ALEMANIA: Negocio armamentístico prospera en silencio

Pacifistas, organizaciones religiosas y partidos de oposición critican al gobierno de Alemania por permitir que este país se convierta en el tercer mayor proveedor mundial de armas.

Pero una fuente de la industria bélica asegura que la política de exportación de armamento de este país es de las más restrictivas del mundo.

En el ataque de Israel contra el territorio palestino de Gaza, del 27 de diciembre al 19 de enero, el ejército israelí empleó aviones caza F-16, helicópteros de combate Apache, y tanques Merkava. Ninguno de esos aparatos fue armado en Alemania. Pero todos se construyeron con componentes fabricados en este país y enviados a empresas del extranjero para su ensamblaje.

Esa práctica se ha vuelto cada vez más común, en especial en la Unión Europea (UE).

"No sabemos, por ejemplo, a quién le venden los productos terminados las empresas francesas", dijo a IPS Marc von Boemcken, investigador del instituto de estudios Bonn International Centre for Conversion, dedicado a promover la paz y el desarrollo.
[related_articles]
"Nadie puede decir si los componentes alemanes se usan en conflictos bélicos o no, pese a que está expresamente prohibido exportar armamento a regiones en conflicto. Pero al gobierno no parece importarle", apuntó Von Boemcken.

Las empresas alemanas necesitan la aprobación del gobierno para vender armamento o componentes, vehículos y otros productos de uso militar.

La mayor parte del armamento alemán se vende a los aliados de este país, en especial a Grecia y Turquía, pero una cantidad significativa va a "terceros" países que no pertenecen a la UE ni a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

"En los principios políticos de 2000, el gobierno alemán básicamente excluyó la exportación de armas a 'terceros' países, a menos que intereses de seguridad y de política exterior justificaran un permiso" especial, añadió Von Boemcken.

El despacho de 112 tanques Leopard-2 a Chile y de 16 Fuchs de reconocimiento a Emiratos Árabes Unidos en 2007 y 2008 no parece servir ningún interés de Alemania. "Hay una discrepancia entre los principios políticos y la práctica permisiva del gobierno", subrayó el especialista.

Las exportaciones alemanas de armamento convencional, como submarinos, tanques o helicópteros, aumentaron 70 por ciento entre 1999-2003 y 2004-2008, según el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), con sede en Suecia y especializado en conflictos y asuntos de seguridad.

La participación de Alemania en el mercado de armamento aumentó de siete a 10 por ciento, sólo superada por Rusia y Estados Unidos con 25 y 31 por ciento respectivamente.

La venta de armas de empresas alemanas ascendió a 8.700 millones de euros (unos 12.000 millones de dólares) entre 2004 y 2008, según Sipri.

Si se suman las armas pequeñas, los componentes de motores y los vehículos y armamento pesado, las exportaciones aprobadas por el gobierno ascendieron a 8.800 millones de euros (más de 12.200 millones de dólares) en 2007, últimos datos disponibles del Ministerio de Economía, mientras en 2006 fueron 7.700 millones de euros (más de 10.600 millones de dólares).

Un informante de la industria, que trabaja para una gran fábrica alemana de armamento y pidió reserva de su identidad, dijo a IPS que Alemania tiene una de las reglamentaciones más estrictas.

"A diferencia de las empresas de Austria u Holanda, nosotros no podemos hacer determinados acuerdos con ciertos países", señaló. "Eso es una desventaja competitiva".

Este país no necesariamente exporta más armamento que otros proveedores, sino de mayor valor. "Alemania vende sobre todo productos de alta tecnología que son muy caros", explicó.

Sin embargo, hay documentos que muestran que se exportaron armas pequeñas que no eran de alta tecnología.

Milicias de la occidental región sudanesa de Darfur tenían ametralladoras G3, fabricadas por la empresa alemana Heckler & Koch en los años 50. Se especula que pueden haber llegado a ese país africano desde Irán, que en 1967obtuvo una licencia de fabricación de Berlín.

"Al parecer, el gobierno no puede controlar el destino de las armas una vez que concede una licencia", dijo a IPS Von Boemcken. Trece países obtuvieron licencias sólo para fabricar las ametralladoras G3.

"Hay rumores de que Arabia Saudita está interesada en el nuevo modelo de ametralladoras, las G36", apuntó Von Boemcken. Por ello "queremos subrayar los problemas causados por las licencias de las G3".

El informante de la industria opinó que la seguridad mundial no mejorará aunque Alemania deje de conceder licencias a otros países. "Si no lo hacemos, alguien más lo hará".

El gobierno alemán aprobó la venta de tres submarinos a Pakistán, pero los contratos no han sido firmados por la inestabilidad política en ese país de Asia meridional.

"Debe haber una decisión política de Alemania sobre si quiere o no avivar la carrera armamentística entre Pakistán e India", remarcó Von Boemcken.

Cuando el ejército de Georgia invadió la provincia de Osetia del Sur, en agosto de 2008, uniformados georgianos portaban rifles de asalto G36, diseñados por Heckler & Koch.

Berlín fue incapaz de explicar cómo llegaron esas armas a Georgia. La solicitud presentada por la empresa alemana en noviembre de 2005 para exportar 230 rifles G36 había sido rechazada.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe