ESTADOS UNIDOS: Policías podridos de la gran manzana

Nicole Paultre Bell estaba feliz antes de casarse, pero el destino le reservaba una desgracia. Horas antes de su boda, el 25 de noviembre de 2006, policías de la ciudad de Nueva York mataron a su novio Sean Bell de 50 balazos.

Paultre Bell antes de su arresto, el miércoles 7. Crédito: Monica Moorehead/Workers World Este miércoles, esposada como las otras 200 personas detenidas por participar en una manifestación contra la represión policial, Bell —quien adoptó el apellido de quien no pudo ser su esposo— dijo: "Aún estoy rezando para obtener justicia."

"Esto está lejos de haber terminado. Estaré al frente de cada marcha de protesta", agregó Paultre Bell, quien, luego de ser liberada, se reunió el jueves con el gobernador del estado de Nueva York, David A. Paterson.

En solidaridad con Paultre Bell, miles de neoyorquinos salieron a las calles y cortaron el tránsito para protestar contra el fallo judicial que exoneró a los tres policías que dispararon los 50 balazos.

Sean Bell, de 23 años, se dirigía a su casa junto con unos amigos, luego de pasar unas horas en un club nocturno, cuando ocurrió el incidente que le costó la vida. Tanto él como dos amigos suyos que sobrevivieron al tiroteo no portaban armas y no habían cometido ningún delito.
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Los policías alegaron que estaban investigando denuncias de prostitución en ese local y que pensaron que Sean y sus acompañantes estaban armados. También declararon que intentaron detenerlos y que la situación se descontroló.

La absolución de los policías disparó una masiva protesta en Nueva York. Ciudadanos acusaron a las autoridades de incapacidad para controlar los abusos policiales, en especial contra jóvenes negros e inmigrantes.

El gobernador Paterson, quien en el pasado participó en actos de desobediencia civil, dijo entender las motivaciones que llevaron a los manifestantes a actuar de ese modo, pero acotó que debió disolver la protesta porque representa "a todo el pueblo" del estado de Nueva York.

La no gubernamental Unión de Derechos Civiles de Nueva York señaló "patrones preocupantes" en la conducta de la policía local, especialmente su tendencia a abrir fuego.

Esta institución atribuye la tendencia, en parte, a la falta de diversidad racial en las autoridades policiales. Alrededor de 84 por ciento de los puestos de mando están ocupados por blancos. Menos de cuatro por ciento de esos puestos están a cargo de agentes negros.

El análisis de la Unión de Derechos Civiles destaca que en los últimos dos años casi 90 por ciento de las personas contra las que dispararon policías eran negras o de origen latinoamericano.

"Los policías fueron los únicos que abrieron fuego contra civiles desarmados" en 77 por ciento de los casos registrados entre 1999 y 2006, señala el estudio que esta organización elaboró al respecto.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre discriminación racial en Estados Unidos, el abuso de la fuerza policial es un problema grave en las grandes ciudades del país.

El Comité contra la Discriminación Racial de la ONU manifestó en su último informe sobre el asunto una grave preocupación ante los excesos de la policía estadounidense originados por cuestiones raciales.

El cuerpo con sede en Ginebra reclamó al gobierno de George W. Bush medidas correctivas y que se atenga a las normas del derecho internacional en la materia.

El miércoles, antes de ser esposado por la policía, el religioso y defensor de los derechos civiles Al Sharpton pidió al público repudiar el fallo del tribunal del estado de Nueva York y continuar realizando protestas hasta que el caso de Bell sea tratado por la justicia federal.

"Todos somos Sean Bell", cantaban los manifestantes frente a la jefatura de la policía de Nueva York en la protesta del miércoles, mientras los uniformados comenzaban su ronda de detenciones.

Había muchos niños y niñas entre la multitud. Una de cinco años sostenía una pancarta que decía "Maldito sistema".

Los manifestantes contaron hasta 50, en referencia a la lluvia de balas que mató al joven novio.

"Es horrendo, es intolerable. Hay que hacer algo. Soy optimista sobre los resultados de este movimiento. Es un buen comienzo", dijo Andy Stapp, veterana del movimiento por los derechos civiles que pasó varias horas detenida por participar en la protesta.

Enfrentado a la ira pública por la absolución de los policías, un portavoz de la fiscalía de Nueva York dijo que el caso estaba en "evaluación". No se sabe si un tribunal federal lo tomará en sus manos.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo en una entrevista que él y el jefe de policía estaban "muy orgullosos" de la fuerza pública de la ciudad.

"Les puedo decir que en cada ocasión, todos ellos hacen lo correcto. Si actuaron bien o mal en este caso, me parece que se utilizó fuerza excesiva", argumentó. Quizás en exceso de 50 balas.

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