PALESTINA: Donde las empresas olvidan compromisos

Una compañía que integra la iniciativa Pacto Global, auspiciada por la ONU para fomentar la responsabilidad social empresarial, tiene vínculos con un asentamiento israelí en Cisjordania considerado ilegal por el organismo mundial.

Un portavoz de la firma internacional Vileda, de productos para el hogar, dijo que no estaba al tanto de la existencia de un contrato con un fabricante radicado en Cisjordania, Plasto Polish. Pero un representante de esa empresa confirmó a IPS que son subcontratistas de Vileda.

"Las compañías tienen una responsabilidad social y legal, y no deben tomar parte de la ocupación ilegal" de territorios palestinos, dijo a IPS Merav Amir, de la Coalición de Mujeres por la Paz (CWP, por sus siglas en inglés). "Para cumplir con las leyes internacionales en materia de derechos humanos deben asegurarse que sus negocios no tienen nada que ver con la ocupación", agregó.

La CWP es una organización feminista israelí que generó una base de datos con información sobre empresas en zonas industriales de los territorios ocupados. Vileda figura en ella, al igual que en la lista de firmas que su sumaron al Pacto Global de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Amir señaló que compañías ubicadas en los territorios ocupados se benefician de menos impuestos, la posibilidad de prácticamente no cumplir las leyes laborales, bajos precios de los inmuebles y un pobre control de las normas ambientales.
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El Pacto Global de la ONU apunta a que las empresas de todo el mundo adopten políticas sociales responsables e informen sobre su implementación. Enfatiza 10 principios básicos en materia de derechos humanos, condiciones laborales, protección del ambiente y prácticas contra la corrupción.

Según el Pacto, las compañías deben "apoyar y respetar la protección de los derechos humanos reconocidos internacionalmente".

Vileda, cuya filial francesa es miembro del Pacto Global, tiene como subcontratista a Plasto Polish, que produce y exporta productos de limpieza para el hogar. Está ubicada en la zona industrial de Barkan, un asentamiento israelí en Cisjordania.

En su sitio de Internet, Vileda señala: "Nuestra compañía está comprometida con la protección del ambiente y a actuar como un ciudadano corporativo responsable en todos los países y comunidades en los que realiza negocios".

Otras empresas decidieron trasladar las instalaciones que tenían en los territorios ocupados, fundamentalmente para evitar la mala publicidad. La cervecera holandesa Heineken cerró su planta en el área de Barkan y la sueca Assa Abloy, que fabrica cerraduras, anunció que trasladaría su fábrica de Cisjordania luego de ocho años de producción.

Según las leyes internacionales, los asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados son ilegales, ya sea que se encuentren en tierras públicas o privadas. Además, constituyen un serio obstáculo para el proceso de paz. Este punto fue destacado tanto por la Asamblea General como el Consejo de Seguridad de la ONU.

Matthias Stausberg, portavoz del Pacto Global, dijo no encontrarse en posición de supervisar la actividad de las empresas que se han sumado a la iniciativa.

"Deseamos, por supuesto, que las compañías reflejen los valores y políticas de la ONU, pero necesitamos más información sobre este caso para ofrecer un comentario", agregó.

"No esperamos que las firmas sean perfectas cuando se unen al Pacto Global. Es más importante que sean parte de la iniciativa, para que mejoren su comportamiento en el largo plazo", dijo Stausberg.

La información sobre las empresas figura en una base de datos abierta, por lo que el público en general, la sociedad civil y los medios de prensa pueden informar cuando no se ajustan a los principios del Pacto Global, indicó.

"Podemos remover a una compañía por violaciones a los derechos humanos, si se nos presenta el caso y la empresa no está dispuesta a dialogar", añadió Stausberg.

Actualmente, el Pacto Global cuenta con más de 6.200 participantes, entre los que se encuentran 4.700 empresas de 120 países. En julio, se anunció que 630 compañías habían sido removidas por "no comunicar progresos" en los temas que constituyen la razón de ser de esa iniciativa.

Las zonas industriales israelíes en los territorios ocupados albergan centenares de empresas, que van desde pequeños negocios que atienden las necesidades de los colonos judíos hasta grandes fábricas que exportan su producción.

En 1979, el Consejo de Seguridad de la ONU señaló que "la política y práctica de Israel de establecer asentamientos en territorios palestinos y de otros países árabes, ocupados desde 1967, no tiene validez legal y constituye un serio obstáculo para lograr una paz justa y duradera en Medio Oriente".

Los integrantes del llamado Cuarteto, instancia de mediación en busca de la paz (Estados Unidos, la ONU, Rusia y la Unión Europea), también expresaron su oposición a los asentamientos y advirtieron en 18 oportunidades sobre los riesgos de continuar con ese proceso.

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