FÚTBOL-ALEMANIA: Las mujeres ganan la cancha

«El fútbol no es un deporte para mujeres», afirmaba en 1955 el entonces presidente de la Asociación Alemana de Fútbol, Peco Bauwens. Y sentenciaba: «nunca nos ocuparemos seriamente de este asunto».

A toda vista, sus pronósticos han fallado. En Alemania practican este deporte más de un millón de mujeres y, según cifras oficiales de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), 26 millones lo hacen en distintas asociaciones de todo el mundo.

Nunca antes tantas mujeres habían practicado este deporte en este país europeo. Así, la cifra actual de 1.002.605 jugadoras, confirmada por la Federación Alemana de Fútbol (DFB por sus siglas en alemán), fue tomada con júbilo por la institución que las reúne y considerada "el resultado estadístico en cuanto a miembros más importante de 2008".

"Las mujeres van ocupando espacios y conquistando de manera creciente los dominios masculinos", dijo al respecto a IPS la profesora especializada en pedagogía del deporte Claudia Kugelmann. "Esto es un avance en términos de igualdad de oportunidades", agregó.

Así también lo entiende la doctora en Ciencias de la Educación y Psicología Gertrud Pfister, especializada en historia del deporte y el rol femenino en el mismo. El número creciente de jugadoras de fútbol "contribuye a contrarrestar la imagen de debilidad y la marginalización de la mujer en la sociedad", sostuvo ante IPS.

"Pero a menudo los prejuicios, pese a las pruebas en contrario, son difíciles de desterrar. Y aún hoy para muchos hombres seguidores de este deporte sigue existiendo el "verdadero" fútbol y el fútbol femenino (…)", añadió.

"Como jugadora de fútbol una se enfrenta todo el tiempo con prejuicios. Muchos me preguntan por qué me entusiasma un deporte de varones…", relató perpleja hace no mucho la jugadora Annika Leber a la prensa de este país.

También la defensora Hildegard Junker admitió haber escuchado: "¿qué haces acá corriendo…? ¡ve a cocinar para tu marido y tus hijos, que esperan la comida…!"

De hecho, en 1955 llegó a prohibirse de manera oficial la práctica de este deporte por parte de las mujeres, las cuales, según la argumentación de la norma de entonces, eran consideradas "sin las condiciones corporales y psicológicas adecuadas" para tal fin.

Sólo en 1970 la Asociación Alemana de Fútbol levantó la prohibición y lo hizo con la salvedad de que las mujeres deberían jugar "sólo en los meses de clima cálido".

Y más de dos décadas se tendría aún que esperar para que se celebrara el primer Mundial Femenino reconocido por la FIFA, que tuvo lugar en 1991 en China, en lo que constituyó un relativamente tardío reconocimiento a la práctica de este deporte por parte de las mujeres, que de por sí ya se constataba desde hacía décadas y de manera creciente en numerosos países.

Estudiosa del tema, la profesora Kugelmann sostuvo que "mucho es lo que ha ocurrido, pero todavía más es lo que tiene que ocurrir".

"Ciertamente, aún hay discriminación, en especial en los clubes más pequeños", apuntó, para detallar que "allí donde los recursos son escasos, donde no hay dinero o lugar suficiente, los equipos de mujeres siempre se ven desfavorecidos".

Con todo, el número de jugadoras experimenta un crecimiento vertiginoso a nivel global, y claramente superior al de los hombres.

Según los últimos datos disponibles de la FIFA, la cantidad de jugadoras registradas ha aumentado más de 50 por ciento de 2000 a 2006, mientras que en el caso de sus colegas varones sólo ha crecido 21 por ciento en el mismo periodo.

Alemania, por su parte, ostenta el récord europeo en número de jugadoras inscriptas en asociaciones. Y se encuentra entre los primeros lugares del mundo.

"Creo que el fútbol es un buen ejemplo del desarrollo general de las mujeres y de su creciente influencia", analizó la profesora Pfister.

"Hoy las mujeres asumen cargos políticos que hace 40 años no podían, como por ejemplo Angela Merkel", que ocupa hoy la jefatura (canciller) del gobierno de Alemania, graficó.

Destacó, además, que "es bueno que las mujeres tengan la oportunidad de participar de un juego de equipo, (ya que) en él se adquieren experiencias distintas a las que se tienen de manera solitaria en un gimnasio, por ejemplo".

"Creo que es positivo que haya nuevos modelos para las mujeres, de prácticas más orientadas hacia lo deportivo, y no hacia lo externo, hacia lucir bien, como pueden ser otros deportes", indicó la investigadora.

Por su parte, Hannelore Ratzeburg, vicepresidenta de la Asociación Alemana de Fútbol y responsable del fútbol femenino, observó "que tantas niñas y mujeres sean integrantes activas de las asociaciones brinda perspectivas óptimas para la realización en este país del campeonato mundial en 2011".

"Estoy convencida de que la tendencia positiva se seguirá ampliando", aseguró Ratzeburg.

Y es mucho decir. La selección alemana, última campeona, ha defendido su corona con éxito en 2007 en China y ahora irá otra vez, como local, por la próxima Copa Mundial Femenina.

Torneo que llegará a una tierra por demás sensibilizada con este deporte. En oportunidad de la disputa de la Copa Mundial de la FIFA (masculino) de 2006, cuya sede también fue Alemania y donde su selección logró el tercer puesto, los festejos y la identificación popular con el equipo fueron de tal magnitud que volvieron a flamear las banderas nacionales como no lo hacían desde los tiempos de postguerra.

Y esta vez, con espíritu de sana competencia.

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