DERECHOS HUMANOS: Nobel de la Paz para activista africana

Activistas por los derechos humanos y el ambiente elogian el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la keniata Wangari Maathai, y consideran que esa distinción reconoce el creciente papel de la sociedad civil durante las últimas décadas para transformar la política internacional y nacional, especialmente en Africa.

Maathai, de 64-años y con fama internacional de valiente e íntegra por sus esfuerzos para salvar bosques y poner fin a la autocracia y la corrupción en su país, fue informada de que había ganado el premio este viernes por la mañana en su ciudad natal de Nyeri, cerca del Monte Kenia.

Es la primera vez que el Nobel de la Paz, establecido hace más de un siglo, se concede a una africana.

”Se le debía desde hace tiempo un reconocimiento a las mujeres africanas y a su contribución a la paz y el desarrollo”, comentó Salih Booker, director ejecutivo de Acción Africa, unión de varias organizaciones que condujeron en los años 70 y 80 el movimiento estadounidense contra el régimen racista sudafricano del apartheid.

”Wangari realmente representa el rostro de un liderazgo africano distinto del que desempeñan los jefes de Estado, cancilleres y generales, todos varones, que solemos ver. Ella viene de los auténticos movimientos de base que han unido las causas del ambiente y los derechos humanos ”, destacó.

Conocida sobre todo por su papel al frente del Movimiento Cinturón Verde, una campaña para proteger y sembrar millones de árboles en Kenia y el resto del continente africano, la activista es también profesora universitaria, fue elegida diputada en las elecciones de diciembre de 2002, y el año pasado fue nombrada viceministra de Ambiente y Recursos Naturales por el presidente Mwai Kibaki.

El Movimiento Cinturón Verde es considerado ejemplar como actividad de base que moviliza y educa a la vez. No sólo ha plantado unos 25 millones de árboles,sino que también aboga por la biodiversidad, la conservación de suelos y la igualdad de género, además de defender los derechos de poblaciones rurales contra actividades mineras e industriales que trataron de invadir sus territorios.

Siempre ha insistido en que hay una relación entre la escasez de recursos naturales y los conflictos violentos, y este viernes dijo a la emisora británica de radio y televisión BBC que ”el ambiente es muy importante para la paz, porque cuando destruimos nuestros recursos, se vuelven escasos y luchamos por ellos”.

Su trayectoria de activismo ha determinado que fuera víctima de hostigamiento y persecución, y en algunas ocasiones golpeada o arrestada.

”Por primera vez en la historia, el Comité Nobel (que otorga el premio) ha reconocido la guerra contra el planeta Tierra al conferir el premio de la Paz”, sostuvo este viernes la organización no gubernamental (ONG) ambientalista internacional Greenpeace, con sede en Amsterdam.

Maathai ”ha usado el poder de la no violencia y la resistencia creativa para impedir címenes contra el planeta”, subrayó.

”En un mundo en que combatientes de la Guerra fría como (el ex secretario de Estado estadounidense) Henry Kissinger pueden recibir el mismo premio, y gobernantes como (el primer ministro británico) y (el presidente estadounidense) George Bush pueden ser propuestos para ganarlo tras asesinar a decenas de miles de civiles (en Iraq) sobre bases fraudulentas, es bueno ver que se reconocen verdaderos actos de paz”, apuntó Greenpeace.

”Ella es nuestro tipo de ganadora del Premio de la Paz”, añadió.

”Wangari Maatha es auténticamente una ambientalista africana muy distinguida, que ha realizado una increíble contribución para mejorar el ambiente y la sociedad, no sólo en Africa sino también en el mundo como tal”, aseveró Meena Raman, de la ONG Amigos de la Tierra Internacional.

”Es un gran testimonio de la decidida lucha de una gran mujer”, comentó Nnimmo Bassey, directora del capítulo nigeriano de la misma ONG.

La ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW), defensora de los derechos humanos, también expresó su satisfacción.

”Ella ha hecho más que nadie para poner la cuestión ambiental en la agenda, y una de sus grandes fortalezas ha sido la insistencia en trabajar desde la sociedad civil y mantenerse cerca de la base social”, opinó Michael Clough, de la división africana de HRW.

El premio será entregado formalmente en Oslo el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, y su dotación es unos 1,3 millones de dólares.

Parte del dinero ”irá a programas ambientales. Tengo que hacer un presupuesto y pensar qué voy a hacer”, dijo la galardonada a periodistas en Nyeri.

Maathai ha recibido varios premios internacionales por su defensa del ambiente, entre ellos el Goldman y el Sophie.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), con sede en Nairobi, destacó oficialmente su trabajo en 1987 y ahora elogió la decisión del Comité Nobel.

Wangari Maathai ”es un ejemplo que debería inspirarnos a todos, y especialmente a las mujeres y niños africanos que cargan la mayor parte de la carga de pobreza, conflicto y degradación ambiental”, según el director del Pnuma, Klaus Toepfer. (

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