MARY ROBINSON: Enderezar entre todos los derechos torcidos

Todo Humano Tiene Derechos es una «sinergia de energía». En esta campaña, la sociedad civil suma esfuerzos para lograr cambios genuinos, según Mary Robinson, ex alta comisionada de la ONU para los derechos humanos (1997-2002).

Crédito: Per Herbertsson
Crédito: Per Herbertsson
La agenda de derechos humanos suele referirse en primera instancia a los marginados y encarcelados, pero también debe abordar las responsabilidades de todo ciudadano del mundo, dijo a TerraViva/IPS Robinson, primera mujer que ocupó la presidencia de Irlanda (1990-1997).

IPS: — Sesenta años después, ¿cuán relevante es la Declaración Universal de los Derechos humanos? ¿Se ha avanzado? ¿Cuánto falta?

MARY ROBINSON: — Debemos avanzar mucho más. La Declaración es muy relevante, porque es verdaderamente universal, no es un "documento occidental", si se lo lee cuidadosamente. Y 60 años después, el mundo es, en cierta medida, un lugar similar al de 1948.

Luego de dos guerras mundiales, de un Holocausto, del bombardeo nuclear sobre Japón, del comienzo de la Guerra Fría, la gente tenía miedo. Ese miedo no se ha terminado, y estamos usando el enfoque equivocado para que la gente se sienta segura. Apelamos a la detención de 42 días, a la Bahía de Guantánamo y a las torturas, sin observar las convenciones de Ginebra*.
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Necesitamos que la gente diga: "Estos derechos humanos nos pertenecen". Queremos que los gobiernos y las grandes empresas o cualquiera con poder los respete. Sabemos lo que nos corresponde y somos más fuertes porque esos derechos están allí para nosotros: los derechos de los pobres, los de los marginados, los de las mujeres, los de los niños.

— Usted dice que el mundo es similar al de 1948. ¿Cómo afectan a los derechos humanos los nuevos desafíos, como el cambio climático y la crisis alimentaria mundial?

— La campaña Todo Humano Tiene Derechos se concentrará el mes próximo en el problema del hambre. Será un debate completamente diferente sobre el derecho a la alimentación.

La crisis alimentaria, los biocombustibles y el rol de quienes compran alimentos a futuro constituyen un debate muy complejo. Los precios, que privan a los niños y niñas de alimentos suficientes, son un gran problema de justicia y derechos humanos.

El propio cambio climático es un problema de justicia cada vez más importante, y los enfoques para tratarlo dependen de cómo se lo defina. Si uno lo toma como un asunto técnico, construye muros para contener el mar y desarrolla semillas que no necesiten agua.

Pero si lo vemos como algo que afecta a la gente ahora, un fenómeno en el que acciones humanas tienen consecuencias injustas sobre gente que vive en otras partes del mundo, se trata como un gran problema de justicia.

Este enfoque es relevante para ver cómo abordamos la adaptación, necesaria para ayudar a las comunidades pobres a afrontar el problema, para garantizar su seguridad y la de sus medios de sustento. El cambio climático impacta en las aldeas más pobres, destruyendo los hábitat insulares.

— ¿Y usted cree que estamos haciendo suficiente para afrontar estos desafíos? ¿Cómo podemos hacer más?

— Pienso que necesitamos hacer mucho más. Me complace la actual discusión mundial al respecto. De hecho, debatiré sobre las dimensiones humanitarias del cambio climático, con el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el Foro Humanitario Mundial en Ginebra**.

En los próximos 40 años podríamos tener entre 100 y 200 millones de refugiados climáticos, y tenemos que ser realmente conscientes de la situación. A un nivel más profundo, necesitamos cambiar cómo piensa la gente sobre los derechos humanos.

Necesitamos ampliar ese pensamiento, para que todos los que se sienten marginados, excluidos o temerosos sientan que tienen a los derechos humanos de su lado.

Todavía no hemos llegado a ese punto. La campaña Todo Humano Tiene Derechos es una manera de cambiar el eje mediante el poder popular. En enero iré al Foro Social Mundial en la Amazonia, y quiero que todos allí comprendan que son parte de una campaña para reconsiderar los derechos humanos como pancarta bajo la cual abordemos todas las desigualdades con las que tenemos que tratar.

*Robinson se refiere a la propuesta del gobierno de Gran Bretaña de ampliar a 42 días el periodo en que un sospechoso de terrorismo puede estar detenido sin que su caso pase a los tribunales de justicia, y a la prisión de supuestos terroristas en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba. Las convenciones de Ginebra son las bases jurídicas del derecho internacional humanitario, que asiste a la población civil en contextos de conflicto armado y a los prisioneros de guerra. **La reunión del Foro Humanitario Mundial se realizará en Ginebra este martes y el miércoles.

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