CUBA: Historia oculta de las hijas de Galicia

Eran mujeres, pobres y gallegas. Llegaban solas a la Cuba de fines del siglo XIX y comienzos del XX y, como tantas latinoamericanas que emigran hoy a Europa, terminaban marginadas, engrosando el ejército de empleadas domésticas o prostitutas.

Más de 60.000 gallegas se asentaron en esta isla caribeña, fundaron la asociación Hijas de Galicia y el hospital de igual nombre que aún brinda servicios en La Habana. Muy pocas personas, sin embargo, recuerdan cómo y porqué surgió aquella institución.

”Si los libros de historia sirven de algo es para la reflexión sobre el presente”, afirma el historiador cubano Julio César González Pagés, autor del libro ”Emigración de mujeres gallegas a Cuba: Las Hijas de Galicia”.

”La historia continúa, las emigraciones continúan, España no emite sino recibe la emigración y las emigrantes de ahora son tratadas del mismo modo que las gallegas que entonces llegaban a Cuba”, sostiene González Pagés.

”No tenemos que ser complacientes. Desde mis tiempos de estudiante (en la Universidad de La Habana) me preocupó que la historia nacional fuera muy masculina, muy blanca, muy citadina”, añade el investigador, nacido en 1965 en la capital cubana.

Feminista convencido y autor de varios estudios de género, González Pagés coordina la sección Debates de Género del portal CubaLiteraria y un foro sobre masculinidad y diversidad, organizado por el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba.

Para la periodista Isabel Moya, directora de la revista cubana Mujeres, el libro sobre Hijas de Galicia está lejos de ser una narración edulcorada. ”Es una historia desgarradora, que algunos todavía hoy se niegan a ver”, opinó.

Vidas reales que muchas mujeres no contaban en las cartas a sus familiares y que el Centro Gallego, desde su posición de poder en La Habana de entonces, ocultó siempre porque era ”la cara fea”, lo que deshonraba a la comunidad de inmigrantes españoles.

”Si algo hizo el Centro Gallego fue boicotear Hijas de Galicia, que estuvo a punto de quebrar desde 1912 hasta 1919”, recuerda González Pagés.

La asociación surgió como una hermandad alrededor de la prostitución. ”La idea era dar asistencia a muchas de aquellas mujeres que no eran recibidas en los hospitales y morían de sífilis en casas de recogidas”, cuenta.

La casualidad o el destino, como se quiera llamar, puso a González Pagés ante la investigación que consumió más de 10 años de su vida.

Eran los primeros años de la década del 90. El historiador trabajaba en una oficina del Gran Teatro de La Habana, antiguo Centro Gallego, a donde habían ido a parar un grupo de libros viejos que incluían actas de Hijas de Galicia.

Y por aquellos mismos días, en medio de una severa crisis económica, los pasillos de la institución eran utilizados para repartir donaciones de ayuda económica a los integrantes de la comunidad gallega de Cuba.

”Eran mujeres de 70 u 80 años que se pasaban horas sentadas o paradas en las escaleras esperando su turno. Yo tenía una gran oficina llena de asientos y, aburrida, las invitaba a pasar y sentarse. De allí salieron 120 entrevistas”, cuenta.

Lo más difícil fue encontrar las actas originales de la asociación.. González Pagés las buscó en los archivos cubanos y gallegos y terminó encontrándolas en el hospital Hijas de Galicia, donde habían sido cuidadosamente guardadas durante décadas.

En su búsqueda, el historiador entrevistó a la hija de la gallega que sirviera de modelo a la escultura de una mujer embarazada que se levanta en la entrada del hospital y que a lo largo del tiempo ha sido venerada como una virgen por muchos pacientes.

También llegó al barrio gallego de La Habana, un sitio apenas conocido por los habitantes de la capital de Cuba en el municipio de Diez de Octubre, y que, según González Pagés, amerita una labor de rescate y reconocimiento.

La historia oculta en la isla también permaneció así en España hasta el pasado año.

”Mi desconcierto fue total al comprobar que apenas se tenían conocimiento de estos hechos y apenas había estudios e investigaciones de esta historia”, dijo el profesor español de historia de la música Roberto Relova Quinteiro.

Relova Quinteiro contribuyó de manera definitiva para lograr la publicación del libro en España, con el patrocinio de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vigo, Galicia, y el pasado mes de agosto viajó a Cuba para entregar una donación de ejemplares a varias bibliotecas.

”Emigración de mujeres gallegas a Cuba: Las Hijas de Galicia”, que aún no ha sido publicado en la isla caribeña, pronto podría tener una segunda parte.

”Cuando estuve para la presentación del libro en Galicia, el año pasado, se me acercó mucha gente para entregarme cartas que enviaron gallegas radicadas en Cuba a la familia que habían dejado allá. Esa podría ser otra historia”, afirma González Pagés.

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