IRAQ: Wahabíes en la mira de EEUU

Funcionarios de Estados Unidos en Iraq temen que la ayuda humanitaria procedente de Arabia Saudita tenga la finalidad oculta de ganar apoyo para la resistencia violenta desarrollada por grupos radicales del Islam wahabí.

El wahabismo es la rama del Islam sunita oficial en el reino saudita. Algunos militares sospechan que círculos de Riyadh puedan estar brindando apoyo indirecto a grupos iraquíes de ese movimiento.

La muerte de soldados estadounidenses en Iraq, la mayoría por ataques con granadas, alcanzaron una frecuencia de una por día. Desde el comienzo de la guerra, el 20 de marzo, murieron más de 200.

Se sospecha que organizaciones wahabíes o de la minoría sunita iraquí, antes aliada del hoy desaparecido presidente Saddam Hussein, dirigen la resistencia, y Estados Unidos cree que reciben ayuda desde Arabia Saudita, si bien no tiene evidencias firmes al respecto.

”Nos dimos cuenta de que había cierta actividad saudita involucrada, y le pedimos (a las autoridades en Riyadh) que la detuvieran”, dijo a IPS una autoridad militar estadounidense en Bagdad que solicitó reserva de su identidad.

Muchos funcionarios de la Casa Blanca y legisladores estadounidenses se alarman ante la posibilidad de que se propague la ideología wahabí en Iraq, un país en el que Washington ha invertido miles de millones de dólares, dijo la misma fuente.

Algunos incluso critican a la familia real saudita por no haber tomado medidas más severas contra esa corriente del Islam luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, que dejaron 3.000 muertos.

El wahabismo, corriente religiosa seguida por 100 de los 1.000 musulmanes del mundo fundada por Muhammad Ibn Abd Al Wahab (1703- 1792), predica un férreo puritanismo que incluye la interpretación literal del Corán y la instalación en la península Arábiga de un Estado conforme a sus principios.

El dirigente saudita Osama bin Laden, a quien Estados Unidos atribuye la autoría intelectual de los ataques de 2001, pertenece a esa corriente, al igual que los 19 suicidas que secuestraron los aviones utilizados para cometer los atentados. Quince de ellos eran sauditas.

Esta corriente recibió en 1745 la adhesión de Mohammed Ibn Saud, fundador de la dinastía Al Saud, que hoy detenta la corona de Arabia Saudita. Mientras, en un acuerdo con la familia real, los descendientes de Wahab, la familia Al Sheikh, controla aún hoy las instituciones religiosas.

La tradición se consolidó en la esfera social, política y económica tras la unificación del reino en 1932, con el fallecido rey Abdul Aziz Al Saud a la cabeza, luego de una prolongada guerra territorial en que el monarca contó con la ayuda de combatientes wahabíes.

Ahora, la ayuda humanitaria saudita está en la mira.

El gobierno de Arabia Saudita fue el primero en obtener el permiso de parte de las fuerzas de coalición a abrir un hospital gratis en Iraq. El hospital es administrado por la Sociedad de la Media Luna Roja iraquí, con 10 médicos, 20 asistentes, y unos 500 militares que protegen las instalaciones.

El centro ha tratado hasta ahora a unos 66.000 pacientes iraquíes, muchos de ellos operados por graves heridas. Siete fueron enviados días atrás a Arabia Saudita pues necesitaban atención especializada, dijo un funcionario del hospital a IPS.

El gobierno saudita envía grandes cantidades de alimentos a Iraq a través de este hospital, en acuerdo con la Media Luna Roja. La comida llega en cajas claramente identificadas con el texto: ”Una donación del reino de Arabia Saudita para el amado pueblo de Iraq”.

A primera vista no hay nada raro en estas donaciones, pero algunos iraquíes ven en este tipo de mensajes algo más de fondo.

”Les hemos dicho a los estadounidenses que tengan cuidado con esto. Los sauditas ya lo intentaron en Kurdistán: ofrecen caridad, ofrecen ayudarte, te dan dinero y comida, pero te dicen 'a cambio quiero que memorices esto del Corán'”, dijo a IPS un dirigente kurdo que pidió el anonimato.

”El mes siguiente, duplicarán el dinero para que memorices el doble de lo que memorizaste antes. Después, te ofrecerán dinero para que te dejes la barba. Antes de que te des cuenta, te habrás convertido en un fundamentalista”, agregó el dirigente kurdo.

El mes pasado, las fuerzas de ocupación estadounidenses ingresaron en una casa en la septentrional ciudad de Mosul, tradicionalmente dominada por wahabíes, y detuvieron a 15 personas de esta rama islámica que escondían grandes cantidades de municiones, fusiles AK-47 (Kalashnikov) y granadas.

Los soldados estadounidenses también encontraron a comienzos de junio un arsenal de explosivos en la mezquita de la occidental ciudad de Falluja, donde se perpetraron muchos de los ataques de la resistencia iraquí, que tiene gran cantidad de fieles wahabíes.

Algunas autoridades militares estadounidenses en Iraq manejan la hipótesis de que la resistencia en ese país es organizada por infiltrados de la red radical islámica Al Qaeda.

Otros afirman que el vecino Irán, gobernado por un régimen islámico de la rama chiíta, ha construido una alianza táctica contra Estados Unidos, con Al Qaeda y otros grupos radicales islámicos.

Sin embargo, líderes religiosos iraquíes de la rama chiita del Islam —mayoritaria en este país— se esfuerzan por dejar en claro que no desean un enfrentamiento con Estados Unidos ni con Gran Bretaña, y quieren darle una oportunidad a estos países para que cumplan con sus promesas.

”Ya tomamos una posición hace tiempo y no vamos a seguir el camino de la confrontación con las fuerzas de la coalición, sino que vamos a intentar sacarlas de Iraq a través de vías pacíficas y un diálogo constructivo”, dijo Abdel Aziz Hakim, hermano menor del ayatolá Mohammed Baqer Hakim, líder del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq.

El ayatolá Hakim pasó más de dos décadas exiliado en Irán antes de regresar a Iraq en abril, luego del derrocamiento de Saddam Hussein. Es visto como un gran aliado de Teherán y tiene el objetivo de establecer una república islámica en Iraq similar a Irán.

Desde que regresó a Iraq, el ayatolá Hakim ha permanecido en la ciudad de Najaf, considerado el centro mundial de la enseñanza chiita, mientras su hermano menor se encarga de los contactos con otros grupos iraquíes.

”El ayatolá Hakim tenía un papel religioso en Najaf antes de que fuera obligado a dejar el país. Ahora que está de regreso, su lugar natural es Najaf y su papel será encargarse de asuntos religiosos. Las decisiones políticas serán hechas por Abdel Aziz, su hermano”, señaló el asesor del Consejo Abdel Hamed Bayati.

Finalmente, otros sostienen que el núcleo de la resistencia iraquí no es de combatientes de terceros países o religiosos, sino simplemente de civiles iraquíes desilusionados o irritados por la presencia militar de Estados Unidos en su patria. (

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