PERIODISMO: De la sábana al tabloide

”El formato sábana está muerto”, sentenció Jim Chisholm, asesor de estrategia de la Asociación Mundial de Periódicos, con sede en París, en un informe sobre ”Nuevos diseños, nuevos formatos” publicado el pasado junio.

Al menos, el formato grande está muriendo. La tendencia de los periódicos es al tamaño tabloide (o ”compacto”, para distinguirlo de ”los tabloides”, como se llama peyorativamente a la prensa amarilla), para contrarrestar una reducción de dos a cuatro por ciento en la circulación de los diarios de gran formato, registrada en la mayoría de los países industrializados en un período de 10 años.

Algunos expertos advierten que la reducción del tamaño de las páginas podría significar una disminución del contenido también.

”Estimamos que más de 50 grandes diarios están haciendo el cambio (de sábana a tabloide) o ya lo han hecho”, dijo Chisholm en una entrevista por correo electrónico.

Aunque con variaciones, un diario en formato sábana mide unos 35 por 60 centímetros, y un tabloide, 28 por 40.

En Gran Bretaña, The Times añadió el pasado noviembre una versión compacta tras circular durante 216 años en formato sábana. Su propietaria, la News Corp. de Rupert Murdoch, decidió publicar el diario en ambos formatos después que The Independent hiciera lo mismo en septiembre de 2003. Desde el año pasado, The Independent sólo se edita en versión tabloide.

La medida de ambos diarios británicos ejerció una gran presión sobre The Guardian, que desde entonces vio menguada su circulación. Sus directores dijeron que no se convertirán al formato compacto para mantener ”la integridad del periodismo de The Guardian”, pero el diario quedará a medio camino entre la sábana y el tabloide.

Suecia fue quizá el país que experimentó la mayor revolución en materia de formato de periódicos. Trece diarios se convirtieron al tabloide: Skånska Dagbladet, Dagens Nyheter, Göteborgs-Posten, Sydsvenskan, Östersunds-Posten, Vestmanlands Läns Tidning, Sundsvalls Tidning, Upsala Nya Tidning, Östgöta Correspondenten, Borås Tidning, Nerikes Allehanda, Västerbottens-Kuriren y Norrköpings Tidningar.

El diario belga De Standaard también cambió su formato el 8 de marzo de 2004.

En Alemania, los editores del diario de negocios Handeslblatt anunciaron en septiembre del año pasado que lanzarían en Frankfurt una publicación compacta, The News.

La nueva publicación apunta a lectores de 20 a 39 años y ofrece un resumen de noticias que se puede leer en 15 minutos, explicó el presidente de Handeslblatt, Harald Muesse, citado en el sitio www.editorsweblog.org.

Sólo 25 periodistas trabajarán en The News, que podrá usar artículos de Handeslblatt y su socio en Berlín, el diario Tagesspiegel.

En mayo del año pasado, el editor alemán Axel Springer lanzó Welt Kompakt, una versión compacta de Die Welt, uno de los diarios más prestigiosos de Alemania. Springer planea hacer lo mismo con Bild, el periódico de mayor circulación del país.

Y la lista sigue.

”Los lectores prefieren las páginas más pequeñas a las más grandes”, dice el informe de la Asociación Mundial de Periódicos, que agrupa a 72 asociaciones nacionales de diarios, ejecutivos de periódicos de 100 países, 13 agencias de noticias y nueve organizaciones regionales de prensa. En total, representa a más de 18.000 publicaciones.

¿Cuál ha sido el resultado sobre las ventas?

”El mundo de los periódicos quedó impresionado por los recientes resultados de The Independent en Londres”, señaló Chisholm en el informe. Desde el cambio de formato, la circulación del diario aumentó 18 por ciento en seis meses, y entre seis y ocho por ciento en un año.

Pero Chisholm advierte que el formato tabloide no es una panacea. ”La vasta mayoría de los diarios muestran un incremento de las ventas a corto plazo, pero luego continúan la tendencia anterior”, dijo a IPS.

Cambiar el formato de un periódico es una gran apuesta: los lectores pueden resistir el cambio o bien pasarse a otro diario de formato sábana. Además, la mayoría de los periódicos sufren una caída inicial en los ingresos por publicidad.

Según un informe de la publicación británica Media Week, el cambio de The Scotsman a la versión tabloide ”no detuvo la caída de la circulación”. Pero sí la enlenteció, de acuerdo con cifras de la Oficina de Control de Circulaciones (ABC, por sus siglas en inglés).

”Pocos diarios han experimentado mejoras significativas en sus ventas a partir del cambio, y aquellos que lo han hecho, son excelentes periódicos en otros sentidos”, dice el informe de la Asociación Mundial de Periódicos.

Los diarios de Estados Unidos no han seguido la misma tendencia. The Chicago Tribune y otros lanzaron formatos tabloide apuntando a los lectores jóvenes, pero fueron muy pocos en comparación con la gran cantidad de diarios que cambiaron de formato en Europa.

Los anunciantes estadounidenses se inclinan por el formato sábana, según expertos citados el pasado noviembre en un artículo de Newspaper&Technology, la revista de IFRA, una asociación mundial de compañías periodísticas con sede central en Alemania.

Fuera de Estados Unidos, se considera mucho más al lector que al anunciante, observó Alan Jacobson, presidente y director ejecutivo de Brass Tack Design, una empresa de diseño de periódicos con sede en Norfolk, Estados Unidos, citado por dicha revista.

Además, en Estados Unidos, la publicidad financia una mayor proporción del costo de producción de los diarios.

Varios factores facilitaron la ”tabloidización” en Europa con respecto a Estados Unidos. Uno es que los lectores europeos tienden a ser más fieles a sus diarios, y otro, que en Estados Unidos el formato tabloide está más estrechamente asociado con la prensa sensacionalista.

La transformación debe ganar entonces tanto la batalla por la circulación como por la publicidad, ambos elementos interdependientes. La circulación estimula la demanda de espacios publicitarios, mientras que los anuncios financian la mayor parte de los costos de producción.

A medida que las páginas se reducen de tamaño, lo mismo sucede con los avisos, y los anunciantes no están dispuestos a pagar lo mismo por menos exposición. En ocasiones, los diarios aprovechan el cambio de formato para lanzar nuevos acuerdos publicitarios.

El fenómeno llevó a la Asociación Internacional de Marketing de Periódicos (INMA), con sede en Estados Unidos, a realizar el mes pasado en Londres una conferencia llamada ”De la sábana al tabloide: Cumbre sobre cambio de formato”.

La reunión se concentró en ”la batalla de los mercados” para convencer a los anunciantes de que una página en formato sábana puede tener ”igual o mejor impacto” que en formato tabloide.

”Los diarios estarán cada vez más dirigidos a las audiencias específicas que buscan los anunciantes, y además estarán disponibles a un costo menor o gratis, financiados principalmente por la publicidad, como la televisión”, destacaron los expertos Len Kubas y Ed Strapagiel en un documento publicado por la INMA.

En cuanto al efecto de la nueva tendencia sobre el contenido periodístico, es materia de discusión.

Blick, el diario suizo de mayor circulación, produjo una edición compacta de prueba con la consigna ”Dos formatos, igual contenido”.

Sin embargo, ”ya no hay tanto espacio para notas editoriales, y la reducción en la cantidad de artículos es evidente”, señaló Håkan Hvitfeldt, profesor de periodismo de la Universidad de Estocolmo.

”Los diarios se están achicando en muchos sentidos, y las salas de redacción también. Es una tendencia”, dijo a IPS.

El año pasado, 2.160 periodistas suecos reclamaron subsidio de desempleo.

”Los diarios deben informar más rápido, pero uno de los placeres de la palabra escrita es la posibilidad de leer en extenso, por lo tanto creo que los diarios conservarán sus elementos de revista y los artículos largos”, declaró Chisholm a IPS. ”Es un valor intrínseco del diario medio”, concluyó.

Hvitfeldt señaló que en Suecia ”algunos diarios se están volviendo más 'típicamente tabloides' en su contenido, más sensacionalistas”. ”El Skånska (Dagbladet) se volvió más interesante, pero creo que el cambio para el Dagens Nyheter fue catastrófico”, añadió.

Sin embargo, ”no digo que el tabloide signifique necesariamente mala calidad y sensacionalismo. Un diario serio como El País (de Madrid) es un tabloide”, recordó. Igualmente lo son publicaciones influyentes y respetadas como el francés Le Monde, el español El Mundo y el italiano La Repubblica.

*Miren Gutiérrez es editora jefa de IPS.

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