ARGENTINA: Homosexuales tras unión legal y derecho a adoptar

Con la presentación en sociedad de una pareja homosexual y sus dos hijos, la comunidad gay-lésbica de Argentina calienta motores para el debate que comenzará en septiembre con el ingreso al Congreso de un proyecto de unión civil que contempla derechos de herencia y adopción.

En caso de aprobarse, será la primera ley en reconocer las parejas homosexuales en Argentina y también en América Latina. En la actualidad existe una norma que reglamenta las uniones de este tipo en la ciudad de Buenos Aires, pero no incluye el derecho a la herencia ni la posibilidad de adopción.

La iniciativa, que cuenta con el aval de numerosos juristas, resulta más progresista que la ley aprobada en junio en España, porque no es una ampliación del matrimonio a parejas del mismo sexo sino que se crea una nueva institución, más abierta, por la que podrán optar también las parejas heterosexuales.

La ley de matrimonio en vigor tiene más de 300 artículos que lo regulan y, en cambio, el proyecto de unión civil no llega a 160, porque es una institución más respetuosa de las decisiones que tomen voluntariamente los miembros de cada pareja, señaló a IPS el secretario de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Marcelo Suntheim.

"En la unión civil, el adulterio no existe porque la fidelidad no es un deber", distinguió a modo de ejemplo.

La unión civil permitirá a los contrayentes gozar de los beneficios del matrimonio sin someterse a todas sus reglas. Por ejemplo, en caso de disolución del vínculo, sólo basta que uno de los miembros de la pareja declare en el registro civil su voluntad de abandonar el compromiso.

Para tomar el pulso a las reacciones que provocará en la sociedad el proyecto a presentar en el parlamento, la Comunidad Homosexual Argentina animó a una pareja integrante del colectivo a mostrar sus hijos ante los medios de comunicación. De ese modo, Martín Farach y Andrew Colton presentaron a sus mellizos de cinco años, Lucas y Julia.

"Somos una familia tan aburrida como la de cualquiera", explicó en compañía de sus hijos Farach, un argentino que emigró llevado por sus padres tras el golpe de Estado perpetrado en 1966 por el general Juan Carlos Onganía,

Farach conoció al estadounidense Colton hace 19 años, se casaron en Canadá y viven entre Estados Unidos y Argentina, pero piensan radicarse definitivamente en Buenos Aires porque la vida "se volvió irrespirable" desde la llegada a la Casa Blanca de George W. Bush, según explicaron.

Hace cinco años, con el esperma de uno de ellos y los óvulos de una amiga, lograron la paternidad de la niña y el niño.

"Nuestras familias deben visibilizarse, si no estaremos discutiendo en abstracto", explicó Suntheim.

El secretario de la CHA reveló que "son cientos" las parejas de homosexuales y lesbianas que están criando hijos desde hace muchos años en este país, sólo que el tema permanece escondido. La estrategia de presentar a la familia Farach-Colton es una vía para mostrar una "diversidad familiar" y dificultar el ataque al proyecto, apuntó.

Existen muchos casos de parejas de lesbianas que tienen a su cargo los hijos de una de las mujeres, producto de una unión heterosexual previa.

La ley argentina no prohíbe adoptar a hombres o mujeres solos e, incluso, la justicia también ha autorizado la entrega en adopción de menores a parejas del mismo sexo que no ocultaron su condición. Las lesbianas recurren en mayor medida a la donación de esperma y la fertilización asistida a fin de alcanzar el embarazo.

"No es que no podamos tener niños. El problema es que esos niños no tienen los mismos derechos que los demás. Si muere el adoptante, el menor puede ir a parar a un orfanato, aunque tenga otro padre", advirtió Suntheim.

Las mismas inequidades se padecen ante la muerte de su pareja. No sólo es difícil obtener una pensión por viudez, como tienen quienes están protegidos por el matrimonio civil. La justicia, salvo excepciones, no reconoce derechos sucesorios al integrante de una pareja homosexual que pierde a su compañero.

Por eso el proyecto de unión civil avanza sobre esa laguna legal e incluso ofrece alternativas. Contempla la pensión por viudez y plantea para los deudos la clásica figura del heredero forzoso, o el acuerdo mutuo realizado en vida entre las partes para disponer de los bienes a futuro en caso de fallecimiento, explicó.

Suntheim cree, incluso, que la unión civil puede atraer a muchas parejas heterosexuales que prefieran acogerse a esta figura más abierta, con menos regulaciones que el matrimonio.

En los años 90, la tarea de la comunidad homosexual argentina estaba enfocada a evitar la discriminación, pero ahora centra su accionar en la reivindicación de derechos de ciudadanía plena.

Así fue que en 2003 se consiguió la sanción de una norma de unión civil en Buenos Aires, ciudad que pasó a ser pionera en la materia en América Latina y el Caribe. El matrimonio homosexual es legal, con distintas variantes, sólo en el nororiental estado estadounidense de Massachussets y en España, Bélgica, Holanda y Canadá.

Unas 350 parejas del mismo sexo sellaron su unión desde la aprobación de la norma respectiva el 20 de mayo de 2003 en la Ciudad de Buenos Aires. Pero al ser una disposición restringida a un sólo distrito no puede incluir derechos a la herencia ni a la adopción que son asuntos dependientes de códigos nacionales.

En octubre de 2004, el psicólogo Jorge Raíces Montero, coordinador de salud de la CHA, presentó en el congreso el libro titulado "Adopción: Proyecto Nacional de Unión Civil", que compila trabajos de 24 reconocidos colegas suyos, de psiquiatras, pediatras y sexólogos especialistas en temas de infancia, género y adopción.

Raíces Montero dijo entonces a IPS que las conclusiones del trabajo fueron contundentes. "Las funciones de madre y padre que un niño necesita para su crianza son independientes de la orientación sexual de quien cumple esos roles, que puede ser una misma persona o dos del mismo sexo", sintetizó.

Con la polémica que provocó el libro el año pasado y la presentación de la familia Farach-Colton este año, la Comunidad Homosexual de Argentina se prepara para dar la batalla final, que consiste en la aprobación de la ley de unión civil para todo el país incorporando el derecho pleno a la herencia y la adopción.

No hay dudas de que se repetirá, al menos, el debate suscitado durante la discusión del proyecto de unión civil en la capital argentina y, en particular, la andanada de condenas de grupos conservadores y derechistas como ocurre también cuando se trata de salud reproductiva.

Un adelanto de lo que vendrá fue la cobertura periodística de la presentación de la familia Farach-Colton. El diario conservador La Nación, por ejemplo, le dedicó un tratamiento especial y la inclusión de expertos que no dudaron en señalar que lo importante es la función paterna o materna y no quien la ejerce, avalando así la adopción por parte de parejas homosexuales.

El proyecto fue elaborado por la jueza Graciela Medina, la misma que redactó la iniciativa para la ciudad de Buenos Aires. La CHA sometió el texto al análisis y corrección de una decena de juristas y ya está casi listo. "Sabemos que va a ser cuestionado y queremos que sea sólido", anticipó Suntheim. (

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