Velo islámico renueva tensiones en Turquía

La prohibición en Turquía del uso del velo islámico por mujeres aspirantes a puestos académicos durante los exámenes de admisión reavivó las tensiones entre las fuerzas seculares y las religiosas en este país.

La crisis fue desatada por una iniciativa del Centro de Selección y Ubicación de Estudiantes (OSYM) para permitir la utilización de ese atuendo durante los exámenes de selección del personal académico.

Hasta ahora regía una prohibición del velo en todas las oficinas públicas y en la educación superior. La iniciativa del OSYM llevó a la Unión de Trabajadores de la Educación y de la Ciencia a presentar una queja contra el Consejo de Estado.

Ese organismo es la instancia administrativa más alta de Turquía, con grandes poderes judiciales y de asesoría en prácticamente todas las actividades del Estado. Funciona a través de una estructura que controla 23 cámaras de distrito, 33 cortes administrativas y 63 tribunales impositivos.

La decisión del Consejo de mantener la prohibición no cayó bien en el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AK), de tendencia islámica democrática.
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El primer ministro turco y líder del AKP, Recep Tayyip Erdogan, dijo ante empresarios en Ankara que el fallo del Consejo estaba "altamente politizado" y carecía de base legal.

La oposición reaccionó de inmediato. El presidente del Partido Republicano del Pueblo, Kemal Kilicdaroglu, afirmó que nadie tenía derecho a objetar las decisiones del Consejo, y defendió su legitimidad y constitucionalidad.

Ese partido secular, creado en 1923 por el fundador de la república turca Mustafa Kemal Atatürk, constituye el mayor grupo opositor en la Gran Asamblea Nacional.

El secularismo ha sido la principal fuerza conductora de la república en los últimos 88 años. Tras el colapso del Imperio Otomano al término de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y luego de una exitosa guerra de independencia contra potencias extranjeras, Atatürk se dedicó a modernizar este país introduciendo modelos occidentales, tanto en la gobernanza como en el estilo de vida.

Consideró a la religión como el principal obstáculo para la emancipación de los turcos, y abolió todas las instituciones estatales que habían estado en manos de religiosos o que eran influenciadas por estos.

El velo en las mujeres y el fez en los hombres fueron eliminados de la vida pública, aunque no se restringió la libertad religiosa individual. El gobierno de Atatürk promovió la vestimenta occidental, lo que tuvo éxito sólo en las áreas urbanas.

Los nacionalistas consideran el velo un símbolo de activismo religioso y conservadurismo social. Los gobiernos turcos desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) han ignorado este tema, pero ante la emergencia de partidos políticos islámicos en los años 90, las autoridades seculares endurecieron su postura.

Desde 1997 no se permite el ingreso de mujeres con su cabeza cubierta a edificios públicos, universidades o instalaciones militares, incluyendo hospitales. Las que insisten en usar el velo se ven obligadas a emigrar al exterior para poder estudiar.

El AKP, que ganó las elecciones legislativas dos veces desde 2002 y llevó a la presidencia a Abdullah Gul en 2008, incluyó en su programa la abolición de esa prohibición, arguyendo que 98 por ciento de la población turca era musulmana.

Se estima que 65 por ciento de las mujeres turcas usan el velo, pero no hay información confiable sobre el significado que le atribuyen. Las esposas del presidente y del primer ministro son fervientes partidarias de ese atuendo, y se adornan con pañuelos de seda en privado y en ceremonias oficiales.

La victoria del AKP en 2007, cuando obtuvo 47 por ciento de los votos, permitió la introducción de una legislación en 2008 para eliminar las restricciones al uso del velo. Pero la Corte Constitucional invalidó la decisión del primer ministro. El tema quedó estancado hasta octubre pasado.

Luego de un nuevo triunfo el 12 de septiembre de 2010, cuando el AKP ganó 52 por ciento de apoyo en un referendo para reformar la carta magna, el gobierno se sintió lo suficientemente fuerte para encarar nuevamente el tema del velo.

La Autoridad de Educación Superior emitió un circular a los rectores de las universidades señalando que ningún estudiante podía ser excluido de las aulas por su forma de vestir. La mayoría de los académicos aceptaron de mala gana, pero hubo casos de resistencia. Un profesor en la Universidad de Estambul fue suspendido por negarse a cumplir la orden.

El OSYM parece haber seguido la iniciativa de la Autoridad, pero se habría topado con el poderoso Consejo Constitucional. Esta institución ha sido un pilar en la defensa del secularismo desde el gobierno de Atatürk.

"Tuve que permitir que una joven con velo asistiera a mi curso", dijo a IPS un académico de Estambul a condición de mantener el anonimato.

"Quedé atrapado: no aceptarla me habría costado el empleo. Y admitirla va contra el fallo de la Corte Constitucional", señaló.

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