El Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos acusó a un grupo de 132 naciones de bloquear los esfuerzos de Washington por una reforma radical de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según una carta firmada por el presidente del Comité, Henry Hyde, y por Tom Lantos, del opositor Partido Demócrata, el Grupo de los 77 (G-77) países en desarrollo y China trabajan arduamente contra los esfuerzos del secretario general de la ONU, Kofi Annan, por "erradicar la corrupción de la institución".
"Nosotros y nuestros colegas de la Cámara hemos seguido y seguiremos de cerca sus acciones y pretendemos que respondan por ellas", advierte la carta.
Menos de 24 horas después de entregada la misiva el jueves, el presidente de los 132 países que conforman el bloque G-77 y China, el embajador Duminasi Kumalo, de Sudáfrica, llamó a una reunión urgente del bloque para discutir el asunto.
"La carta plantea asuntos muy importantes, y me gustaría obtener el consejo del G-77 y China para responder", dijo Kumalo.
La advertencia realizada del Comité parlamentario recibirá una lluvia de críticas del G-77, la coalición más grande de estados dentro de la ONU.
"La carta no sólo no tiene precedentes, sino que ha sido un acto de despotismo por un comité que no tiene derecho a intervenir en el trabajo de las Naciones Unidas", aseveró un miembro del Grupo a IPS.
"La ONU está conformada por 191 países, y Estados Unidos es sólo una parte minoritaria de la misma. Nosotros tendremos nuestra propia respuesta a la carta", prometió.
Para algunos embajadores, Annan es un "secretario general demasiado complaciente", es acusado de ceder a la presión de la derecha estadounidense, que pretende moldear el mundo según las líneas de un Estados Unidos corporativo gobernado por un director ejecutivo.
En octubre, el G-77 solicitó a Annan que aclarase si "ahora los funcionarios principales de la Secretaría reportan directamente a los parlamentarios nacionales acerca de las resoluciones tomadas por miembros de las Naciones Unidas".
La Secretaría General de la ONU debe "responder a la Asamblea General de 191 miembros, y no a países miembros de forma individual". Según el G-77, el rol de la Secretaría es "implementar adecuadamente los mandatos de la Organización. Las críticas públicas efectuadas de los funcionarios de la Secretaría acerca de decisiones tomadas por la Asamblea son inaceptables".
En una comparecencia ante el mismo Comité en octubre, el jefe de personal de Annan, Mark Malloch Brown, dijo a los legisladores: "Confiamos en nuestros amigos, no sólo en la administración de George W. Bush sino también en el Congreso. Después de todo, ustedes tienen el poder del dinero, y eso les asegura una audiencia atenta a cualquier lugar a donde vayan".
Con tono bastante duro, una carta enviada a Annan la semana pasada por el G-77 criticaba también a los jerarcas de las Naciones Unidas por ignorar a la Asamblea General y presionar en asuntos pertinentes al trabajo de la Organización, particularmente en lo referente a denuncias de mala administración, fraude y corrupción.
En su carta, el G-77 especifica que estos altos funcionarios buscan limitar el papel de los países miembros y de la Asamblea General. "Debemos asegurarnos que existe confianza y un canal abierto y fluido de comunicación entre los países miembros y la Secretaría", decía en una de sus líneas.
Esta fue la segunda carta dirigida por el G-77 a Annan en donde se cuestiona a los integrantes de la Secretaría. La primera, enviada en octubre, fue dirigida directamente a Malloch Brown. La última fue remitida al subsecretario general sobre Asuntos Administrativos, Christopher Burnham, ex funcionario del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.
El Comité de Relaciones Internacionales sostuvo: "Escribimos en respuesta al intolerable ataque que ustedes, el Grupo de los 77 y China, han efectuado contra la Secretaría de las Naciones Unidas en su gran esfuerzo por erradicar la corrupción de la ONU".
El Comité también afirma que en la carta dirigida a Annan "El G-77 declara de forma absurda que están junto a quienes que quieren reformar la administración de las Naciones Unidas, mientras simultáneamente critican a la Secretaría por sus revelaciones públicas documentando escándalos de soborno (cometidos) por funcionarios y contratistas de la ONU".
"Aparentemente, el Grupo de 77 y China prefieren que los ciudadanos del mundo no se enteren de los cientos de millones de dólares que les han robado los funcionarios y contratistas corruptos".
"La reforma de las Naciones Unidas se centra en el respeto y la transparencia, especialmente de aquellos ciudadanos de unos pocos países que cargan con el financiamiento de programas, muchos de los cuales benefician a sus elites políticas", agrega la carta.
Un último informe sobre actos venales, según el Comité, llevó a la Secretaría a suspender a ocho empleados, lo cual demuestra y refuerza la razón de continuar y acelerar los esfuerzos de reforma.
"Con una pérdida potencial de cerca de 300 millones de dólares sólo en este escándalo, no es momento de ofuscarse por procedimientos y objeciones burocráticas", continúa la carta de los legisladores, al tiempo que añade que el "statu quo" ya no es aceptado por la mayoría de los estadounidenses.
