunque el periodo vacacional en México finaliza el lunes próximo, el jueves se inició formalmente la difícil cuesta financiera de enero para miles de mexicanos, uno de los tres momentos del año de mayor presencia de clientes en las ventanillas del NMP, explicó Ramírez.
El portavoz del Nacional Monte de Piedad indicó que en mayo y abril, con motivo de la Semana Santa, se repiten las largas filas de personas a las puertas de los cientos de casas de empeño privadas que operan en el país.
En tanto, que el tercer y más importante periodo de afluencia de clientes a las casas de empeño son los meses de agosto y septiembre, cuando comienza el año escolar y los gastos se acumulan en las familias, indicó.
Ramírez informó que el añejo Montepío, que trabaja legalmente sin regulación de las autoridades financieras, atiende al año alrededor de 8,5 millones de personas que empeñan bienes, refrendan o rescatan sus apreciados objetos de valor, en muchos casos para volverlos a dejar en prenda poco tiempo después.
También compra y vende joyas, electrodomésticos, bicicletas, motocicletas, herramientas o equipos industriales, entre otros objetos.
El directivo precisó que 96 por ciento de los clientes rescatan los bienes empeñados, que en 85 por ciento de los casos son joyas y relojes, 14 por ciento vehículos y artículos para el hogar y uno por ciento corresponde a obras de arte y antigüedades.
Para la ya tradicional visita al Montepío el público recibe orientación todos los sábados a través del programa radiofónico La voz del monte.
El NMP fue fundado por Pedro Romero de Terreros, un prominente minero español, con la intención de que fuera fuente perpetua de ayuda a los más necesitados y por eso comenzó sus operaciones a fines del siglo XVIII sin cobrar intereses. Los primeros beneficiados sólo dejaban algún aporte voluntario a una oración.
Más cerca en el tiempo, por sus instalaciones pasaron personajes prominentes del espectáculo y de la política, como el famoso cantante mexicano ya fallecido Pedro Infante y un joven Fidel Castro, poco antes de embarcarse en el histórico Granma para iniciar la revolución que lo llevó al poder en Cuba en 1959. (
