SALUD: El aspartame sí es cancerígeno

El científico italiano Morando Soffritti reavivó la polémica sobre la inocuidad del aspartame, un endulzante artificial que se usa en productos tan populares como los refrescos dietéticos de Coca Cola y Pepsi Co.

Después de estudiar 1.800 ratas durante ocho años, el equipo de investigadores que él lideró en la septentrional ciudad italiana de Bolonia concluyó que el aspartame podría tener efectos cancerígenos.

Las conclusiones, dadas a conocer en julio de 2005 y publicadas en marzo en la revista Perspectivas de Salud Ambiental del Departamento de Salud de Estados Unidos, contradice otros estudios, financiados por la empresa creadora del edulcorante G. D. Searle & Company, que aseguran que éste no presenta ningún riesgo para la salud humana.

Desde hace 25 años, el producto está autorizado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, FDA.

La venta del aspartame, con sólo cuatro calorías, 200 veces más dulce que el azúcar y comercializado con las marcas Nutra-Sweet y Equal, factura 570 millones de dólares al año. Se calcula que unos 350 millones de personas en el mundo, muchas esperanzadas en bajar de peso, lo consumen diariamente en 6.000 tipos de alimentos. Sólo en Europa se venden 2.000 toneladas anuales del producto.

La investigación de Soffriti se realizó en el Centro de Investigación del Cáncer Cesare Maltoni de la Fundación Europea Ramazzini, en Bolonia, que él dirige. Esta institución creada en 1971 ganó credibilidad mundial al descubrir las propiedades cancerígenas del aditivo de gasolina Eter Metil Terbutílico (MTBE son sus siglas en inglés), lo que impulsó su prohibición en 21 estados en Estados Unidos.

Tierramérica dialogó con Soffritti en Italia. Extractos:

Tierramérica: ¿Cuáles son los resultados de su investigación realizada en 1997 y 2005 sobre los efectos del aspartame?

Soffritti: Los resultados indican que el aspartame es un agente cancerígeno multipotencial, aún consumiendo diariamente 20 miligramos por kilogramo de peso corporal, es decir, una cantidad menor a la que recomiendan la FDA (50 mg/kg de peso corporal) y la Unión Europea (40 mg/kg).

– ¿Qué clase de cáncer produce?

– Nuestro estudio demostró por primera vez que el aspartame aumenta la incidencia de los tumores malignos en ratas. En las hembras incrementa la leucemia y los linfomas, así como las células cancerígenas y sus displacias en la pelvis y la uretra. En los machos, aumenta sobre todo la incidencia de tumores malignos en nervios periféricos.

– ¿Cuántas ratas fueron estudiadas y qué método usaron?

– Estudiamos 1.800 ratas (Sprague-Dawley) criadas para este fin. Les dimos, por grupos, dosis parecidas a lo que ingieren a diario las personas, de 5.000, 2.500, 500, 100, 20, cuatro o cero mg/kg de peso corporal. El aspartame se agregó a la dieta estándar (siete dosis en la comida).

El experimento empezó cuando los animales cumplieron ocho semanas y se extendió hasta su muerte natural, a las 159 semanas. Al morir las ratas hicimos los estudios histopatológicos de sus órganos y tejidos. Analizamos más de 30.000 muestras.

– ¿Cabe suponer que lo que pasó en las ratas también puede suceder en los seres humanos?

– Según una investigación sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud, el estudio experimental de agentes cancerígenos en ratas es muy importante para el hombre. Un tercio de los agentes cancerígenos en el hombre se han descubierto con los estudios experimentales en los animales.

– El aspartame se vende principalmente para controlar el peso. En su experimento, ¿los animales bajaron de peso?

– No. Vimos que aquellos que consumían aspartame comían menos, pero su peso corporal se mantenía igual. No tenemos explicación para esto, no es nuestro campo.

– El aspartame también es consumido por niños y mujeres embarazadas. ¿Qué efectos puede tener sobre ellos?

– El estudio de las dosis correlacionadas entre los miligramos que se consumen y el peso corporal nos dice que el efecto cancerígeno en los niños podría ser mayor (por su peso). Los agentes cancerígenos tienen un efecto más fuerte en la vida del embrión, por lo que las mujeres embarazadas están en más riesgo.

– ¿Las personas que consumen aspartame están condenadas a desarrollar cáncer?

– El cáncer está relacionado con muchos factores y con la genética. No podemos decir que un consumidor de aspartame puede desarrollar cáncer. Hay personas que fuman toda la vida y nunca tuvieron cáncer de pulmón.

– Hay diversos estudios que aseguran que el aspartame es inocuo para la salud humana. ¿Cuáles son las diferencias en estos y la investigación que usted encabezó?

– Primero, estos estudios sobre el efecto cancerígeno en ratas y ratones se hicieron en los años 70, antes del inicio de la comercialización del aspartame y fueron pagados por las propias industrias productoras.

Los resultados de estos estudios no evidenciaron que el aspartame fuera cancerígeno. Pero algunos miembros de la comunidad científica dudaron de la calidad de estos experimentos porque algunos animales que consumieron aspartame presentaron tumores al cerebro. Mientras, los animales de control no tuvieron problemas.

Segundo, esos estudios utilizaron un número de animales menor (280 y 688 ratas) y no se realizaron según las buenas prácticas de laboratorio (Good Laboratory Practices), entonces no pueden concluir con seguridad que el aspartame no es un agente cancerígeno. Nuestro centro de estudios es independiente, no recibe financiamiento de las industrias productoras.

– ¿Son necesarios nuevos estudios científicos, como el suyo, sobre los potenciales efectos cancerígenos del aspartame?

– Sí, son necesarios más estudios para obtener una mayor precisión de la cuantificación del riesgo. Ya los actuales resultados imponen, de parte de los órganos competentes, una urgente revisión de las normas que regulan el uso y el consumo del aspartame para proteger la salud pública, sobre todo la de los niños.

– Su estudio está siendo revisado por la Autoridad de Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, que se pronunciará en mayo. ¿Espera que esta instancia avale su estudio y cree que agencias gubernamentales en Europa y otros países deberían prohibir el aspartame?

– Espero que se revise la normativa vigente.

* La autora es colaboradora de Tierramérica. Este artículo fue publicado originalmente el 8 de abril por la red latinoamericana de Tierramérica.

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