NEPAL: Partidos se alejan y arriesgan la paz

El camino de Nepal hacia la paz, después de una sangrienta insurgencia maoísta de más de una década, podría ser más largo de lo esperado.

Y esto si el proceso de paz, negociado entre siete partidos de oposición y el antes proscrito partido maoísta, no fracasa antes de alcanzar su conclusión lógica: la aprobación de una nueva Constitución por un parlamento electo en elecciones generales.

El plazo para que la nueva carta magna sea redactada y promulgada es mayo próximo. Pero la Asamblea Constitucional ha tenido que revisar su detallado calendario por octava vez desde que fue convocada en mayo de 2008.

La creciente animosidad entre los partidos políticos ha causado desazón en el público en general. Informes de prensa, particularmente de los canales de televisión locales Kantipur TV y Avenues, muestran a personas de diferentes sectores de la sociedad expresando su furia y frustración.

Para agravar la situación, los partidos están en desacuerdo en todos los grandes temas: la introducción del texto, los derechos fundamentales, el modelo federal, el número y naturaleza de los estados federales y la distribución de los recursos naturales, para decir algunos.
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Otro desafío es encontrar una solución al futuro de más de 19.000 combatientes maoístas que viven en cuarteles temporales de la Organización de las Naciones Unidas instalados en todo este país de Asia meridional.

Su integración a las fuerzas de seguridad, especialmente al Ejército de Nepal, se ha convertido en el principal escollo del proceso. El Partido Nepalés del Congreso (NC) y el Partido Comunista de Nepal (Unificado Marxista Leninista o UML), dos de las principales fuerzas políticas, exigieron que la integración y la rehabilitación se realizara antes de la aprobación de la Constitución el 28 de mayo próximo.

La mayoría de los partidos no maoístas, de izquierda, centro y derecha, han estrechado filas contra el Partido Comunista de Nepal (UCPN-Maoísta), al que acusan de intentar crear anarquía para "tomar el Estado".

Tampoco contribuyeron a la paz las agresivas declaraciones de los principales líderes del UCPN, Kamal Dahal "Prachanda" y Baburam Bhattarai, amenazando con una revuelta si no se contemplaban sus demandas.

"Prachanda" (que se traduce como "el feroz") dijo que los "partidos más viejos" (el NC y el UML) se preparaban para una guerra, y por lo tanto los maoístas también tenían que estar listos. Más de 13.000 personas fueron asesinadas durante la insurgencia maoísta.

Por su parte, Bhattarai, a cargo de acciones de protestas maoístas, sigue haciendo declaraciones sobre la necesidad de "tomar el Estado".

El principal problema es lograr un acuerdo para compartir el poder. El UCPN, con mayoría en la Asamblea Constitucional, insiste en crear un gobierno de unidad nacional bajo su liderazgo.

Las facciones dominantes en el NC y en el UML, que a su vez lideran una coalición de 18 partidos, no muestran interés en ceder. En cambio han desafiado a los maoístas a lograr una mayoría en el Parlamento de 601 miembros para poder volver al gobierno, que abandonaron en mayo de 2009. El UCPN cuenta con 240 legisladores.

"Los maoístas, que no tienen a quiénes culpar sino a ellos mismos por estar fuera del gobierno, son incapaces de presentar sus demandas en una manera directa", dijo a IPS el analista político Krishna Khanal.

El 3 de mayo de 2009, el gobierno de coalición liderado por los maoístas decidió despedir al jefe del Estado Mayor del Ejército, Rookmangud Katawal, acusándolo de insubordinación. A pesar de las amenazas de sus socios de la coalición de retirarle el apoyo, el UCPN actuó en forma unilateral.

Veintidós partidos políticos representados en el Parlamento, incluyendo socios de la coalición, le pidieron al presidente Ram Baran Yadav que bloqueara la destitución, lo cual hizo. Los maoístas renunciaron en protesta. Desde entonces lanzaron una campaña nacional para reestablecer la "supremacía civil". Más tarde, añadieron la demanda de un gobierno de unidad nacional bajo su liderazgo.

"Que demuestren los maoístas ser un partido civil antes de hablar de supremacía civil", dijo el presidente del UML, Jhala Nath Khanal, al comentar informes de violencia perpetrada por maoístas contra miembros de otros partidos y la confiscación de tierras privadas y del gobierno.

Para aumentar la presión después de realizar tres rondas de protestas que culminaron con un paro nacional de tres días el mes pasado, los maoístas amenazaron con una huelga indefinida comenzando el 24 de este mes si sus demandas no eran satisfechas.

Dina Nath Sharma, miembro de la Asamblea Constitucional y portavoz maoísta, dijo que liderar un gobierno de coalición es una de sus metas, pero no la única. "Queremos fijar el control del gobierno civil sobre el ejército nacional y terminar a tiempo la redacción de la Constitución", indicó.

Rechazó el argumento de que su partido carece de la mayoría necesaria en el Parlamento. "Es el inconveniente del sistema parlamentario, y es por eso que sugerimos descartarlo", afirmó.

Los maoístas insisten en descartar el modelo legislativo británico y remplazarlo por otro que permita a los habitantes elegir directamente el presidente.

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