CAMBIO CLIMÁTICO-URUGUAY: Problema de todos

Combatir el recalentamiento planetario en la línea de frente, y con la participación de todos los sectores de la sociedad, es la base de un proyecto piloto del PNUD en Uruguay, que llama atención en el resto del mundo.

La idea es detectar las zonas más vulnerables y diseñar estrategias de adaptación y mitigación, no sólo con la opinión de expertos, sino especialmente con el aporte de todos los involucrados, explicó a IPS el coordinador del proyecto, Federico Ferla.

"Las estrategias se van a desarrollar con una metodología de trabajo participativa, a diferencia de las pocas experiencias que ha habido hasta el momento, fundamentalmente en países industrializados, donde por lo general equipos de expertos básicamente lo que hacen es entregar un informe que lo someten a consideración de las autoridades", indicó.

"Se va a hacer un proceso participativo con la presencia de actores relevantes a nivel local, por supuesto con un papel fuerte de los técnicos y autoridades, pero también con representantes del sector privado, organizaciones no gubernamentales, universidades, representantes locales de organismos centrales, empresas públicas y comunidades", añadió.

El proyecto del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) cuenta con el respaldo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y es implementado a través del Programa ART (Apoyo a Redes Territoriales), plan de cooperación que integra a esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas con las autoridades locales y nacionales.
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La iniciativa, lanzada oficialmente en septiembre, se encuentra actualmente en la fase de elaboración de estrategias de adaptación y mitigación, con la formación de grupos de trabajo multisectoriales en los meridionales departamentos de Canelones, Montevideo y San José.

Estos tres departamentos "tienen un peso socioeconómico muy grande, con aproximadamente dos millones de habitantes (en un país de 3,3 millones), con alrededor de dos tercios del producto interno bruto" nacional, indicó Ferla.

Además, explicó, la región es responsable por la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono, si bien éste no es el principal gas de efecto invernadero que emite Uruguay, sino el metano, debido al importante peso de la producción ganadera.

El proyecto piloto fue presentado en la Cumbre de Gobernadores contra el Cambio Climático, celebrada en la ciudad estadounidense de Los Ángeles entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre, y en la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizó entre el 7 y el 18 de este mes en Copenhague.

El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, explicó que la iniciativa permitía implementar medidas concretas contra el recalentamiento planetario ante la falta de concierto a nivel intergubernamental.

"En momentos en que a nivel macro los acuerdos son muy difíciles de alcanzar, como ya lo hemos visto en Copenhague, por debajo se pueden ir tejiendo alianzas e intercambios", dijo a IPS.

"Hemos visto que, según los países, entre 40 y 75 por ciento de las emisiones de gases invernadero son generadas por decisiones tomadas a nivel subnacional, que inciden en las inversiones, en el transporte, en los desplazamientos, en los hábitos de consumo.

Por lo tanto, las decisiones que se puedan tomar de mitigación son altamente efectivas", dijo por su parte Pablo Mandeville, representante permanente del PNUD en Uruguay.

Los tres departamentos elegidos representan un abanico bastante amplio de las vulnerabilidades más importantes de Uruguay.

Esta zona metropolitana afronta, por ejemplo, riesgos por el aumento del nivel del mar, con amenazas importantes en las zonas costeras y en humedales.

"También tiene una importante vulnerabilidad social. La región concentra gran parte de los asentamientos irregulares urbanos, con más de 150.000 habitantes", explicó Ferla.

"Además, hay concentración de pequeños productores bastante vulnerables, lo que supone inseguridad alimentaria. El abanico de riesgos es bastante amplio y permite trabajar en diversas áreas", añadió.

Mandeville explicó a IPS que el primer paso es hacer un mapeo de las vulnerabilidades de la región, y luego elaborar estudios de prospectiva sobre riesgos de eventos extremos para decidir medidas de adaptación.

Por ejemplo, uno de los lugares detectados con altos riesgos ante los efectos del recalentamiento planetario en la zona metropolitana uruguaya es la cuenca del río Santa Lucía.

"Hay peligro de que las crecidas del río entren y provoquen desastres naturales, y también que se combinen las inundaciones y tengan un efecto catastrófico, ya que en la cuenca tenemos la única estación de bombeo de agua potable para la zona metropolitana", explicó Mandeville.

"Quizás una medida de adaptación es crear, en caso de riesgo, una segunda estación de bombeo. Puede ser redundante ahora, pero podría evitar una catástrofe mayor en el futuro", sostuvo.

"Lo que sucedió con el huracán Katrina en 2005 en Estados Unidos demostró que a veces una combinación de factores puede ser totalmente catastrófica para un área poblada. Y los lugares más vulnerables, en el mundo entero, son las poblaciones", añadió.

El proyecto despertó interés en Copenhague, y diversas regiones africanas, especialmente de Argelia, Senegal y Uganda, así como de Europa y de América Latina, han expresado su intención de replicarlo.

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