Irán arremete contra la oposición

Mientras la región de Medio Oriente está convulsionada por revueltas populares, el gobierno de Irán reprime cada vez con más severidad las protestas opositoras en su territorio.

En la noche del lunes, agentes de seguridad de Irán ingresaron a la casa del líder opositor Mehdi Karroubi, lo separaron de su esposa, registraron el lugar y arrestaron a su hijo, Ali Karroubi, según Saham News.

El sitio web del propio Karroubi informó que también se detonaron granadas de percusión dentro de la casa.

Mientras, otro de los principales líderes de la oposición, Mir Hossein Mousavi, fue sometido a arresto domiciliario durante por lo menos las últimas dos semanas, lo que indica que el enfrentamiento entre el gobierno iraní y sus opositores está alcanzando nuevos hitos a medida que los levantamientos populares se propagan por la región.

Sin embargo, incluso someter a sus líderes a arresto domiciliario no impidió que miles de opositores salieran sorpresivamente a las calles los días 14 y 20 de este mes.
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Hace dos años, manifestantes reclamaron la anulación de las elecciones presidenciales que devolvieron el poder a Mahmoud Ahmadineyad. Ahora, su ira se dirige principalmente al líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei.

"Luego de (Hosni) Mubarak en Egipto y de (Zine El Abidine) Bin Ali en Túnez, ahora es el turno de Seyed Ali (Jamenei)", proclaman.

Un ex funcionario del gobierno dijo a IPS que, justo después de las protestas del día 14, el ministro de Inteligencia Heydar Moslehi asistió a una reunión con Jamenei en la que le pidió permiso para arrestar a Karroubi y Mousavi.

Sin embargo, en esa reunión Jamenei criticó al Ministerio de Información por sus informes, preguntando por qué su análisis sobre la participación popular en las manifestaciones tenía que ser tan erróneo.

"El líder supremo de Irán recibe con regularidad informes independientes sobre la situación actual mediante el comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní, ministro de Información, comandante de las Fuerzas Armadas, líder de (la milicia pro-gobierno) Basij y titular del Sistema de Transmisiones de la República Islámica", dijo la fuente a condición de no revelar su identidad.

"Parece que los informes que recibió contradijeron la intensidad de las protestas. Por lo tanto, aunque varios miembros extremistas del parlamento han reclamado la ejecución de los líderes de la oposición, la retórica oficial de las autoridades solamente intenta expresar apoyo al régimen, y ninguna otra demanda de sus arrestos o ejeución parece pronunciarse públicamente", dijo la fuente.

Durante su sermón del viernes 18, Ahmad Jannati, al frente del conservador Consejo de Guardianes, llamó a aislar a los dos líderes de la oposición.

Los funcionarios iraníes suelen llamar "revoltosos" a los manifestantes, así como declarar que son "unos cientos".

Según algunas fuentes, en las manifestaciones del lunes hubo muchachos que aparentaban tener 15 o 16 años mezclados con la policía, vestidos con chalecos antibalas y blandiendo los bastones típicos de esa fuerza.

Un activista estudiantil que estuvo presente en las protestas de la semana pasada dijo a IPS que la población está mucho más indignada que antes, y dispuesta a reaccionar a la violencia.

Líderes de la oposición y agrupaciones políticas generalmente alientan a sus partidarios a no incurrir en actos de violencia. Pero ahora muchos sostienen que las acciones recíprocas son autodefensa.

Aunque el Ministerio del Interior suele rechazar los permisos para realizar manifestaciones, la semana pasada decenas de fuerzas pro-gobierno se congregaron frente a la casa de Karroubi, profiriendo insultos contra él.

El titular del Poder Judicial anunció la semana pasada que el gobierno no tenía ningún interés en arrestar a líderes de la oposición, pero parece que las radicales fuerzas de seguridad se esfuerzan por incitar a una confrontación seria.

"Por la noche la gente entonaba ‘Allah-o-Akbar’ en la oscuridad para expresar sus protestas. Antes esto era símbolo de las protestas populares contra el shah", dijo a IPS un joven que presenció las manifestaciones.

Otro activista que estuvo en las protestas del lunes al regresar de la universidad, dijo haber visto a cientos de policías armados con rifles Kalashnikov. "Vehículos transportando a miembros de las Guardias Especiales iban de un lado a otro de la ciudad. La gente estaba muy exaltada, pero constantemente temerosa de que la policía pudiera empezar a disparar al azar y matar a alguien", relató.

Durante las manifestaciones del día 14 fueron muertos los jóvenes Sane Jaleh y Mohammad Mokhtari. Según los informes, cientos de personas fueron arrestadas. Alguas fuentes señalan que también fue asesinada una persona durante las protestas en Shiraz.

"Según la Constitución de la República Islámica de Irán, siempre y cuando no incluyan el porte de armas ni contradigan los principios islámicos, las manifestaciones están permitidas y no requieren autorizaciones" especiales, dijo a IPS la iraní Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz 2003 y destacada defensora de los derechos humanos.

"El gobierno es responsable por el derramamiento de sangre", agregó.

Mientras, el gobierno parece estar usando métodos cada vez más brutales y sofisticados para mantener a los opositores a raya.

Uno de los manifestantes dijo haber observado que muchas de las personas que asistieron a las protestas del día 14 vomitaron sangre y sufrieron severos dolores en manos y piernas, a tal punto de no poder moverse.

La misma fuente señaló que, según un médico que trató a los enfermos, se agregaron sustancias al gas lacrimógeno utilizado contra los manifestantes, a fin de alterar el equilibrio de potasio y magnesio en su sangre, y que esto puede tener efectos perjudiciales a largo plazo.

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