PARAGUAY: En emergencia por aguas cuesta arriba

Los ramalazos del fenómeno de El Niño se hacen sentir en Paraguay y sus vecinos con copiosas lluvias, que ocasionaron la subida de nivel del río Paraná, principal cauce hídrico de la Cuenca del Plata, y colocaron el país en emergencia por la amenaza de inundaciones.

Desde fines del año pasado se registró un aumento significativo del volumen de las precipitaciones, tras un periodo extendido de escasez de lluvias en este país del cono sur americano.

"Las medias normales de las precipitaciones de cada mes sufrieron una modificación importante", dijo a IPS Oscar Rodríguez, gerente de Climatología de la gubernamental Dirección de Meteorología e Hidrografía.

En concordancia con el fenómeno "El Niño/Oscilación del Sur" (ENOS), a partir de septiembre de 2009 los excesos pluviales verificados en la región originan fuertes tormentas y crecidas de los caudalosos ríos.

Esta situación afecta principalmente al sur y sureste de Paraguay, en Brasil, Uruguay en el nordeste de Argentina.
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El ENOS es un fenómeno oceánico-atmosférico que se desencadena de la interacción del enfriamiento y del calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano Pacífico y la atmósfera circundante en su zona tropical.

Provoca dos principales fenómenos oceánicos: el calentamiento atípico de las aguas tropicales del Pacífico, conocido como El Niño porque se manifiesta en coincidencia con la celebración cristiana de la Navidad, y el enfriamiento atípico de las mismas aguas, llamado La Niña.

Actualmente, El Niño se encuentra en su fase madura y persistirá a lo largo de este primer trimestre, favoreciendo que persistan las lluvias con volúmenes superiores al normal, explicó Rodríguez.

"Los informes dan cuenta de que el fenómeno se mantuvo en un nivel moderado, oscilando a fuerte, y las condiciones son de continuidad", indicó.

También pronosticó que comenzarán a descender las temperaturas de las aguas superficiales del océano Pacífico más cercanas a esta región sudamericana.

No obstante, las alteraciones que ha provocado el fenómeno en las condiciones climáticas se extenderán hasta mayo o junio, según las estimaciones.

En enero, el Foro Nacional sobre Gestión de Monitoreo y Previsión Hidrometeorología afines a la Generación Hidroenergética, que reunió en Asunción a expertos de Oficina Regional para las Américas de la Organización Meteorológica Mundial y entes gubernamentales, avisó de la tendencia del aumento de los caudales actuales y una alta frecuencia de inundaciones ribereñas.

Entre los indicadores hidro climáticos considerados se hizo referencia a que la cuenca alta del río Paraná se halla en temporada lluviosa y que el volumen de agua almacenada en el conjunto de embalses aguas arriba de Salto del Guairá, en el río Iguazu, es el mayor de los últimos 10 años para esta época del año.

Según los pronósticos, las inundaciones ribereñas se darán aguas abajo de la represa hidroeléctrica de Itaipú, en el departamento del Alto Paraná, en el este del país, y aguas arriba y aguas abajo de la represa de Yacyretá, en los sureños departamentos de Itapúa, Misiones y Ñeembucú

También afectarían a las provincias situadas en el norte de Argentina.

Por estas previsiones, los organismos de Defensa Civil de Paraguay iniciaron este mes un plan de trabajo para resguardar a la población ribereña, especialmente del río Paraná.

"Estamos trabajando de manera interinstitucional en las localidades donde ya tenemos registradas familias afectadas", dijo a IPS Aldo Saldívar, director de Administración de Emergencias de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

El plan comprende la habilitación de Centros de Operaciones de Emergencia en Ciudad del Este, capital del Alto Paraná y fronteriza con Brasil, Pilar, capital de Ñeembucú, y Ayolas, ciudad del extremo sur de Misiones.

Hasta ahora, más de 350 familias de esas localidades han sido afectadas, lo que equivale a unas 1.500 personas.

La tarea de la SEN, conjuntamente con los gobiernos locales, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, los Bomberos Voluntarios y la Cruz Roja Paraguaya, se orienta a establecer la infraestructura adecuada para la evacuación de la población ribereña, con base en los pronósticos de mayor crecida del río Paraná.

Se proyecta que las familias afectadas podrían llegar a 2.000 durante los próximos meses.

"A través de los Centros de Operaciones organizamos los campamentos de albergue para los evacuados, la provisión de víveres y la asistencia que se requiere en estos casos", indicó el director del SEN.

La preocupación del gobierno también tiene otro foco, el de la previsible crecida del río Paraguay a partir de abril.

Según Saldívar, no se descarta que la persistencia de las copiosas precipitaciones origine un aumento del nivel de las aguas del Paraguay, lo que afectaría a localidades ribereñas densamente pobladas.

Las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná son las más importantes del sistema de la cuenca del Plata, que comprende tres millones 200.000 kilómetros cuadrados.

El Paraná representa 58 por ciento de toda la cuenca, con una superficie de un millón 510.000 kilómetros cuadrados, y el Paraguay el 42 por ciento, con un millón 95.000 kilómetros cuadrados.

Las precipitaciones afectan especialmente a la región oriental de Paraguay, que es la más favorecida en términos hídricos y cuyo territorio se extiende entre los ríos Paraná, al este, y Paraguay, al oeste, con abundancia de aguas superficiales y subterráneas.

La meteorología en Paraguay se ve alterado d manera significativa por el fenómeno de El Niño, pero desde 1998 no se registraba un incremento de los volúmenes de lluvia tan excepcionales como en este año recién comenzado.

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