SALUD-AFRICA AUSTRAL: Hambre y sida

Las personas infectadas con el virus del sida son especialmente vulnerables al hambre, que afecta a 14 millones de habitantes de Africa austral, debido a la pobreza, los conflictos políticos y los desastres naturales.

”Una persona con VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) necesita más calorías y proteínas para mantenerse saludable”, explicó Bunmi Makinwa, representante del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida).

Ministros de los 14 países miembros de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) terminaron este martes una conferencia en Sudáfrica para discutir el impacto de la desnutrición sobre los infectados con VIH.

Los participantes analizaron formas de emplear complementos nutricionales y agentes fortalecedores de la inmunidad para mejorar la salud de esas personas y aumentar su seguridad alimentaria.

Africa subsahariana, la región más afectada del mundo por la epidemia de sida, tiene en la actualidad 29,4 millones de personas que viven con VIH en un total mundial de 42 millones, sostiene el último Resumen Mundial de la Epidemia de VIH/Sida, publicado por Onusida en diciembre de 2002.

En Africa austral, la epidemia alcanzó magnitudes devastadoras.

”En cuatro países de esta región, la prevalencia nacional del VIH en adultos ha aumentado por encima de lo que se creía posible, superando el 30 por ciento: Botswana (38,8 por ciento), Lesotho (31), Swazilandia (33,4) y Zimbabwe (33,7)”, dice el informe de Onusida.

”Las crisis alimentarias experimentadas por estos tres últimos países se relacionan estrechamente con la factura que se están cobrando sus ya largas epidemias de VIH/sida, especialmente en vidas de adultos jóvenes y productivos”, agrega el documento.

Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortaron a los países de SADC a ayudar a sus industrias agrícolas para que puedan satisfacer las necesidades nutricionales de las personas con VIH/sida.

Así como el hambre afecta a los infectados, la epidemia tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria en la mayoría de los hogares de Africa austral, porque afecta a numerosos trabajadores agrícolas.

Más de siete millones de esos trabajadores murieron en 25 países africanos desde 1985, lo que afecta la capacidad de esos estados para hacer frente a la sequía y producir alimentos, señaló Makinwa.

El funcionario subrayó que la asistencia alimentaria debe ir de la mano de la administración de fármacos antirretrovirales para mejorar la calidad de vida de los infectados.

Apenas ”una minúscula fracción de los millones de africanos que lo necesitan” reciben tratamiento antirretroviral, y ”muchos millones tampoco disponen de medicamentos para tratar las infecciones oportunistas”, dice el informe de Onusida.

Los ministros de salud reunidos esta semana en Johannesburgo destacaron la necesidad de que los gobiernos de la región adopten medidas urgentes para aumentar la producción y el comercio de productos agrícolas en la región.

Esas medidas incluirían, entre otras, el aumento de la inversión en sistemas de irrigación para reducir la dependencia de las lluvias.

Mientras, el gobierno de Sudáfrica lanzó una Comisión para la Vigilancia de los Precios de los Alimentos que investigará aumentos injustificados de precios y otras prácticas irregulares en la producción y distribución de productos alimenticios.

La duplicación del precio de algunos de los alimentos más corrientes el año pasado llevó a numerosos africanos pobres al borde de la inanición.

Cuatro millones de sudafricanos viven con VIH o sida, en una población total de 40 millones. (

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