SIDA-COLOMBIA: Condón por amor propio

”Porque el amor propio es el más importante, el condón lo cargo yo”, dice de frente y con desparpajo ante los televidentes Diana Angel, protagonista de la serie de mayor audiencia entre los jóvenes colombianos.

Angel encarna a Gabriela, una estudiante de escuela pública de una barriada popular de Bogotá, en ”Francisco el matemático”, que se transmite diariamente por RCN Televisión y cuyo éxito en todo el país radica en las tramas basadas en historias reales y en la agilidad del relato visual.

Tanto el personaje como la actriz están en la franja de edad que, según estudios de la secretaría de Salud del Distrito Capital, es la más expuesta al contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

”Buscamos acabar con falsas creencias como la que ”con condón no se siente el mismo placer” y que ”si una mujer usa condón es promiscua”, dijo a IPS Angel.

El 52,86 por ciento de los 220.000 casos que se estima existen en Colombia corresponden a la franja de población que va de los 15 a los 35 años, mientras que en Bogotá en particular ”la mayor incidencia” se presenta en mujeres de 15 a 24 años, indicó el secretario bogotano de Salud, José Cardona.
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Esos datos aparecen entre los principales motivos para lanzar la campaña de la alcaldía mayor de Bogotá con el eslogan ”Por amor o por placer, por tu futuro y el mío, siempre condón”, que busca fomentar entre los jóvenes hábitos sexuales ”sanos, responsables y placenteros”.

Concursos de arte que tengan como elemento central el condón, distribución gratuita de siete millones de preservativos de látex en centros de diversión y escuelas, conferencias y talleres forman parte de la estrategia oficial en busca de incrementar la prevención de la pandemia.

La campaña capitalina se refuerza con la que en todo el país impulsa la Asociación pro Bienestar de la Familia Colombiana (Profamilia), una organización no gubernamental, especializada en orientación y atención en salud sexual y reproductiva, de la que Angel es la imagen institucional.

Angel explicó que hace dos años se vinculó a Profamilia como multiplicadora y orientadora en colegios y organizaciones juveniles, lo cual le ha permitido darse cuenta ”de que las niñas y mujeres son más idealistas en el amor y nos dejamos convencer muy fácil para no usar condón”.

Otro de los mensajes que promocionan el uso de preservativos entre las adolescentes plantea interrogantes y les da respuesta respecto a las muchas falacias sobre el uso del preservativo.

”¿Que como cargo el condón soy una mujer de plan?” Se pregunta en la campaña usando la expresión local peyorativa para mujeres de vida sexual muy activa. ”Sí, del plan de cuidarme, del plan de protegerme”, se escucha responder a la misma Angel en los mensajes que se transmiten profusamente por radio y televisión

”Es necesario combatir el machismo. Los hombres se deben sentir orgullosos de andar con mujeres que lleven el condón. Y si ninguno de los dos lo tiene, el no también es una opción y un método anticonceptivo”, señaló la actriz.

El carácter preventivo e integral de ambas campañas se ajusta a los planteamientos de autoridades en la lucha contra el VIH/sida, como Nafis Sadik, embajadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el tema en Asia.

Sadik afirmó esta semana en Bogotá que es necesario dar poder a las mujeres sobre la conducción de su vida sexual y reproductiva y adelantar acciones mancomunadas del Estado y la sociedad civil para ”educar, prevenir y diagnosticar oportunamente” la enfermedad.

América Latina es la región con mayor cantidad de afectados de VIH después de Africa subsahariana y Asia, precisó la funcionaria de la ONU.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) señala que en la región hay dos millones de personas portadoras de VIH, incluidas las cerca de 200.000 que contrajeron la enfermedad en 2002, de las que al menos 100.000 ya murieron.

La campaña del Distrito Capital colombiano involucra programas de las secretarías de Salud, de Educación, de los institutos de Cultura y de Turismo, de Recreación y Deporte y de la Consejería para la Vida Sagrada, en tanto la de Profamilia se apoya en los planteles educativos y las organizaciones juveniles.

”Bogotá es una excepción dentro del panorama nacional”, comentó a IPS Cecilia López, directora de la Fundación Agenda Colombia, que organizó el seminario VIH/Sida, desarrollo e impacto económico” los días 25 y 26 de este mes en Bogotá.

López estima que hay una ”relación directa” entre la mayor incidencia del VIH en las mujeres, que aumento de siete a 23 por ciento desde 1998, cuando los programas de educación sexual en los colegios dejaron de ser obligatorios.

Ricardo García, representante de Onusida en Colombia, coincide con esa apreciación.

”Indudablemente” el debilitamiento de los programas de educación sexual escolar, que ”en su momento fueron modelo en la región, es uno de los factores de aumento de la curva de incidencia del sida en el país”, puntualizó.

La iniciación de la vida sexual a temprana edad, en algunos casos desde los 13 años, la falta de información adecuada y los temores derivados de creencias religiosas, así como la doble moral, inciden también en un aumento de la maternidad adolescente.

A ese contexto cultural apeló el alcalde mayor de Bogotá, Antanas Mockus, al lanzar la campaña de uso de preservativos: ”pecar, pero con condón”.

La encuesta nacional de salud y demografía realizada en 2000 por Profamilia reveló que 15 por ciento de las adolescentes colombianas han sido madres y cuatro por ciento estaban embarazadas en el momento del estudio.

El documento también consigna que, aunque hay un conocimiento casi universal (99 por ciento) de la existencia del sida, persisten ”muchos tabúes e interpretaciones equivocadas”.

Eso se muestra por ejemplo en que 84 por ciento de las mujeres encuestadas en el país cree que una persona infectada no puede seguir teniendo relaciones sexuales, 40 por ciento que un profesor con la enfermedad no puede seguir enseñando y 36 por ciento que los portadores no enfermos deben ser suspendidos del trabajo.

También la administración capitalina auscultó la percepción social frente al sida y a la población potencialmente en riesgo de contagiarse.

Una consulta que tuvo el propósito de conocer las percepciones y hábitos de los bogotanos respecto de comportamientos sociales y sexualidad indicó que 91,4 por ciento de los entrevistados consideró que sería un vecino indeseable un drogadicto, 89 por ciento de igual manera a un guerrillero y 86 por ciento a un narcotraficante.

En una escala de uno a 23, las personas con sida ocupan el lugar 13 entre los colombianos encuestados, con 42,9 por ciento, seguido de los políticos con 38,3 por ciento. Frente a quienes hay más tolerancia y aceptación es a las personas de diferente color de piel.

En coincidencia con lo expresado por Sadik, Mockus cree que ”es posible modificar comportamientos nocivos para la convivencia” y opinó que Bogotá ha demostrado cambios en su cultura ciudadana hacia una sociedad más tolerante.

Ese es uno de los motivos por los cuales muchos de los enfermos de sida que se contagiaron en otra zona del país ”se refugian en la capital, porque es menos excluyente y ofrece mayor acceso a tratamientos y medicamentos”, sostuvo Cardona

El secretario de Salud capitalino también alertó sobre las posibilidades de expansión del contagio, aunque la prevalencia de entre 0,4 y 0,8 por ciento que registra Colombia está por debajo de los indicadores de la cuenca del Caribe, donde es de por lo menos uno por ciento en 12 países.

Onusida indica que los casos de VIH alcanzan o superan dos por ciento entre las mujeres embarazadas en países como República Dominicana, Guyana, Haití y Trinidad y Tobago, y ya se sabe que esa es una de las poblaciones de mayor riesgo en la capital colombiana.

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