NEPAL: Indígenas tienen quien los defienda

El parlamento de Nepal llamó al gobierno a acelerar el proceso de ratificación del Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, que obliga a los estados a proteger los derechos de los pueblos originarios.

La Cámara de Representantes reclamó al gobierno que le eleve el pedido de ratificación de este convenio, el número 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), aprobado por ese foro en 1989.

Si continúa la presión, el parlamento podría proceder a ratificar el tratado internacional en su próxima sesión, en octubre, señaló el diputado Bijaya Subba, el legislador que propuso la iniciativa.

Mientras, la población indígena nepalesa, que concentra casi 40 por ciento de los 25 millones de habitantes del país, duda que pueda cosechar algún beneficio del "levantamiento popular" que acabó en abril con el régimen absolutista del rey Gyanendra.

Desde que el rey se vio obligado a restaurar el parlamento, los legisladores tratan de cumplir con las expectativas del movimiento popular comprometiéndose, con altisonantes discursos, a derogar las leyes que discriminan a las mujeres y el rígido régimen de castas hindú, entre otras cosas.

Hasta el lunes 28 de agosto, Nepal era el único reino hindú del mundo. Pero el parlamento estableció entonces que esta nación de Asia meridional, situada entre China e India, era un estado secular.

Sin embargo, muchos dudan de que el gobierno haga realidad sus promesas.

Tras la instauración de la democracia multipartidaria luego del primer movimiento popular, en 1990, los sucesivos gobiernos fueron incapaces de fomentar el desarrollo en este empobrecido país.

El fracaso llevó a insurgentes maoístas a tomar las armas en febrero de 1996 para terminar con la monarquía y la injusticia contra sectores postergados de la población, como las mujeres, los indígenas y los dalits (los "intocables" del régimen de castas hindú). Pero el conflicto se cobró unas 14.000 vidas.

Los partidos que en los años 90 se disputaban el poder son los mismos que ahora controlan el parlamento y que están a cargo de las conversaciones de paz con los rebeldes maoístas.

Las dudas se avivaron en junio, cuando el gobierno creó un comité de seis miembros a cargo de redactar un proyecto de constitución. Ninguna mujer fue integrada al cuerpo deliberativo.

Las fuertes protestas obligaron a ampliarlo con representantes de las mujeres, las comunidades indígenas y dalits.

El Convenio 169 compromete al gobierno a consultar a la población indígena en caso de tomar medidas que afecten sus vidas, su cultura y su sustento y a asegurar su participación en los procesos de decisión.

Después de que el gobierno ratifique el Convenio, "estará obligado a elaborar programas para cumplir con sus promesas", dijo Subba a IPS.

"Hasta ahora todos los gobiernos desatendieron los asuntos de los 'janajati' (indígenas) a pesar de que elaboraron políticas para involucrarlos", afirmó.

Nepal reconoce 59 comunidades o naciones indígenas.

En general, los aborígenes son extremadamente pobres. En 2004 los janajati tenían un ingreso promedio anual por persona de 211 dólares, mientras que en el resto del país era de 290, según estadísticas oficiales.

Desde que los maoístas lanzaron en 1996 sus primeras bombas caseras contra dependencias gubernamentales, en el oeste del país, la nación quedó dividida en regiones autónomas en función de las etnias que predominaban en cada una de ellas.

Activistas indígenas reclaman que esas regiones autónomas conformen la base de la organización política que elaborará la asamblea constituyente, que también tendrá la difícil tarea de decidir el futuro de la monarquía.

Mientras, los principales partidos políticos proponen varias formas de federalismo para reemplazar el actual sistema centralista.

El dirigente janajati Krishna Bhattachan declaró en Katmandú, ante estudiantes indígenas, que llegó la hora de que los pueblos autóctonos creen su propio partido político. Ellos luchan por sus derechos "pero los partidos políticos nunca se los conceden", informó el diario The Himalayan Times.

"Si no sea crea ese partido político, los indígenas podrían decidir respaldar en masa a uno de los ya existentes que mejor represente sus intereses", dijo a IPS Balkrishna Mabuhang Limbu, otro dirigente janajati.

"En este momento, la gente cree que ese partido es el de los maoístas", añadió.

El Convenio 169 "es un instrumento de desarrollo, no de carácter político", explicó por correo electrónico a IPS Saloman Rajbanshi, de la oficina de la OIT en Nepal.

"Lo que sí estipula es la autogestión y el derecho de los pueblos indígenas y tribales a definir sus propias prioridades".

"No quiere decir que la vida de los indígenas de Nepal vaya a mejorar de un día para otro", añadió. "Pero provee un marco legal que aboga por su participación y consulta en las actividades de desarrollo".

Shankar Subba, presidente de la Asociación de Abogados por los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de Nepal, cree que el gobierno deberá acatar esas recomendaciones.

"Si hay un mecanismo que obligue al gobierno a realizar consultas estoy casi seguro que no puede negarse a otorgar ese derecho", dijo a IPS este activista. ***** + Convenio sobre Pueblos Indígenas y tribales (http://www.oit.org/ilolex/spanish/convdisp2.htm) + Manual del Convenio sobre Pueblos Indígenas y tribales (http://www.ilo.org/public/spanish/standards/norm/egalite/itpp/convention/index.htm) (FIN/IPS/traen-vf-mj/ml/rdr/ap hd ip pr/06)

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