SRI LANKA: Los dividendos económicos de la paz

El Taj Samudra, emblemática propiedad de Taj Hotels India, se ubica en el mejor punto de la capital de Sri Lanka. Con vista al océano Índico, es el único hotel cinco estrellas de la ciudad donde los huéspedes pueden salir directamente hacia la costanera más grande del país.

Pero hasta hace poco, este elegante establecimiento no lograba hacer sonar sus cajas registradoras. La mayor parte del tiempo las habitaciones se ofrecían a precios ínfimos sólo para atraer a los turistas, sin mucho éxito.

El motivo: un histórico conflicto separatista que espantó a turistas e inversores, causando una hemorragia en la economía de este estado insular.

El Ejército para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), que peleó por la autonomía del norte y este de Sri Lanka, se declaró derrotado por las fuerzas regulares del gobierno el 17 de mayo de 2009.

El conflicto había comenzado en 1983, tras una serie de ataques de la comunidad cingalesa, mayoritaria en este país, contra la tamil, predominante en esa zona.
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Actualmente al Taj Samudra no sólo le va bien, sino que además Taj Hotels está entre los muchos inversores extranjeros que exhiben un renovado interés en Sri Lanka.

Un funcionario de una entidad multilateral donante con sede en Sri Lanka incluso observó que las inversiones extranjeras se han acentuado mucho más en el mercado de valores de Colombo en los últimos 10 meses.

El presidente de Taj Hotels, Raymond Bickson, lo confirmó: "Éste es un mercado muy vibrante, estamos muy emocionados".

En agosto, la Unión Europea (UE) suspendió formalmente la participación de Sri Lanka en el programa de concesiones arancelarias del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP Plus), que ha impulsado a los bienes srilankeses en el mercado europeo.

La UE es el mayor mercado al que Sri Lanka exporta, especialmente vestimenta. En lo que va del año, las exportaciones srilankesas en este rubro ya han alcanzado 3.100 millones de dólares. Más de la mitad fueron para Europa.

La exportación de ropa es la tercera mayor fuente de ingreso de divisas en el país, luego de las remesas que envían los trabajadores que emigraron y del turismo.

Todo indica que la suspensión ya afectó el crecimiento de las exportaciones, que se enlentecieron en julio, por primera vez en cuatro meses. Aparentemente, esto se debió a una caída de 11 por ciento en las exportaciones de vestimenta.

También resulta preocupante la noticia de que las exportaciones de ropa de Bangladesh tienen un mejor desempeño del esperado gracias a que los clientes de Sri Lanka han comenzado a abastecerse allí.

La suspensión en realidad se retrasó seis meses, luego que la UE fue persuadida para esperar a que Sri Lanka presentara "avances tangibles y sustentables" en el cumplimiento de tres convenciones sobre derechos humanos.

Cuando se volvió evidente que Colombo no estaba cediendo, la UE anunció en febrero que seguiría adelante con la suspensión de los privilegios comerciales del país asiático.

Un informe de la UE presentado en octubre de 2009 señaló que Sri Lanka no había implementado plenamente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y la Convención sobre los Derechos del Niño.

Esta denuncia se origina ampliamente en los abusos a los derechos humanos cometidos tanto por las fuerzas armadas como por los Tigres tamiles en el final de la guerra civil y que todavía tienen que ser investigados por el gobierno, así como la violación de los derechos de los sospechosos de simpatizar con el LTTE.

Según Amnistía Internacional, unos 12.000 desplazados "sospechosos de tener vínculos con el LTTE fueron arbitrariamente arrestados y detenidos e incomunicados por las autoridades en centros de detención irregular" desde el fin de la guerra.

Sin embargo, el gobierno de Sri Lanka se mantiene desafiante ante las críticas internacionales a sus antecedentes en materia de derechos humanos. En respuesta a la suspensión del SGP Plus, el gobierno se comprometió a fortalecer los lazos comerciales con países "más amigables", como India y China.

Según Ashok Kantha, alto comisionado indio en Sri Lanka, por estos días las relaciones comerciales entre las dos naciones vecinas no podrían ser mejores.

"Las exportaciones de Sri Lanka a India aumentaron 45 por ciento en los primeros siete meses (del año), y las exportaciones de India a Sri Lanka también aumentaron 41 por ciento", dijo.

"De continuar la tendencia actual, 2010 marcará un récord histórico en las relaciones comerciales entre los dos países", agregó.

Y por supuesto que también hay casos como el de Taj Hotels, que espera invertir unos 30 millones de dólares en Sri Lanka y está adquiriendo una nueva propiedad cerca del aeropuerto internacional de Colombo, entre otras cosas.

Mientras, su empresa madre, el Tata Group, negocia para tomar el control de la firma local de telecomunicaciones Suntel, que cuenta con alrededor de 20 por ciento del mercado del país.

El indio Mahindra Group también señaló que no sólo está introduciendo nuevos modelos de vehículos en el mercado srilankés, sino que también está planeando instalar una planta de ensamblaje con un socio local.

Además, India es la segunda mayor fuente de asistencia al desarrollo de Sri Lanka. En 2009 comprometió 800 millones de dólares para proyectos en el noreste del país. Sólo Japón ha podido superar esa asistencia, comprometiendo en 2009 más de 1.000 millones de dólares.

China también ha sido un importante proveedor de ayuda en los últimos tiempos, aportando unos 500 millones de dólares para proyectos de infraestructura, principalmente en el sur de Sri Lanka.

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